Reflexiones para la enseñanza del fútbol. 3 de 3.
“La educación es un proceso humano y su condición relacional es indispensable en el proceso de enseñanza-aprendizaje. (Jorge Balladares, ETHIC, agosto 2023).
Antes de que yo recurriera a los textos citados, Dante Panzeri había reflexionado sobre el hecho formativo en su “Dinámica de lo impensado”. “El “muchacho de la calle” está en un constante “entrenamiento para el fútbol”, en su constante necesidad de esquivar los riesgos y las leyes de vida propias del libertinaje callejero. El “muchacho de su casa” difícilmente tenga otro acceso al fútbol hasta no llegar a la cancha misma. Uno convive con la picardía; el otro convive con el orden. Y el fútbol no es precisamente orden en el sentido académico de la expresión. Mucho más, es desorden. Mucho más que orden es picardía, siendo que es “arte del imprevisto”.
“Favorecer el acto creativo no debe confundirse con el caos, este acto requiere disciplina ya que en definitiva se trata de un orden que permita caos, se trata de construir una situación que responda a las reglas del juego, a las normas del modelo de juego y permita el universo de las acciones creativas y que éstas resuelvan la problemática que la situación provoca”. (“Reflexiones para la enseñanza del fútbol” en “Memoria Académica”, Medina, Juan Cruz).
(…) ”Tanto el modo analítico como el global sirven a la enseñanza si lo que se pone por delante es el juego. De todos los métodos podemos valernos para dialogar, siempre que lo que se ponga por delante sea el juego. Si nuestra meta es que se estimule el diálogo con el fútbol, los diferentes métodos nos permiten establecer el centro de atención sobre dimensiones diferentes de las mismas problemáticas o bien problemáticas diferentes”.
(…) “El equipo, el jugador y el fútbol comienzan así el debate infinito. Como formadores, no estamos en este proceso para decir lo que hay que hacer, eso lo dice el juego, estamos para poner a disposición herramientas que colaboren con el diálogo. El propósito es generar y sostener un debate con el jugador que vaya desentramando los secretos del fútbol. Es fundamental para la formación mantener un vínculo estrecho con el fútbol: debe conocerlo y cuanta más profundidad y amplitud tenga este conocimiento mejor, porque dispuestas las partes al diálogo, se debe poner concepto”.
(…) “Si nos preguntamos por dónde empezar a enseñar la respuesta es comenzando un diálogo y uno de los mejores modos es jugando al fútbol, del modo en que se pueda en ese momento y en ese lugar. Todo puede variar, pero el fútbol es el mismo: al comenzar jugando al fútbol la pelota rueda y el diálogo fluye. El juego es una obra en la que se conoce la trama, pero no el desenlace, los intérpretes ejecutan acciones con determinadas expectativas y el resultado es incierto (por la acción del rival, porque la acción seleccionada no era la mejor para resolver esa situación o porque la suerte lo decide). Estas tensiones influyen en las emociones de las personas y desafía el autocontrol que el reglamento, los principios y los acuerdos colectivos requieren”.
(…) “El tiempo de práctica implica el tiempo de juego y además el tiempo de reflexión sobre el juego. Diseñar tareas que permitan la actuación de los jugadores consiste en preparar el escenario de la acción y esto requiere disponer el andamiaje disciplinario que servirá de apoyo para el acto creativo, para generar caos primero se debe conseguir orden, el caos no es bueno en sí mismo, solo es provechoso cuando es provocado intencionalmente y cuando se presenta como caos para el adversario”.
(…) “El riesgo que supone la inestabilidad y la incertidumbre opacan y hasta anulan cualquier proyecto colectivo. Lo fundamental en los deportes es generar certidumbre interna e incertidumbre externa. Que el equipo sea lo más previsible a nivel interno (cuando todos saben a qué juegan) y lo más impredecible para el oponente (a partir de generar desconcierto). Para lograr el andamiaje que requiere la situación encontramos por un lado aspectos disciplinarios que distribuyen en el espacio y regulan el tempo de las acciones; por el otro, los principios del juego, los conceptos y los acuerdos colectivos que permiten dotar de certidumbre al trabajo colectivo, además de poner en palabras aquello sobre lo que queremos la atención de todas las personas participantes en la tarea”.
(…) “Queda por recorrer un gran camino sobre la profundización en la estructura y diseño de situaciones, en cómo articular las acciones que se requieren para su resolución y buscar diferentes patrones con puntos de orientación para las acciones (orientaciones para el colectivo y para el jugador)”.
Concluiremos con una última reflexión (Jorge Balladares, “ETHIC”, agosto 2023): “La triada ser humano, naturaleza y tecnología se constituye en un nuevo escenario relacional para pensar en un nuevo humanismo, en el que el ser humano viva en armonía con la naturaleza y tenga la responsabilidad de su cuidado y preservación”.
Aunque no me resisto a plasmar, una de tantas buenas reflexiones de Dante Panzeri, en su “Dinámica de lo impensado”: “El fútbol es el más hermoso juego que haya concebido el hombre, y como concepción de juego es la más perfecta introducción al hombre en la lección humana de la vida cooperativista”.
(…) ”Claro está, siendo coherentes, debemos también aceptar lo que nos dijo con tanta sabiduría: “El fútbol es ciencia oculta de imposible enseñanza académica. El fútbol es empirismo”. Aunque es apabullante lo que decía Warren S. McCulloch, del laboratorio electrónico del “Instituto de Tecnología de Massachusetts” en abril de 1965: “Una computadora no puede cambiar de opinión, como el hombre, catorce veces en tres décimas de segundo”. Y añadió que el hombre puede hacerlo porque posee un trillón de neuronas computadoras con un total de dos millones de componentes biológicos separados. Seguramente que Warren S. McCulloch no pensó estar “hablando de fútbol” cuando formuló esa declaración”.
2.Junio.2024.