"El éxito del Liverpool se basa en el socialismo", según su Director General.

11.11.2019 09:56 de  MAROGAR .   ver lecturas

 “Yo estaba hecho para el Liverpool y el Liverpool estaba hecho para mí”.  (Shankly).

             Aún creen muchas empresas que el marketing es ventas o publicidad. Y es que las empresas precisan mejorar la visión de los clientes, así como potenciar las ventas corporativas, promocionar sus productos y servicios. Y en un equipo de fútbol, ¿cómo se hace? Debiéramos tomar aspectos de la visión del “Padre del Marketing”, Philip Kotler, esa función que busca identificar necesidades y deseos no satisfechos. Y la necesidad de entender mejor el escenario donde compiten los equipos de fútbol supone focalizar el “producto”; también el “precio”; la idiosincrasia del entorno cuestión que en el fútbol la “plaza” puede estar ubicada en todo el globo, aunque los protagonistas solo oigan las voces de los aficionados más próximos; y por último encontrar los mecanismos que movilicen mediante la “promoción”. Y todo ello aderezado con los distintos tipos de marketing: de servicios, relacional, estratégico, y ser incisivo cada vez más en el marketing digital. Todavía muchos clubs de fútbol son adquiridos como medios para propagar marca del millonario de turno, para publicitarse personalmente, para influir en determinados aspectos de la ciudad o del entorno de influencia del club… De ahí que muchas veces no nos expliquemos los porqués de la propiedad para gestionar con caprichos, ejemplo muy reciente lo hemos visto en el Valencia, tanto el Director General como el entrenador ya no están en el club a pesar de los éxitos conseguidos; no digamos el estado vegetativo del Málaga, dando tumbos deportivos durante años. Por eso, es interesante que personalidades como la de Peter Moore intervengan muy activa y científicamente en esas sociedades que precisan “otras” ideas distinguidas… 

             Entrevistaron a Peter Moore, como director general ejecutivo del campeón de la “Champions”, y reflexionó sobre lo singular del club a su cargo, así como los desafíos de la industria del fútbol. (ElPaís, 9. octubre.2019, Diego Torres). Curiosamente, Moore no es un hombre del fútbol, no es un “viejo zorro” del mundillo futbolístico. Sin embargo, es un experto en marketing, y un gran desarrollador de la industria de los videojuegos. Llevaba cuatro décadas sin vivir en Inglaterra cuando le nombraron director general del club en 2017. “Bill Shankly, un socialista de Escocia que construyó los cimientos. Incluso hoy, cuando hablamos de negocios nos preguntamos: “¿Qué haría Shankly? ¿Qué diría Bill en esta situación?”. Era un verdadero socialista que creía que el fútbol consistía en trabajar juntos. En el departamento de marketing nos reunimos y dijimos: “Vamos a poner esto en palabras”. La conclusión fue que la idea esencial del Liverpool es que esto significa más. Más que ganar o perder. Más que ir al fútbol, juntarse en el “pub” y marchar a casa… Él lo definía como socialismo. Pero no en un sentido político, sino en el sentido de solidaridad”.

             (…) “Hay un estandarte en “The Kopp” que dice: “La unión hace la fuerza”. Liverpool es una ciudad socialista, de tradición obrera, muy unida al puerto. Una vez fue el puerto con más tráfico del planeta. Eso ha cambiado, pero queda el sentido de la unidad y de la insularidad, en cierta medida. La gente muchas veces se ve como “liverpolita”, no necesariamente como ingleses. Es extraño. Es, como dicen los norteamericanos, un “círculo de carretas”. Esa cultura se fortalece con un sentimiento que Shankly expresó en la idea de trabajar juntos en el campo bajo la máxima de “pasar la pelota y moverse”. Es muy simple: “pasa la pelota y muévete para ofrecerte a tu compañero”. Hay una canción de los hinchas de hace 60 años que describía este estilo como “poesía en movimiento”. No es exactamente el “tiqui-taca”. Pero se produce cuando el juego fluye libremente con contragolpes muy rápidos. Es nuestra marca”.

            (…) “Él (Klopp) ya es un clásico de Liverpool. Él se inclina más hacia la izquierda que hacía la derecha. Klopp puede decir exactamente lo mismo. Entiende perfectamente los elementos socialistas que impregnan el club y la ciudad, los desafíos que emocionan y lo que significa el club para mucha gente que no ha tenido la oportunidad de tener nada mejor en la vida que su amor por el club. Durante una época el símbolo de la ciudad fueron los Beatles. Ahora es el fútbol…Los ritos de paso de muchas generaciones se relacionaban con el día en que tu padre te llevaba al partido. Ibas al campo, tu padre te presentaba al equipo y no había negociación posible. Sea cual fue ese equipo, sería tu equipo. Eso ya no sucede. No porque a los jóvenes no les interese el fútbol, sino porque la oferta es más amplia a través de la conectividad. Pueden hacer muchas otras cosas en la vida: pueden navegar, pueden relacionarse en las redes sociales… Lo observas en la emergencia de los juegos electrónicos: una industria de 240.000 millones de dólares. ¡No hay tiempo! Esa es la clave. Competimos por el tiempo. Competimos por los períodos en los que podemos permanecer atentos a algo. Eso no existía cuando yo era un crío: mi generación, en la posguerra, solo podía obsesionarse con los cromos y la idea de ir al fútbol los domingos por la tarde. El fútbol hoy en día requiere horas de atención. Y el niño moderno vive atomizado: diez minutos aquí, quince allá… Todos los deportes afrontan ese problema de audiencias. La NFL ofrece partidos de tres horas y media. ¿De verdad van a concentrarse en eso los fans del futuro?”

