Una visión especializada en la evolución del fútbol. Y 2 de 2.

07.02.2023 09:00 de MAROGAR .   ver lecturas

“Xabi, el tema no va de ti, el tema va de ellos…”  (Xabi Alonso).

           Sinceramente, pocas veces esperas que un entrenador se exprese de esta manera sencilla y sin misterios tácticos envueltos en celofán. “Los mejores centrocampistas siempre parece que tienen un segundo más con el balón, han anticipado su posición y su control para lo siguiente. Los que siempre tienen tiempo para hacer mejor el balón son los mejores, porque envían el balón con un mensaje: “Te lo doy para lo siguiente”, “te lo doy para esa pierna para que controles…” Xabi asegura que “Tú puedes creer que sabes muy bien una receta, pero que sepa bien y funcione es otra cosa. Me gustaba comprobar esa sensación de que hay cosas más teóricas que prácticas. Las cosas que tenemos en la cabeza los entrenadores no siempre se pueden replicar. Tienes que asumir con naturalidad que no siempre estamos para esto”. 

          Y a la pregunta “¿Qué cree que tiene que tener un pase corto para ser desequilibrante?”, Xabi señaló: “Pero, ¿cómo no va a haber pases horizontales y pases cortos? Eso habrá siempre y tiene que haberlo. ¿España cómo va a jugar? ¡Pues a eso! No podía jugar a la transición o solo al juego directo. Claro que hay que jugar en corto. En todo equipo hay unos procesos. Argentina también en la primera fase jugaba con muchos pases horizontales y acabó el Mundial siendo más vertical. España tiene que tener eso. El Arsenal, que está jugando muy bien, tiene mucho pase en corto y luego tiene un cambio de ritmo. Pero en la fase de iniciación atrae muy bien a los rivales con pases cortos. Eso tiene que ser así… ¿Y qué decimos de los equipos que tienen mucha posesión? ¿No son modernos ni eficaces? La posesión sin cambio de ritmo y sin profundidad es difícil. Si por detrás del balón tienes demasiados jugadores es complicado. Pero si tienes una posesión con la que tú atraes bien para luego hacer daño, y estás bien colocado a la pérdida para que te dé esa posibilidad de ir arriba… eso nunca se pasará de moda. Cuanto más arriba controlemos el juego, más me gusta… Pero en Leverkusen también estoy aprendiendo a dominar el espacio desde no tan arriba para llegar de acuerdo a las cualidades de los jugadores, que son muy buenos en la transición. Eso me está haciendo sentir otros registros que yo hasta ahora había hecho con el Madrid como jugador, cuando a 50 metros de nuestra portería vivíamos tranquilos”. 

           (…) “¿Qué tipo de pase es el que más daño hace a los pivotes cuando se cierran atrás?” – “El que te busca la espalda. Pero luego este pase tiene que tener otro pase a la espalda de la defensa. Si el que recibe detrás del mediocentro es el delantero, ¿quién va detrás de la defensa? Esa última línea hay que atacarla con el delantero, con el interior, con el extremo, o con el que sea. Pero esa última línea hay que atacarla. O estar bien preparado para la pérdida. Puedes preparar lo académico o lo caótico. Ante defensas bien organizadas muchas veces es a partir de tu pérdida cuando ellos se desorganizan y tú generas las situaciones”. Y siguió el cuestionario: “¿El pase corto ordena mejor que el largo?” – “Sí, pero tomando riesgos. El balón tiene que ir adentro-afuera-adentro y de izquierda a derecha. Si va solo horizontal… Cuando te defienden con dos líneas de cuatro y ellos se mueven horizontales no se cansan, pero cuando metes pases afuera y adentro y les mueves de adelante hacia atrás, se generará un espacio. El problema no es el pase corto sino jugar solo con el balón y olvidarse de atacar el espacio. El problema es cómo atacar el espacio para que el balón llegue ahí. Cada vez son más importantes las carreras de sacrificio, esas que haces sabiendo que lo más probable es que no te llegue el balón, pero que sirven para generar un espacio. Solo con el pase, sin los movimientos sin balón, es muy difícil”.

          (…) “¿El Mundial es un laboratorio que muestra hacia dónde va el fútbol?” – “No creo. En el Mundial pesan más las emociones, la convivencia, el espíritu de grupo. Hay ingredientes distintos. Cuando ves las Ligas y la Champions ves un poquito mejor hacia dónde evoluciona el juego… Se ve  que cada vez los equipos son mejores. Más completos, más dinámicos, más flexibles con los sistemas, más agresivos, con jugadores más integrales”. (…) “¿Favoritos?” – El City, el Bayern me encanta verlo, el PSG si cuadran todas las piezas… y el Madrid siempre. Porque Carlo Ancelotti tiene una inteligencia emocional que por eso es Carlo y por eso todos vamos y le damos un grandísimo abrazo. Tiene esa aura. Hablamos mucho de fútbol. Pero la energía que se genera en un vestuario con la inteligencia emocional, aparte de los matices técnicos y tácticos, no sé el peso que puede tener: ¿50-50?”

          Sinceramente, este tipo de entrevistas deberían ser obligatorias todas las semanas en los periódicos deportivos, por cuanto sitúan la escena futbolística general en unos planos poco conocidos de los entrenadores. Formarían parte de la belleza del fútbol, esa que estamos propugnando de vez en cuando y a la que nos afiliamos como algo consustancial. Definitivamente, el fútbol no puede fabricarse con una sopa de números reiterativos con la que algunos tienden a definirlo y encerrarlo como en un cofre inexpugnable…

         8.Febrero.2023.