Fútbol pedagógico. 2 de 2.

24.08.2022 00:00 de MAROGAR .   ver lecturas

“Cualquiera puede jugar al fútbol. Bien, pocos. Verdaderamente bien, unos cuantos elegidos. Sin embargo, es esa minoría de jugadores con talento, es esa aristocracia del fútbol, la que impide que el fútbol sea un espectáculo aburrido, monótono y unidimensional. Sin ellos, el fútbol estaría hecho sólo a la medida de las pasiones del hincha y la rivalidad entre clubes. Sería un juego harto primitivo”. (Andrés de Francisco, www.rebeliónorg.es). 

           Sin ellos, el fútbol quedaría reducido a la estadística fría: número de goles, frecuencia de lesiones, horas de juego, kilómetros recorridos, pelotas recuperadas, pases fallidos, etc. Eso en lo que se refugian los entrenadores mediocres. Sin ellos, el fútbol no sería más que esfuerzo y lucha. Pero el talento crea la belleza, y la belleza permanece”. Justo el fútbol pedagógico que aflora y aporta por siempre… La belleza improductiva es tan mala para el fútbol como la utilidad sin belleza. Y no es un equilibrio utópico porque el buen fútbol -que es el más bello- es también, ya lo dije, el más efectivo y práctico”.

            Ahora bien: no se puede crear belleza sufriendo. La creatividad en el fútbol va ligada a la experiencia de la diversión… A su vez: para que los jugadores desplieguen su talento, hagan buen fútbol, creen belleza y se diviertan con ello; para todo eso es necesario que el jugador tenga confianza. La confianza del entrenador que se convierte en confianza del jugador en sí mismo o la refuerza. Un futbolista con confianza tiene fe en su juego, quiere la pelota, se atreve a hacer cosas sin miedo, juega suelto sin mirar de reojo al míster o a la grada, se siente libre… libre para crear. Esa libertad - sin la que el futbolista se hace un autómata - nace de la autoestima, que a su vez nace de la confianza. Sin confianza, sin autoestima, sin libertad, en el fútbol, como en cualquier otro quehacer de la vida, no salen las cosas bien. Y cuando un jugador no quiere el balón - porque no se siente con libertad ni confianza -, al final el balón no lo quiere a él”.

            “El talento no se enseña; se descubre. Y una vez descubierto, se lo ayuda a crecer. A mi entender, ésta es una de las misiones principales del buen entrenador. Y por eso – creo - es tan importante que haya buenos entrenadores en las canteras de los clubes, es decir, allí donde se enseña a jugar al fútbol, allí donde se forman futbolistas… El talento, no piense nadie lo contrario, es un bien frágil que hay que afianzar… Desgraciadamente no siempre es así, y la pedagogía en el fútbol a veces pierde la sensatez. A poco que uno se asoma a ese mundo de las canteras de fútbol, verá que muchos críos juegan con temor y angustia, como aherrojados, porque temen la represalia de su entrenador. Verá que todavía hay entrenadores que obligan – sí: “obligan” – a los niños a hacer mal fútbol en la falsa creencia de que así ganarán”. 

           (…) “Verá entonces que los niños no se divierten sino que sufren, que parecen pequeños soldaditos obedientes, más que chavales con desparpajo y descaro; que se quitan el balón de encima en lugar de pedirlo y jugarlo con la confiada naturalidad que dicta su talento creativo… En las canteras, más que en ningún otro sitio, los entrenadores deben perseguir la victoria jugando bien al fútbol… Que los niños se atrevan, que se suelten, que disfruten. Darán mucho más de sí, correrán más, lucharán más, jugarán mejor. Lo que un entrenador no saque de un crío a base de confianza - y, por qué no: también de cariño - no lo va a sacar metiéndole miedo en el cuerpo y amenazándolo”.

            Añadiendo aspectos pedagógicos del fútbol, concretar que “el fútbol no solo lo juegan los jugadores. El fútbol es un espectáculo que integra al espectador. Y éste tiene también su orgullo, y su identidad colectiva… La pasión es potencialmente belicosa… No hay mejor filosofía de juego que la del buen fútbol”.

            Tremenda manifestación de la que no debemos abstraernos sino colaborar positivamente a su superación.

            24.agosto.2022.