            (…) “… debemos enganchar a los aficionados más jóvenes. Estamos considerando nuevos ángulos para las cámaras, algo que te transporte al campo de juego de una forma más próxima, el concepto del “true view”, algo que se parezca al juego de EA, el FIFA. Ese es el objetivo. Seleccionar puntos de vista con cámaras que se muevan en 360 grados y que permitan a los espectadores de televisión interactuar y entretenerse. Hay que pescar donde están los peces. De lo contrario, no los vas a sacar de sus habitaciones: preferirán estar viendo a sus “youtubers” favoritos, o al “Twitch Dream”. Preferirán estar jugando al “Overwatch”, al “Fortnite”, al “FIFA”… al “Impact Legends”… Los jóvenes interactúan con sus amigos de esa forma. Cuando era un niño yo interactuaba jugando al fútbol porque no había otro modo”. (…) “Claro que miramos a los jugadores sobre el terreno. No podemos olvidarnos del punto de vista analógico. Pero también están los analistas como Ian Graham, doctor en ciencias del deporte, que hizo el informe que recomendó el fichaje de Klopo sin ver ni un solo partido del Dortmund porque solo analizó las estadísticas. Jürgen flipó. Pero esto no es tan extraño. En la fábrica de videojuegos de “Electronic Arts” encuentras gente que jamás jugó ni le importó mirar un videojuego: solo analizan datos. Miran las tendencias, miran cómo se puede calibrar el juego, dónde se bloquean los jugadores… y proporcionan esa información al equipo de desarrollo para que introduzca mejoras. Cuando fichamos a Salah los técnicos llegaron a la conclusión – solo mediante el análisis de los datos numéricos de unos cuantos futbolistas – de que Salah era exactamente el tío que buscaban”.

            (…) “Los datos validan tus convicciones. Actualmente los cuerpos técnicos recogen datos y los analizan durante los partidos: kilómetros recorridos, córners lanzados, posesión… Los americanos comenzaron por el béisbol, en donde las variables son mucho más limitadas que en el fútbol. El tío que lanza la bola debe lanzarla en un marco muy reducido que es la “strike zone”. Los clubes buscan jugadores y dicen: “necesitamos un bateador zurdo que tenga un porcentaje de más del 60% de bateos de lanzadores zurdos en diastancias específicas…” Eso es el “moneyball”. Es el legado de John Henry y Mike Warner como propietarios del Liverpool y de los “Red Sox”. Hacía 86 años que no ganaban las series mundiales y aplicando ciencia y tecnología las han ganado cuatro veces en los últimos 16 años”. A pesar de todo, me encanta el pragmatismo en estos temas que resuelve a partir de esta pregunta: “¿El “big data” fue clave para ganar la “Champions”? – No”.

            “Nuestros propietarios no han tomado ni un penique de beneficios. Saben lo que significa. Lo he visto. No tienen un dividendo. Jamás han recogido los beneficios. Jamás han dicho: “hemos ganado 10, quiero el 50%”. Nunca ocurrió. De hecho, el dinero va en sentido contrario: se gasta en capitalizar el club. Gastamos en la nueva tribuna de Anfield, en construir la nueva ciudad deportiva de Kirkby, en apoyar la tecnología… Ese es dinero que invierten. La valorización de un club de fútbol produce beneficios a largo plazo. Tal vez esperan 10 ó 20 años, y entonces recojan beneficios. Eso se llama paciencia. Cuida tu patrimonio, sigue adelante, y seguro que ocurrirán cosas buenas. Si compras buenos jugadores, mejoras el equipo, si mejoras el equipo ganas títulos, si ganas títulos aumentas tus ingresos. Es el clásico circulo virtuoso”.

            Fabio Capello reflexionó en “Sky Sports”: “La conexión entre el equipo, Klopp y los fans es algo único… La atmósfera de Anfield es fantástica, el equipo refleja el sentir de los fans”. También precisó: “Guardiola es diferente, creo que hace jugar al equipo como si estuvieran en un teatro. El espectáculo es muy bueno, pero es como ir al teatro”. Es una descripción del concepto de fútbol de unos y otros. Ambos técnicos son defensores y máximos exponentes del “Gegenpressing”·, concepto definido a la parfección por el alemán; “El mejor momento para recuperar el balón es inmediatamente después que tu equipo lo haya perdido”.  Yo me apuntaría a este tipo de gestores que aportan responsabilidad social, muy por encima de hacer socios y cobrar abonos para llenar el campo, vender camisetas e intermediar con jugadores de fútbol. Es una visión superior a la que debemos aspirar en el futuro…

            Guardiola, en la previa al partido, aseguró: “Para mí como entrenador, la temporada pasada cuando ganamos la “Premier League”, el Liverpool es el mejor rival al que me he enfrentado en mi carrera… Ahora mismo, es uno de los equipos más fuertes del mundo; sabemos lo que significa estar en Anfield. Son noventa minutos y vamos a intentar seguir nuestro plan de juego”. El domingo día 10 de noviembre, el enfrentamiento Liverpool-Manchester City se selló con victoria local de 3-1. Dos goles muy tempraneros del Liverpool y un nuevo gol posterior, puso demasiado resultado como una losa para Guardiola, aunque éste protestara a su estilo con dos jugadas dudosas que le hubieran facilitado el resultado. Pero hubo un ganador contundente hasta el punto que se ha encaramado con 34 puntos, siendo segundo Leicester City con 26 puntos; Chelsea 26; y Manchester City se sitúa con 25 puntos, nada más y nada menos que a 9 puntos. Demasiados a estas alturas. Por tanto, Liverpool se consolida como esa gran escuadra que aporta muchas variantes a un nuevo fútbol, tanto dentro del terreno de juego como fuera de él.

Salamanca, 11 de noviembre de 2019.