Interpretación de datos.

“Nadie sabe ya lo que se sabe, pero todos sabemos que de todo hay quien sepa”. (Antonio Machado).

           La interpretación de datos es el proceso de revisar y llegar a conclusiones relevantes utilizando varios métodos analíticos. Al fin y al cabo, hay que responder a preguntas críticas y obtener conclusiones válidas. Porque no consiste en tener muchos datos en bruto, lo que sería basura inútil. En todo caso, cualquier decisión se basará en la información disponible en ese momento. Y como James Dean reflexionaba hace tiempo: “No puedo cambiar la dirección del viento, pero sí ajustar mis velas para llegar siempre a mi destino”.

            Casi siempre, el destino no se conoce a ciencia cierta. Y es preciso reunir el máximo de datos relevantes que te permitan sanamente interpretarlos. Peo, para ello, primero hay que visualizarlos de una manera evocadora (En una barra, un gráfico o un diagrama circular). Tendría como objetivo analizar los datos con precisión y sin prejuicios, al fin y al cabo, se trataría de obtener un resumen final con los deseados descubrimientos. Quizás, examinando a fondo los datos, llegaremos a la identificación de las múltiples tendencias, patrones o comportamientos. 

            Toda conclusión de cualquier investigación debe incluir una recomendación sólida y creíble. Por eso mismo, cuando en un partido me presentan un “mapa de calor” sobre un determinado jugador me quedo un tanto perplejo porque, sinceramente, no sé para qué sirven en la práctica esas representaciones de colores. ¿Para que corra más y por otros sitios del campo en el próximo partido? ¿Quizás, también, para que corra menos y dónde debiera incidir mucho más con su juego? En fin, parece que incidimos en academicismos sin centrar la esencia, aunque parece que nos limitaremos a lo meramente estético.

            Se marchó Benzema del Real Madrid y el número 9 quedó huérfano, disponible, por si un heredero afortunado apareciera. Quizás había esperanzas de que Mbappé pudiera acercarse a Madrid, pero no fue así porque lo contractual sigue siendo un misterio. Y el fichaje conseguido para esta temporada por el Real Madrid fue el de Bellingham, un centrocampista muy particular, distinto, con posibilidades de que incrementase las llegadas que otros centrocampistas hasta este momento no aportaban. Con el aviso de que pocos ingleses recalaron anteriormente con un rendimiento razonable.

           Desconozco si Carlo Ancelotti dispuso de alguna herramienta de “Inteligencia Artificial” pero, pronto, anunció que el equipo debía adaptarse a los jugadores existentes planificando un nuevo orden táctico. Y predispuso una disposición para que el 9 efectivo del equipo fuera el inglés. Transcurridas pocas jornadas se confirmó que Ancelotti iba por delante de todos nosotros y había acertado con sus previsiones; y sus planes se fueron concretando con exactitud. ¿Es que la experiencia, la aptitud, la intuición, forman parte de las multi-inteligencias que usan los entrenadores veteranos?

           En general, la interpretación de datos es el factor esencial en la toma de decisiones. ¿Es lo que haces con esos datos lo que determina el éxito de tu negocio? Así que, lo que parecía un “farol” de Florentino Pérez que no habría más fichajes, nadie se lo creía y esperaba siempre una “bomba” originaria en Francia que nunca llegó. Y el nuevo sistema táctico trazado por Ancelotti cumplió las perspectivas, de las que la mayoría dudaban. Cinco partidos iniciales de la Liga y cinco victorias, jugando además fuera del Bernabéu los tres primeros partidos. En su consecuencia, los datos fueron analizados con gran precisión y, creo, no fue necesario meterlo en ninguna coctelera tecnológica. Por tanto, ello también da valor a la inteligencia de los técnicos y sus intuiciones futbolísticas aprendidas durante años de ejercicio profesional.

           En la acera de enfrente tenemos a Xavi Hernández gestionando “la escasez” del FC Barcelona. Cuando tuvo que prescindir de Dembelé el cielo se le venía encima, pero, en casetas, había oro guardado en cofre. Ya le había pasado el año anterior con Gavi. El futbolista juvenil Lamine Yamal, de 16 años, ha sido un “secreto” en el Barcelona, surgido porque su puesto se desocupó (Marcha de Dembelé al PSG), por lo que su calidad, su sangre fría, su madurez infantil ha dado sus frutos tanto en los primeros partidos del Barcelona como en la Selección nacional española. No digamos del lateral izquierdo Alejandro Balde, un portento de futbolista, también estaba “escondido” en su momento antes de ser mostrado por Sergi Barjuan cuando se hizo cargo unas jornadas en el Barcelona. Claro que lo conocía del filial, Xavi Hernández decidió con acierto y visión de futuro. Definitivamente, podemos asegurar que “no hay mal que por bien no venga”, pues estos jugadores han resurgido por las dificultades financieras del club. Caso especial es el de Ansu Fati que tuvo la desgracia de una lesión y si la supera acabará siendo un excelente futbolista. 

          A veces las realidades están ahí presentes y sin mayores necesidades de análisis de datos son susceptibles de lanzarlos al estrellato, pero en el caso del Barcelona se han acercado las estrellas entre ellas y otras se alejaron del avispero lo que facilitó las decisiones finales.

         Salamanca, 16, octubre. 2023.