"¿Distinguimos el juego de posición…? 1 de 3.

          Es una terminología que se ha hecho habitual en el fútbol como consecuencia de oírla, repetidamente, cuando vemos jugar al C. F. Barcelona: “El juego de posición” . A mucha gente se le llena la boca con “el modelo”; “el paradigma”; “la cultura de juego”; pero, me temo que el fútbol del Barça tiene muchas más claves y algunas incomprendidas por muchos profesionales. Los demás equipos han manejado distintas fórmulas para contrarrestar al Barça defensivamente pero nunca para intentar jugar como ellos. También se detecta que no solo los neófitos en materia futbolística llegan a pensar que el “fútbol de posición” es como si los jugadores fueran estatuas de marfil, situados en un lugar pintado con un “circulito”, como si les hubieran puesto una peana y esperasen allí hasta que el balón se lo quieran entregar sus propios compañeros. Allí atraen a los defensas contrarios, para que se abran, y cuando reciben la pelota, la devuelven; la vuelven a recibir y así sucesivamente hasta que los ronditos desgastan física y mentalmente a los contrarios… O sea, el balón es el que llega al hombre de la posición mediante un pase preciso y rápido; sin acarrearlo hasta la próxima base como si de un cartero se tratase. En el pensamiento colectivo se tiene la sensación explícita de que el “juego de posición” es un juego estático practicado por buenos futbolistas que tocan y tocan hasta la infinita posesión, siendo lo más importante que la pelota no se pierda... ¿Y después que…?

          El juego de posición formará parte del “fútbol bonito” al que es fácil adherirse. Pero todas esas impresiones necesitan matices y precisiones prácticas… Guardiola dice: “Nunca se toca si no sale un rival”. Y el ideólogo Juan Manuel Lillo amplía: “No toques si no buscas generar nada. Tocar para superar líneas. Buscar el tercer hombre y la segunda acción (dejar de cara); dejar al más alejado. Generar superioridades en la línea siguiente. No tocar lateralmente si no provocas nada…” También en el libro “Paradigma Guardiola”, su entusiasta autor Matías Manna señala: “Jugar para tocar o tocar para jugar es distinto”. Ya hemos precisado muchas veces los detalles específicos, hay que agruparlos para darles consistencia, para no quedarse en la espuma, para profundizar en argumentos sólidos. Incluso, muchas de las premisas, están condicionadas por las características de los jugadores barcelonistas. Aunque en el Bayern de Münich la idea principal se desarrollará con distintos estereotipos de futbolistas que Guardiola se ha encontrado allí. Incluso mejorará ciertos aspectos por cuanto, perdonar mi atrevimiento, el Barcelona de Guardiola nunca fue perfecto, ¡A Dios gracias…!, insistiría yo. Y como tampoco lo será el Bayern de Münich, por mucho que lo ponderemos en el futuro…

         Aclara el entrenador Juanma Lillo que “la idea principal del juego de posición es que los jugadores se pasan el balón en espacios cercanos para dar un pase a un lejano libre…” En el baloncesto me gusta mucho aquello del “lado fuerte” (allí donde circula el balón) o el “lado débil” (aquella zona alejada de donde circula el balón, muchas veces desprovista de jugadores contrarios). También me llamó la atención, hace tiempo, la singularidad de Van Gaal cuando aseguraba que el dibujo del equipo podría establecer hasta 7 niveles, o sea, distintas alturas donde se ubican los jugadores para crear líneas de pase. También es importante la “amplitud” que permite pasillos interiores para aprovechar ya por los extremos, o por los laterales que llegan desde atrás. Es indiscutible que siempre debe aparecer un “hombre libre”, y de ello “se derivarán las superioridades”… Sigue creyendo el gran público que lo fundamental del fútbol del Barcelona es el pase sin vislumbrar que es una herramienta, un medio para jugar bien. (¡Tuvieron una posesión del 75%!, se comenta con admiración irrefutable) y ponemos cara de sorprendidos como si eso fuera lo esencial del juego. Y han dejado de criminalizar la conducción, un concepto que se había confundido demasiado en los últimos tiempos, precisamente cuando el fútbol alemán, o el River Plate argentino, lo han tenido siempre como su esencia… La conducción consigue “atracciones” de contrarios para “crear superioridades” (aparición de hombres libres de marcaje), pero querer conducir hasta el fondo de la portería contraria sería un error sistemático si se prescinde de acciones colectivas. Y una nueva insistencia, la generación de “superioridades” a la espalda de la línea oponente al que porta el balón. De lo contrario, no sé para que serviría el invento de los “medias puntas”. Triangular pases aunque Guardiola llega a hablar de “pentágonos” incluso más que de “rombos”. Eso sí, los ángulos atacantes siempre uno más que los que forman las líneas de resistencia contrarias.

          Aunque no es habitual en la mayoría de los equipos, esas construcciones realizadas desde los cimientos, o sea, desde la salida del balón del portero. La cuestión práctica, en el momento actual, es si Gerardo Martino ha renunciado a este juego y añadido otros aspectos, necesarios, con los que poder competir a un mejor nivel… Personalmente, yo pienso que el Barcelona mantiene sus esencias y es un excelente equipo con múltiples variantes tácticas sin renunciar a “ningún dogma” consolidado en este equipo… Oscar Cano escribió “El modelo de juego del F. C. Barcelona”, y nos aporta concreciones: “Prolongar las posesiones, demorar la progresión, hasta la consecución de condiciones favorables para ello, otorgar tiempo para que el equipo se aproxime, …, está presente en la conducta de estos jugadores. Cada pase, la forma de relacionarse, lleva consigo (si disponemos de una mente liberada de reduccionismo) el proceso completo. Cada intervención, lleva implícita la acción posterior para que el que recibe el balón”. Y ampliaba Cano otros matices: “Existen dos clases de equipos, aquellos que se ordenan a través de la pelota, y los que se desordenan buscándola. Guardiola siempre aseguraba que “la pelota es quien ordena a los equipos”. Keita, cuando jugó en el club catalán fue capaz de sintetizar: “En otros clubes los jugadores corren mucho, pero aquí quien corre es el balón. Hay que estar siempre en tu sitio… no vas a buscar el balón, el balón te viene a ti”. ¿Alguien se atreve a asegurar que ahora mismo el Barça no juega un fútbol de posición adecuado…? ¿Qué otros equipos españoles le pueden estar imitando…? Sería un buen ejercicio de analítica futbolística incluso descubriendo, a su vez, si en Alemania el propio Guardiola renunció a ciertos aspectos que se consideraban “intocables” en el Barcelona y ha variado en su actual Bayern Münich… Y las preguntas no son tendenciosas, para nada, sino que buscan el necesario ejercicio intelectual para entender mejor el fútbol…

          El 26 de noviembre jugaron en “Champions League” el Ajax de Holanda y Barça, dos equipos de la misma escuela, dos modelos del “juego de posición”… En esa manoseada relación “causa-efecto” podríamos asegurar que no hay peor cuña que la de la misma madera. Pero nadie ha concluido que la victoria del equipo holandés sobre el barcelonista lo haya sido por cuestiones tácticas, sobre todo en la primera parte, sino que es de general aceptación incluso por los jugadores del Barça y es que no hubo una tensión suficiente en el juego. Desde luego, para los que siempre quieren tener razón, me temo que Gerardo Martino va a arrastrar esta derrota durante todo su desempeño en el club… Se perciben las “ganas ocultas” de que esto ocurriera…

          MAROGAR (27.noviembre.2013)