EDITORIAL "LA ASIMETRÍA EN EL FÚTBOL"

Según Quinto “El músico que siempre toca la misma cuerda hace el ridículo”. Eso es lo que debió pensar Vicente del Bosque, cuando entrenando al Real Madrid, le ficharon a Zidane y se provocó un debate público sobre la posición ideal en el equipo para el excelente jugador francés. La mayoría de los medios periodísticos de Madrid empezaron a tildarlo de sistema “asimétrico”...

En realidad, lo que proponían los medios de comunicación madrileños era una colocación más geométrica en el terreno de juego, más equivalente, más “pareada”… Interpreto que la pretensión de la crítica especializada es que los jugadores ocupasen los espacios del terreno de juego de manera proporcional. Algo así como que, dividiendo el campo por su eje vertical imaginario, de portería a portería, los jugadores del sector derecho respecto a los del izquierdo deberían ser el mismo número de ellos y, además, coincidentes a la misma altura de ese eje. Todo lo que no representase en el campo esa pretendida armonía, cualquier variación geográfica, no se aceptaba ni siquiera como una innovación adoptada con inteligencia por el entrenador Del Bosque.

Porque, de salida, ningún jugador posee las mismas cualidades ni tiene los mismos recorridos a lo largo de todo el partido. El dibujo es simétrico en un momento dado y asimétrico al momento siguiente. De no ser así, no habría movimiento en el partido, apoyos, desdoblamientos, coberturas, desmarques, conducciones, pases, paredes… ¿Qué mas da que el dibujo sea simétrico total al principio del partido si, cuando el balón se pone en movimiento, todos los jugadores van y vienen en función del balón o de la táctica?

Por eso, en un partido de fútbol esa simetría tan deseada, aparente, sería incompleta y nunca perfecta… Por el mismo motivo deberíamos dividir el campo por el eje central, horizontalmente de banda a banda, debiendo haber el mismo número de jugadores por delante del círculo central que los que se sitúan por detrás, sin contar al portero. Y que yo sepa nadie reclama esa otra simetría…

Claro es que en el fútbol a eso se le suele llamar “guardar el equilibrio” y ya sabemos que es de general aceptación, en la actualidad, que haya siempre más hombres detrás que delante. Resulta curioso que al desequilibrio táctico entre el número de defensores y atacantes no se considere “asimetría”… La cual es practicada por la totalidad de los equipos del mundo. Es posible que el término se hubiera utilizado en aquel momento como arma arrojadiza contra el Real Madrid, o contra el entrenador, incluso contra el propio sistema de fichajes de estrellas “galácticas”… Desde luego, se insistió como si fuera una carencia táctica cuando resultó una buena solución práctica, creativa, que denotó inteligencia práctica ya de Vicente del Bosque, de Zidane, e incluso de sus propios compañeros por su capacidad de adaptación a un juego más integrado.

Orden y caos pueden complementarse y convivir juntos. Quizás es que nos condiciona la habitual simetría de la naturaleza: Las flores, los gajos de una naranja, la simetría radial de una estrella de mar… u otros aspectos como la métrica de la poesía y de la música. Tengo entendido que los alevines de lenguado y otros peces de arena, recién nacidos y todavía transparentes, tienen simetría bilateral… Pero enseguida uno de sus ojos migra al otro lado del cuerpo en una adaptación funcional extraordinaria. Sin duda, es una adaptación práctica e innovadora que favorece su desarrollo y adaptación al medio.

Aparte de estas acotaciones libertarias sobre la simetría, en un partido de fútbol se están produciendo “asimetrías” continuas. Lo contrario sería un fútbol lineal, previsible, aburrido, mecánico. De hecho, algún comentario humorístico de un entrenador podría centrar el asunto: “Si es que yo coloco al equipo perfectamente, pero los jugadores se empiezan a mover cuando el balón está en juego”. Recuerdo que, precisamente en el Real Madrid, en la temporada 2000/2001, llegaron a asegurar que el equipo estaba desequilibrado porque llegaban a jugar cinco futbolistas zurdos. O sea, que hasta un total de once, el resto de jugadores eran diestros ¿No…? Todavía había más jugadores hábiles de la pierna derecha que de la izquierda por lo que ¿A qué desequilibrio se referían? ¿Esa asimetría cómo se corrige? ¿Si los equipos no son diestros es que son “siniestros”…?