Fútbol “canibal” en Champions League.

18.09.2022 00:00 de MAROGAR .   ver lecturas

"Es progreso si un canibal utiliza un tenedor?". (Stanislaw Jerzy Lec).

       Tanto el 6 de setiembre, como en el día siguiente, recurrí a la narración radiofónica y deje de ver imágenes televisivas de los distintos partidos de Champions. En Sevilla, los relatos del partido no precisaban el tipo de juego de los equipos, como mucho auguraban los malos auspicios que le esperaban al entrenador Lopetegui.  Lo que sí retumbaban eran los adjetivos calificativos como "animal", "mala bestia", "justiciero", "canibal"... Pero yo oía la retransmisión de un partido de fútbol y no un combate de boxeo. Hasta que pude asimilar que los "motes agropecuarios" se referían al 9 del City, el noruego Haalland.

     Lamentables decisiones de algunos clubes porque perdieron inesperadamente. Fue el caso de Tuchel con la pérdida llamativa del Chelsea despedido sin contemplaciones. También en el Leipzig obraron "canibalmente" con su entrenador Domenico Tedesco simplemente porque perdió por un resultado abultado. Quizás lo más llamativo fue que Nápoles ganara 4-1 al Liverpool, subcampeón de Europa. Y aparecieron críticas muy adversas a las que Jurgen Kloop se enfrentará con carácter: "final de ciclo"; "caída física masiva"; "fútbol suicida"; "defensa vergonzosa"... A lo que Kloop señala: "Esperen a que yo resuelva la situación... necesito tiempo" "La solución no pasa por inventar un nuevo tipo de fútbol". Sin duda, son muestras del estilo "cainita" actual de buscar cabezas que paguen las derrotas.

    El Real Madrid, siempre cuestionado por su fútbol de dudoso dominio, confirmó que practica un juego sólido, contundente, no solo físico. Y tenemos esta muestra que As, Javier Silles, escribe acerca de la consecución del tercer gol en Glasgow y su preparación técnico-táctica: "Fue un homenaje a la precisión, la armonía , la movilidad y el talento que escenificó la extrema calidad del equipo de Ancelotti... Venían jugadores a recibir en corto y otros esperaban más abiertos mientras también se producían aclarados y movimientos de ruptura con la única intención de que el compañero tuviera una línea de pase hacia el otro. Ese dinamismo sin balón vertebro toda la jugada en la que hubo hasta cuatro cambios de orientación, dos de Kroos y uno de Modric y Valverde".

      El Real jugó excepcionalmente, pero fue superando gradualmente al Celtic de Glasgow que en ocasiones también impuso sus características. y en ese tercer gol aparece una muestra de futbol bello bien diseccionado: 33 pases que supuso la secuencia más larga de los 434 goles que ha marcado el Madrid en la Champions desde la 2003-04, acción que duró 97 segundos, participaron ocho jugadores que tocaron ls pelota en 82 ocasiones. Ello podría servir de vademécum para un buen fútbol futuro.

    Del mismo modo, son grandes adjetivos, Lewandosky goleó por tres veces, con maestría, con naturalidad, enseñando a los jóvenes, sin "canibalizar" a nadie y aportando su maestría adquirida en Bayern de Múnich.