"TÉCNICA FUTBOLÍSTICA, MEJORAS Y HALAGOS/1 de 2."
De tanto hablar de las generalidades del fútbol nos olvidamos de algo sustancial en este deporte: La técnica. La "techne" traducida como "ciencia", incluso como "arte", que contribuye al rendimiento supremo del equipo a través de cada uno de sus futbolistas. Y tanto con balón, sin él, así como la habilidad para proteger la pelota de los contrarios. Al fin y al cabo, las acciones en el fútbol son muy variadas. Pero los juegos colectivos permiten disimular ciertas carencias tácticas, incluso sus capacidades físicas; en todo caso las limitaciones técnicas van más inherentes a la individualidad. Las competencias del futbolista suelen asociarse a la técnica con balón, se valora mucho más el regate, el manejo en corto, los golpeos, los controles, etc., mucho más que a las cuestiones tácticas. Las influencias del fútbol practicado en España nos ha llevado a la era de la posesión y del toque en corto; sin duda es más apreciada la técnica específica de Iniesta que la de Busquets, por otra parte ambas fundamentalmente necesarias. Es una realidad que la técnica se aprecia directamente del futbolista y la táctica se la achacamos más al entrenador, como si éste manejase las piezas igual que en el ajedrez. También se sigue pensando que el jugador "nace" y nos olvidamos de que la predisposición de los futbolistas se mejora con la práctica permanente, las facultades deben desarrollarse por cuanto no son ciencia infusa. Esa potenciación práctica con ejercicios sistemáticos, planificados, intensos, activando las propias capacidades para adaptarlas a la competición concreta.
Incluso a los mejores futbolistas les podemos sacar mejoras posibles. De hecho, los futbolistas repiten sus habilidades adquiridas de niños, gestos aprendidos de manera espontánea en el barrio que están ahí, imperceptibles, que las repiten sin apenas esfuerzo. Si observamos a Kaká, cuando conduce por el sector izquierdo de la cancha ofrece el balón por el lado del defensor y sin protegerlo. Debería conducirlo con la pierna inhábil, la izquierda, y alejando el balón del contrario interponiendo su cuerpo... Suele ocurrir que la mayoría de las veces pierde el balón por ese defecto técnico. En realidad, suele ocurrirle lo mismo a Ozil y a Di María... Asimismo, Cristiano Ronaldo es imparable cuando conduce a la máxima velocidad pero, si se para, en posición estática abusa de bicicletas, amagues rígidos, mucho juego de pies encima del balón, pero al no desplazarse del lugar el contrario tampoco se desplaza ni cae en engaños si fija la mirada en el balón. Es evidente que Cristiano no es un experto en fintas ni en regates en corto, en el espacio de un baldosín... Incluso, cuando va en velocidad, tiende a evitar el choque y no "cuerpea", intentando eludir la entrada con saltos que, a veces, sirven para desequilibrarse él mismo y caer al suelo por su propia inercia. Si aguantase con su propia fuerza las cargas del contrario eso mismo le serviría para no perder tantos balones en esas circunstancias.
En este orden de cosas, cuando Messi conduce el balón prendido al pie izquierdo y el centro de gravedad muy próximo al suelo, su contacto con el balón es permanente. En la salida del regate siempre busca ese perfil... Pero él se beneficia siempre de que los contrarios, varios a la vez, le hacen sombra sin entrarle la mayoría de las veces, sin intimidarle, le rodean pero apenas le entran. Cuando ello ocurre, aparece el defecto capital de este tipo de defensas. Al defenderle con uno, dos, tres, cuatro jugadores o más, al unísono, como si formasen un conjunto coreográfico, van todos los defensores tan cerca unos de otros que Messi sortea a varios de una vez, con un toque, con un quiebro, con una aceleración, con una pared urgente... La falta de coberturas entre defensores es explotada inteligentemente por el delantero argentino. Libera al primer defensor y al resto de ellos en el mismo acto. Las distancias defensivas deberían coordinarse con mayor acuerdo entre defensas, los espacios deben ser ligeramente mayores, proporcionados para poder llegar a hacer coberturas eficaces, múltiple... Los defensas deben intimidar, amagar entradas, provocar pérdidas, pero no pueden ser pasivos e ir varios jugadores en el mismo plano... Por otra parte, se sabe que la mayoría de las salidas van a ser hacia el perfil izquierdo. Y, cuando Messi hace "la croqueta" su pierna derecha devuelve el balón inmediatamente a su pierna izquierda.
