EDITORIAL: "LA ELÁSTICA"

19.05.2008 13:57 de  Redacción esFutbol   ver lecturas
EDITORIAL: "LA ELÁSTICA"

Hay especialistas en regates espectaculares. Son maestros de las improvisaciones, siempre en contacto con su amiga la pelota, a la que tientan, la amaestran, la quieren, la controlan, les dan el movimiento preciso, la ponen siempre en un pedestal. La imaginación al poder parece aceptarse por los admiradores de este arte efímero… Y hasta la publicidad se aprovecha de sus espontaneidades porque llegan a empaquetar imágenes perdurables de lo que antes era fugaz cuando quedaban tan solo en la memoria para admiración de aquellos que tuvieron el privilegio de asistir, en aquella ocasión, a una jugada tan excepcional. Estos especialistas son pocos y geniales. Lo que les hace seres insólitos.

Ronaldinho es uno de nuestros favoritos porque su gama de recursos es espectacular. El es imaginativo pero seguro que, desde niño, nunca paró de mirar a otros para aprender y mejorar sus prestaciones. Hasta su padre le decía de niño: “Nada de regates”. Y él, inocentemente, confirma: “Cuando eres crío siempre obedeces”. Pero, en realidad, él se tomaba sus correspondientes licencias, entre las que se encontraba uno de los regates más espectaculares de siempre: “La elástica”. En realidad, su padre le indicaba que en cuanto recibiera el balón diese dos toques y pasara el balón…

Porque los gestos técnicos del brasileño embellecen la mayoría de los partidos jugados con su equipo. Con absoluta naturalidad, mezcla tanto rabonas y taconazos; pases ciegos y sombreros; contrapiés y vaselinas; incluso hasta las espaldinhas (Golpeos orientados con la espalda) le salen con fluidez. Su fútbol fluye alegre, musical, comunicativo y cualquier parte de su cuerpo puede llegar a ser utilizado para jugar la pelota. Desde luego, transmite energía y contagia optimismo. Es un importante representante del “jogo bonito”, aún siendo un pura sangre de 1,82 metros y 76 kilos; que igual regatea que elimina rivales tanto por potencia como por velocidad.

Con asiduidad, los canales de internet y televisiones registran sus jugadas atrevidas e intentan descubrir cada uno de sus secretos. Si su padre, Joao da Silva Moreira, viviera no tendría nada que recriminarle, aunque habría deducido que su hijo le engañaba porque, en realidad, Ronaldinho había practicado horas y horas esos quiebros a escondidas… De hecho, “La elástica” fue una gran creación de Roberto Rivelino, ese era su autor original, un exquisito futbolista que aunaba técnica y potencia, que llegó a utilizar el 10 de Pelé y disponía de una “patada atómica” de excelentes resultados; como demostró en México70.

Centrándonos en “La elástica” de Ronaldinho, es una auténtica diablura que necesita unas premisas: Estar uno contra uno frente al defensa y tener espacio para salir. El jugador nos recuerda: “Me sale con naturalidad”. El movimiento eléctrico aparece a partir de ofrecerle el balón al marcador casi en el medio de sus piernas; de pronto, se acomoda preparando la desaparición de la pelota, pegado el pie derecho al balón; éste a la derecha del pie activo, de pronto contacto del cuero con el exterior del pie que rueda por encima del balón y hacia fuera; es justo en este momento donde el cuerpo se ha avalanzado en la misma dirección…

Es ese movimiento, precisamente, el que confunde al contrario que se va en busca del cuerpo porque el balón llega a perderlo de vista. Sin levantar el pie y en el mismo momento que cae al suelo, sirve para tocar con el interior del mismo pie hacia la izquierda del jugador salvando al defensor con un cambio sorprendente de la trayectoria del balón, del mismo modo que también le sirve para impulsarse en la salida en velocidad. Es un golpe seco del cuerpo, pero el balón prácticamente no pierde el contacto con el pie del jugador, la acción es simultánea pero continua; pausa y velocidad en la misma acción, la pausa para encelar al defensor y la velocidad para dejarlo vencido.

Es un regate diabólico, la pierna de apoyo ha jugado su papel importante, hay un momento de máxima separación de piernas que puede dar lugar a una lesión de los músculos abductores y adductores de las piernas, también a una exigencia máxima de los tobillos tanto de la pierna de apoyo como la de regate y maniobra con el balón. Esta jugada ya la había practicado Ronaldo en 1996 cuando jugó en el Barça, recuerdo una muy sonada que le hizo al defensa Geli, del Atlético de Madrid.

Todos los niños brasileños querían copiar los gestos más brillantes de sus ídolos y en “La elástica” su modelo era Rivelino. Ronaldinho reconoce que “Era más difícil hacerlo con el balón pequeño”. Trezeguet, el jugador francés, decía “Lo admiro mucho, es un gran jugador… “; mientras que Robert Pires, el jugador del Villarreal decía:”Intento hacer sus regates como “La elástica”, pero quiero demasiado a los ligamentos de mi rodilla”.

Sin duda se necesita una gran potencia en el muslo y una enorme capacidad de giro y elasticidad en el tobillo. Ronaldinho busca la excelencia a pesar de su carácter displicente: “Para que sea perfecto, el balón no se puede despegar del pie”. La verdad es que se necesitan muchas más cosas, horas de práctica, talento, técnica, atrevimiento. Se recuerda especialmente aquel regate que le hizo a Carlos Cuartero, capitán del Zaragoza.

En abril de 2008, este monstruo del fútbol, permanece lesionado y sin jugar en su equipo, Barça, por motivos no declarados con transparencia. Cualquiera que sea la situación, el fútbol necesita de estos jugadores creativos. Aunque sea por ver “La elástica” y otros regates maravillosos de vez en cuando. Eso sí, es tal la intensidad que se necesita para esta jugada, que el futbolista debe estar preparado física y mentalmente para su profesión. El ha recibido unos talentos para hacernos felices con su fútbol y no le perdonamos que se quiera dedicar a otras facetas menos profesionales. El nació para ser feliz jugando al fútbol y para hacernos felices a los demás…

MAROGAR (Mayo 2008)