Transformación de equipos de fútbol con fórmulas matemáticas.
“¿Cómo dar pie al cambio si seguimos pensando como siempre?” (Reflexión de la consultora Both. People & Comms).
Me sorprendió la noticia. Se la agradecí a Jesús Ruiz Mantilla (ElPaís, 23.10.2023) cuando tituló: “Sebastián Ceria, el científico y empresario que quiere transformar el Rácing de Santander con fórmulas matemáticas”. Al parecer, el filántropo argentino, doctor en matemáticas, se propone ascender a primera en dos o tres años. Y, con 58 años, ha invertido 30 millones de euros en el club.
“Ceria no ha entrado a financiar el club como un paracaidista en busca de foco para despistar, como hicieran en el pasado el ucranio Dimitri Piterman o el indio Ahsan Ali Sayed. Su intención conjuga un planteamiento de largo recorrido donde piensa experimentar un proyecto futbolísticamente competitivo, pero también, incluso más, recalca: “Un plan social”. Tres son las patas en las que pretende asentar su estrategia... “La deportiva, para empezar, en la que no soy experto, pero en la que creo que se pueden implementar fórmulas matemáticas a la hora de prevenir lesiones, fichar jugadores - ya lo hacen grandes clubes - o plantear tácticas de juego… que ayuden al equipo técnico que lidera José Alberto, el entrenador”.
“Por otro lado, la comercial: “El club tiene la posibilidad de generar recursos que reviertan en el campo deportivo”. Y finalmente, insiste, la social. “Esa tercera dimensión la concibo como una marca que hasta ahora ha sido infrautilizada para lograr impacto. Creo que el Racing puede aglutinar en Santander y en la región de Cantabria o a escala nacional un gran eco en ese terreno. El racinguismo mueve a la gente. Queremos iniciar campañas sociales que tengan que ver con la lucha contra el acoso escolar, el racismo o la salud, para empezar. En eso vamos a estar muy activos. También en el fomento del fútbol femenino, temas de prevención o violencia de género. En resumen, todo aquello que anda en la agenda de nuestras sociedades, donde creemos que el Racing puede alzar la voz, sencillamente, porque la gente lo escucha”.
Dice el cronista que Ceria ya ha comenzado a actuar agitando campañas sociales donde participa en recaudaciones y genera acciones para conseguir curaciones de enfermedades incluso discapacidades intelectuales. ¿A qué se debe esa determinación a la hora de convertir un equipo de fútbol en un altavoz de compromiso social? “Su padre fue un ingeniero obsesionado por la cultura y su madre, trabajadora social. Ceria no responde al arquetipo de un presidente de club de fútbol a nivel mundial. Se trata de alguien que ha leído a Borges, a Julio Cortázar, a Ernesto Sábato… Y que, sobre todo, ha desarrollado una carrera científica internacional de nivel. Primero, en su país, donde estudió en una Universidad der Buenos Aires con goteras, recuerda, que después ha ayudado a reformar. Y, sobre todo, en Estados Unidos, donde aplicó sus conocimientos a la empresa y las finanzas en los años noventa”.
(…) “Entonces andaba en Nueva York, donde creó Axioma, “una compañía que aplicaba fórmulas matemáticas a inversiones financieras”. Bandeó la burbuja tecnológica, estuvo a punto de caer, pero creció gracias a un préstamo que le consiguió un compañero de universidad casi después de haber tirado la toalla: “Un día estaba bastante deprimido y me fui precisamente a jugar al fútbol en nuestro campus de Columbia. Le conté mi situación a un colega y él me aseguró que me conseguiría el dinero necesario”. Entonces, solo requería un millón de dólares. “Acabaron multiplicándolo por cien”, asegura Ceria.
(…) “Crear Fundar para contribuir al progreso en Argentina y vivir en Europa. “Yo todo lo hago a futuro, no cuento el presente. Y no suelo equivocarme, cuando algo se desvía de las previsiones, corrijo el rumbo”. En Ceria, palabras como azaroso, fortuito o expresiones como dejarse llevar, no caben dentro de su diccionario. Sí, en cambio, matemática discreta, logística, optimización, investigación operativa... Términos a los que pretende adaptar la dinámica de un club cuyo lenguaje anda más entregado a conceptos sombríos muy distintos como: milagro, barro, descenso y ascenso, empate, defensa, suspiro, resignación…Tampoco es que Ceria sea un optimista acérrimo. La matemática se lo impide”.
(…) “En cuanto al presente, afirma tener bajo control la deuda de 3,4 millones de pérdidas con las que el equipo cerró la temporada pasada. “El tema financiero no me preocupa, hemos hecho una inversión sólida - los 30 millones mencionados - y el club va a estar saneado”. Eso ayuda a revertir el lenguaje de la afición junto a los mejores resultados que han visto en El Sardinero desde hace años. Muchos de los socios y seguidores lo consideran, quizás, magia, para Ceria, son los efectos incontestables de un plan y una fórmula algebraica que empieza a funcionar”.
Son ideas fuera de lo común. De momento, se garantiza un mundo de escepticismo. Porque los más lógicos del lugar siempre piensan en lo mismo, ¿Y si la “pelotita” no entra? Al fin y al cabo, el dinero se necesita, pero bien orientado, contratando buenos jugadores y técnicos prácticos, pocos presidentes negarán que la “matemática” es absolutamente necesaria para que el club de fútbol se resuelva con eficiencia (Más que a la matemática aludirán a la contabilidad, a los ingresos, a los gastos, incluso el compromiso social suele resbalarles y todo se centra en los resultados deportivos que arrastrarán a la mejora necesaria de la economía).
20.noviembre.2023.