Incluso la técnica no la debemos asociar solo con acciones floridas, pongamos por caso a los centrales que cometen faltas sistemáticamente, saltando por detrás del delantero empujándolo con el pecho, o sacando los codos para ganar la posición en el momento de la disputa del balón. Si los defensores saltasen perfilados al lado de los delanteros, dejando siempre medio metro para batir, incluso para poder anticipar si la jugada lo permite con el desplazamiento legal del delantero con la cadera, de manera natural, sin violencia, originando un desequilibrio suficiente para llegar más alto y más preciso al balón aéreo. Por otra parte, todos los jugadores saltan mejor de un costado que de otro, igual que los porteros se desplazan lateralmente en la portería más con un perfil determinado que con el otro. (Los derechos van mejor a la izquierda y viceversa). Quizás sea una visión muy de detalle, fractal. En todo caso, el entrenamiento técnico del futbolista debe corresponderse con las circunstancias específicas del juego. Por otra parte, hay que dedicarle adecuados entrenamientos a los movimientos de los futbolistas sin balón: La carrera, la técnica del salto, el cambio de dirección, el movimiento con fintas y todo un compendio que ayuda al rendimiento de los jugadores. Ello forma parte también de la técnica, aunque parece que ésta se asocia solamente al manejo de balón. Sin presencia de éste, un buen arranque de un futbolista, un avance vigoroso en pocos metros, la elevación adecuada de rodillas así como su frecuencia, la zancada corta o larga según el caso, los virajes, las paradas... El "correr del futbolista" es fundamental, tanto con balón como sin él y difiere mucho de la técnica del atleta... Por tanto, aunque sea para nota, la técnica del fútbol no debe asociarse, exclusivamente, en contacto con el balón.
Pongamos el foco nuevamente sobre el juego. Vemos a Benzema cómo después de un primer regate a un defensor suele acomodarse tanto que deja recuperar al contrario lo que permite que éste le vuelva a entrar. Una aceleración después de un regate es capital. También suele dejar la pelota muy debajo de su cuerpo que, al no darle salida, permite nuevas entradas de los contrarios. Esas pérdidas de tiempo en la acción y la apatía en los cambios de ritmo da lugar a pérdidas desesperantes... Aprovecho para señalar que hay muchos futbolistas que, antes de recibir el balón, estando marcados muy cerca, quieren regatear a los defensores mucho antes de haber recibido el balón, sin protegerlo... Lo principal sería hacerse con la pelota, controlarla, orientarla favorablemente, alejarla del contrario para iniciar el juego posteriormente... Pero no, al querer regatear antes de tiempo pierden la posición favorable, el balón revolotea y no lo controlan convenientemente, dan facilidades defensivas. Este defecto le ocurre a muchos jugadores de casi todos los equipos excepto a los futbolistas del Barcelona pues tienen muy asumido aquello de que "Lo principal es no perder la pelota", luego ya la jugarán por sí mismos o con sus compañeros.
No obstante, no debiéramos caer en la tentación de que cualquier análisis de mejora sirva para que solo nos fijemos en los defectos de los futbolistas. Sin duda, todos ellos compiten al máximo nivel, son futbolistas muy dotados y todos entrenan con esmero sus cualidades. Por eso, reflejar que me gusta más halagar a los futbolistas que corregirlos. Y hago caso a Ferrán Ramón-Cortés (El País Semanal) cuando escribe: "Nos dicen siempre lo que hacemos mal, pero no nos dicen casi nunca lo que hacemos bien". El hecho de que los buenos también precisan de mejoras no debe distraernos, de hecho sus mejores cualidades absorben los pequeños déficits de una determinada facultad. Albert Camus nos decía: "En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio". Y lo corroboro... Por todo lo señalado, mi reconocimiento a todos esos futbolistas que nos divierten a diario, aunque siempre podrán hacerlo mejor cada día...
SALAMANCA 29.ENERO.2013