El juego bonito de "O REI".

30.12.2022 00:20 de  MAROGAR .   ver lecturas

“Él es quien os dije que será el mejor del mundo”. (Waldemar de Brito).

            “Hasta la gente que no sabe de fútbol conoce a Pelé: ganador de la Copa del Mundo en tres ocasiones, poseedor del récord der máximo anotador de Brasil de todos los tiempos y el mejor de una generación de brasileños reconocidos universalmente como el más brillante conjunto de futbolistas que jamás haya jugado. Pero, ¿cómo hizo este hombre, aparentemente un deportista como muchos otros, para convertirse en un ídolo mundial?” Esto está escrito en la contraportada de las “Memorias del mejor futbolista de todos los tiempos”, o sea, Pelé, Edson Arantes do Nascimento, nacido en 1940. El mismo que acaba de fallecer el 29 de diciembre de 2020.

            En el capítulo sobre “El juego bonito”, escribió Pelé: “Le debo al fútbol todo lo que tengo”. (…) “Supongo que tener un padre futbolista fue el comienzo de todo. La mayoría de los niños quieren ser como sus padres y yo no era la excepción. Dondinho anotó numerosos goles y todos decían que era un buen jugador. Nunca soñé con jugar para Brasil o con ganar la Copa del Mundo, ni nada parecido. Simplemente le decía a mis amigos: “Algún día seré tan buen futbolista como mi padre”. Dondinho también era una buena persona, un padre maravilloso. A pesar de que como futbolista nunca trajo mucho dinero a casa, creo que me sentía tan atraído por el fútbol porque ése era el deporte que él practicaba. Estaba en los genes”.

            “… de mi decían que era muy esmirriado. Es verdad. De niño era pequeño y flacucho… Mis primeros partidos se disputaron en el “prestigioso estadio” de la calle Rubens Arruda. La portería estaba demarcada por zapatos viejos en cada extremo: uno, donde la calle terminaba en un callejón sin salida; el otro, en la intersección con la calle Sete de Setembro, llamada así por el Día de la Independencia de Brasil… Las bandas estaban más o menos donde comenzaban las viviendas a ambos lados. Pero para mí, en aquella época, eso era como el Maracaná, y fue el lugar donde comencé a desarrollar mis habilidades. Mientras disfrutaba de la compañía de mis amigos y de ponerme a prueba ante ellos, conocí la alegría de poder controlar el balón, de impulsarlo hacia donde yo quería, con la fuerza que yo quería – lo cual no era sencillo con una pelota de trapo -. Jugar al fútbol pronto se convirtió en algo más que un pasatiempo: se volvió una obsesión”. 

            (…) “Dondinho me enseñó muchas cosas, no solamente técnica, sino también cómo desenvolverme en el campo de juego. Bajo su mirada atenta aprendí muchos de los trucos y habilidades que luego me ayudarían a convertir tantos goles y ganar trofeos. Me habló de la magia del empeine, de cómo realizar un pase con precisión y de la importancia de llevar la pelota junto al pie. Esto se convirtió en una especie de firma de mi forma de juego: pasos cortos en posesión del balón; la cabeza justo encima del balón o lo más cerca posible de él, para asegurarme el control al driblar a un defensa. Aprendí rápidamente cómo hacer un cambio de velocidad inmediato – aumentándola o disminuyéndola -, para desubicar al contrario… Otro de los trucos que aprendí a desplegar fue el de amagar con los hombros; podía ser devastador si lo usaba al mismo tiempo que el balón corría velozmente. Al mover los hombros hacia la izquierda o la derecha podía dejar al defensor desparramado en el suelo sin siquiera alterar el curso del balón”.

            (…) “A los brasileños nos gusta poner apodos. Lo sé porque tuve varios. El primero fue Dico. Mi tío Jorge fue quien lo inventó y es el único que perduró en mi familia. Aún hoy en día, mi madre me llama Dico. En el Santos, fui Gasolina por un tiempo… Recuerdo que, al principio, el nombre de Pelé realmente me molestaba”.

            Sinceramente, no me extraña que al propio Garrincha, viéndole jugar, le denominasen “La alegría del pueblo”. Quizás a Pelé tendrían que ponerle unos adjetivos más señoriales quizás. Como quiera que en cada jugada inventaba el fútbol, quizás por eso, al final, lo elevaron: O REI PELÉ. 

EL Rey ha muerto. Viva el Rey.

PD.: César Luis Menotti se mostró apesadumbrado, en declaraciones a “Radio Mitre”, por el fallecimiento de Pelé, y elogió al exfutbolista brasileño, al que considera de largo el mejor de la historia: “Hoy es un día muy triste para el fútbol. Yo lo conocí mucho y lo imaginaba como inmortal. Me dolió mucho su decadencia física por la enfermedad. Como futbolista no hubo nadie como Pelé, fue lo más perfecto que vi en mi vida sobre una cancha, hoy en día no habría dinero para comprar su pase. No se le puede comparar con ninguno, porque ninguno estuvo al nivel de Pelé. Con todo el dolor de mi corazón, ni a Maradona ni a Messi se les podría comparar con él”. 

30.diciembre.2022.