El balón y sus potencialidades.

18.09.2019 00:48 de  MAROGAR .   ver lecturas

“Todo parece imposible hasta que se hace”. (Nelson Mandela).

            Cuando leí el libro de Vicente Agraz, “Sistema Aposicional. Visión, espacio, tiempo”, me aportó fundamentos muy interesantes, hasta entonces desconocidos por mí, los recibí con entusiasmo por sus razonamientos impropios para la época y una jerga llamativa. Ya en mi primer libro “La Ignorática y el fútbol” transcribí las cuatro potencias del balón que Agraz citaba. La pelota como parte fundamental para el desarrollo del juego, su táctica, etcétera, nos hizo reflexionar al respecto: 1. Seguridad; 2. Amenaza; 3. Velocidad; 4. Iniciativa. Conjugando todas ellas, el fútbol es bueno o menos bueno. Según las cualidades de unos u otros equipos, así apliquen dichas potencialidades, se mostrará un estilo de juego tanto en lo defensivo como en lo ofensivo.

            Carlos Lago Peñas en “Por qué? Verdades y mitos sobre el rendimiento en el fútbol” nos facilita argumentos alejados de lo generalmente aceptado que clarifica aspectos importantes del fútbol. “Es habitual escuchar a algunos entrenadores decir que tener la posesión del balón reduce la fatiga de los futbolistas. Como se tiene la iniciativa en el juego, se corre menos”. Después de estudiar argumentos con números estadísticos elaborados al respecto, se llegó a esta conclusión inusitada: “Tener o no tener la posesión del balón no tiene una influencia muy importante en la prestación física de los jugadores… El talento técnico-táctico de los futbolistas deba condicionar la elección del plan de juego por parte del entrenador. No todos los equipos pueden apostar por la posesión del balón si quieren tener éxito”. Por tanto, una vez más, las verdades absolutas del fútbol se convierten en relativas según los enfoques de cada momento específico y de cada partido.  En todo caso, las distintas categorías del juego del fútbol han pasado por etapas tácticas, las variantes de los dibujos y formaciones, la preponderancia de las cualidades físicas de los futbolistas, la transferencia táctica del hombre - atlético al hombre-balón asociativo pasó por etapas de ida y vuelta, etc.

            Porque, lo contario a no tener el balón, será la inseguridad y los riesgos frente al equipo oponente. Por otra parte, la velocidad física sin balón estará orientada al marcaje, a la anticipación, al corte, al cierre zonal de espacios, etc. Pero, todo condicionado a lo que proponga el equipo contendiente. Por cuanto, la mayor iniciativa será la del repliegue más o menos intensivo, en zonas defensivas con acumulación de hombres mejor o peor posicionados dentro de su propio campo, o a la altura del área de penalti, o más cerca de su propio portero. La iniciativa individual o colectiva estará siempre condicionada al propietario del balón, por tanto, una iniciativa de suma cero o negativa. Por tanto, el criterio de Mourinho manifestado en “The Coaches voice”, junio.2019, se contrapone al criterio único de la posesión como concepto superior, aunque podemos ver la importancia del juego “sin balón” en los últimos partidos del R. Madrid como para defender un resultado incluso “tirando el balón a tomar por saco”, según dijo castizamente Zinedine Zidane. 

            El no lo hizo en “La Novena” porque fue un remate para conseguir gol, no para evitarlo, como plasmé en mi libro “Futbolandia. Ensoñaciones, realidades y virguerías del fútbol”: “… metiendo el balón entre los palos de la portería, tiene un imán que condiciona a todos los participantes: la pelota. Esa esfera que, en el momento actual, ya no se sabe muy bien si es de cuero o de qué material resistente, que pesa entre 396 y 453 gramos… La pelota obedece a algunos jugadores más que a otros, los virgueros saben encontrar los puntos de contacto adecuados para que la redonda se dirija a donde ellos quieren, domándola, acariciándola, llevándola por los mejores caminos posibles y subyugando a miles de espectadores en partidos altamente competidos, cada vez más”. También escribí sobre “la novena sinfonía de Zidane” en aquel golazo que sirvió para conseguir la “Champions” con el Real Madrid. No me extraña que Julián Marías escribiera: “Solo entonces Zidane comprendió la naturaleza azarosa, improvisada, inesperada de aquel balón: era sobrenatural, un regalo caído del cielo. El resto lo puso él. El parece también a veces caído del cielo. Por eso supo reconocerlo, y hacerlo carne, y luego verbo”. Alguien decidió que en un momento específico se juntaran la técnica de un fenómeno futbolístico con un balón a la velocidad y altura justa… Y las potencias del balón se hicieron realidad, “carne y verbo” como dijo Marías…

            El nivel medio técnico-táctico de la Liga 2019/20 es muy bueno, ahí tenemos a un recién ascendido como Granada que está comenzando el Campeonato de manera excepcional. Y goleando, propiedad nada común en los equipos de bajo presupuesto. Pero es que además de buen culto al balón, el Granada se expresa con mucha velocidad física, destaca este componente nada más observar el partido en cualquier zona geográfica del campo de juego y con una excelente circulación de la pelota. Y es bonito comprobar que estos equipos de bajo presupuesto sean precoces en la obtención de puntos para animar esta Liga tanto por arriba como en los puestos traseros. Es fundamental que la batalla por los puntos sea exigente, por cuanto es la mejor manera de que todos los equipos compitan al máximo y la Liga comparta entre muchos más equipos los puntos globales a repartir.

            Salamanca, 18. setiembre. 2019.