Hay que sanear las pústulas infectadas del fútbol.

“Las enfermedades no nos llegan de la nada. Se desarrollan a partir de pequeños pecados diarios contra la Naturaleza. Cuando se hayan acumulado suficientes pecados, las enfermedades aparecerán de repente”. (Hipócrates).

No obstante la belleza intrínseca del fútbol, nos podemos encontrar con fenómenos no extinguidos del fútbol pero muy perniciosos como un “hooliganismo” exacerbado, aunque oculto en momentos concretos; así como otros fenómenos larvados como la corrupción arraigada y expresada con formas muy sofisticadas (recientemente el caso Negreira), la xenofobia, y el desprecio manifiesto con un racismo latente y profundo que lacera figuras incluso con éxitos profesionales. (El caso Vinicius). Y esto ha explotado en 2023 pero los hechos como los de Negreira se habían gestado allá por el 2000, o vete tú a saber...

En “Infolibre” pude leer a Ángel Munarriz, aspectos poco edificantes para el fútbol:”El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, arrancó directamente su comparecencia en la cumbre del G7 hablando del caso Vinicius: “Es importante que la FIFA, la liga española y las ligas de otros países tomen medidas serias, porque no podemos permitir que el fascismo y el racismo dominen en los estadios de fútbol”, solemnizó. “Los insultos racistas al delantero no eran sólo portada de diarios y cabecera de informativos de radio y televisión en España, sino que saltaron al menú internacional. Deportivo y no deportivo. El esquema narrativo se repetía: el caso Vinícius ponía a España, y especialmente a sus autoridades deportivas, ante la evidencia del racismo y ante el desafío de tomar medidas eficaces para atajarlo”.

“Las crónicas incluían la intervención en el fragor de la polémica de Javier Tebas Medrano, presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), una entidad decisiva en la organización del espectáculo más seguido de España y representada junto al Gobierno, la Fiscalía y el Consejo Superior de Deportes en la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia… Tebas y La liga tiene un largo historial de crear protocolos y burocracia que acaban en nada o perjudicando a las víctimas…”

“Lo que sí hizo Tebas, exmilitante de Fuerza Nueva, seguidor de Vox y profesor en una academia en la órbita del partido de Santiago Abascal, fue enzarzarse en público con el futbolista justo cuando este, al que habían llamado "mono" dentro y fuera del estadio, decía "basta". El presidente de la Liga consideraba injustas las críticas de Vinícius y, como respuesta, destacaba las medidas adoptadas durante su mandato, delimitaba competencias y hacía reproches al jugador. Y todo ello ocurría en medio de un terremoto que compromete la reputación del fútbol español”.

“Está en riesgo la reputación de la Liga? Xavier Ginesta, profesor de Comunicación y Deporte en la Universitat Central de Catalunya y uno de los grandes especialistas en el negocio del fútbol en España, toma aire para valorar una situación compleja y con aristas. "Los cambios en la reputación se ven a largo plazo, no de un día para otro", señala el autor de “La disneytizacion del fútbol”. A su juicio, los efectos del caso Vinícius sobre la imagen del fútbol español tardarán en ser medibles y en ningún caso serán drásticos. Conviene relativizar, dice, y más aún en España, inmersa en una campaña electoral en la que "todo el mundo está jugando sus cartas". Ahí incluye a los partidos políticos y también a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, que ha dirigido las críticas contra el sistema arbitral”.

“Ahora bien, Ginesta sí señala a Tebas: "Tengo la percepción de que, más que los hechos en sí, lo que puede dañar la reputación de la Liga es el señor Tebas con su verborrea. Eso es más preocupante para la Liga que Lula aprovechando para hacer política con el fútbol". Ginesta señala que el caso Vinícius no es el primero en el que Tebas ha actuado de manera "poco meditada" y "plenipotenciaria", lo que ha acabado generando "anticuerpos en algunos clubes" incluso a pesar de que se le reconocen méritos de gestión. También ha actuado de manera "poco meditada", añade, pronunciándose sobre las posibilidades de fichar o no de los clubes, por ejemplo del Barcelona. "Da la impresión de que quiere convertirse en el árbitro de la competición. Y eso es perjudicial para la propia Liga",

"Seguirá habiendo problemas de racismo, porque somos una sociedad que no aprende. Pero pasará", dice. Lo que difícilmente pasará, añade, es la tendencia a la "visceralidad" del presidente de la Liga. Además, es profesor del Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (Issep), con raíces Le Pen Francesas.

Pero no equivoquemos el foco, tampoco la FEF y su presidente han estado a la altura, igual que algunos elementos de la Justicia muy tibios en sus desempeños, y otros organismos formales. Sin excluir los estamentos arbitrales, los árbitros han cometido prevaricación permanente haciendo culpable al inocente y no protegerlo con el Reglamento en la mano.

Ahora la cuestión es como se resolverán estos puntos que ennegrecen la pureza de un fútbol que debe tener aficiones que defiendan a los suyos pero que respeten deportivamente a los contrarios, esa será siempre una de las mayores valencias para que disfrutemos de la belleza del fútbol.