Podrá sonar como el cuento de “Alicia en el País de las Maravillas”, pero no podemos reprimir cualquier idea a desarrollar y que hagan progresar el juego del fútbol en su conjunto. La expansión de los cuerpos técnicos de los equipos de fútbol es un síntoma de esta inquietud, pero también una oportunidad para reformular el juego desde sus zonas ciegas. 

A continuación, propongo ciertos perfiles que deberían incorporarse a los equipos técnicos, acompañados de los ámbitos concretos que podrían mejorar:

Concretaremos que los “staffs” del futuro no deben ser una acumulación de técnicos, sino una “ecología del conocimiento”. Se trata de salir de la tecnocracia y entrar en la sabiduría interdisciplinaria, rompiendo la burbuja futbolera. Solo así será posible que el fútbol no se estanque en la repetición de fórmulas que ya “dan resultado”, sino que se abran nuevas sendas estéticas, culturales y humanas.

Así que el entrenador principal ejercerá de “Director de Sinfonía”: Diseña la táctica, lidera los entrenamientos, decide alineaciones. Da sentido a la idea de juego como relato coral. Más que imponer, orquesta. El “segundo entrenador” asiste al entrenador principal, organiza tareas de campo, cuestiona verdades fijas, introduce dudas fértiles. Hace pensar… Y un “Coreógrafo”, el preparador físico que mejora capa ciudades físicas, prepara microciclos, entiende al cuerpo como lenguaje, crea ejercicios que sean también danzas. Hablaríamos también de un “Topógrafo Invisible”, ese que estudia rivales, elabora informes, secuencia jugadas,detecta “atmósferas”; “tensiones”; “tramas ocultas del juego”.

Y suma y sigue, un “Escuchador Profundo” (Psicólogo deportivo) que trabaja la motivación, la concentración. Crea espacios donde el jugador pueda habitarse a sí mismo, no sólo rendir. Por supuesto, “El Traductor de los Silencios”, un “Antropólogo del vestuario”, que lee las dinámicas invisibles del grupo, previene grietas culturales o simbólicas. Y también un “Guardián del Sentido” que recuerda por qué se juega e introduce preguntas, no respuestas, defiende la coherencia ética.

Toda esa amalgama de “especialistas” se complementaría en la realidad con “Un poeta del Umbral”, que como entrenador de porteros enseña técnica específica para cubrir el arco, transforma el miedo en intuición, y enseña a convivir con el margen de error. Por supuesto debe incorporarse un “Maestro de Juegos”, un “Coordinador creativo”, que aplica juegos específicos inventando acciones que mejoren el rendimiento.

Como vemos, el corolario es inacabable por cuanto el aprendizaje en el fútbol no acaba con saber golpear la pelota, sin más, y situarse en el campo con las geometrías al uso. Sin duda, a futuro, encontraremos especialistas impensados. Todos aquellos que puedan ayudar al entrenador principal, colaborando y no competiendo con él, dando un sentido más global a una concepción general más creativa del juego.

Habrá algún momento donde el equipo de entrenadores superará al de los propios jugadores.

Salamanca, 6.noviembre. 2025.

Sezione: Editorial y Opinión / Data: Jue 06 noviembre 2025 a las 00:01
Autore: MAROGAR .
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