"El rincón de los inmortales".

20.10.2022 00:00 de MAROGAR .   ver lecturas

“Un impresionante sacrificio de peón central abre la caja de los truenos de una de las partidas más bellas e importantes en la vida de Kariakin”. (Leontxo García). 

         El experto en ajedrez podría estar hablando de fútbol y yo me lo creería porque los términos son equiparables, en muchos casos, al ajedrez: “Ser muy brillante y preciso era uno de los momentos más críticos de toda una vida profesional es algo dificilísimo, ya que además de grandes conocimientos, requiere la templanza de un desactivador de bombas”. (…) “Pero de su inmenso talento no hay la más mínima duda. A los 12 años y siete meses fue el gran maestro más joven de la historia hasta ese momento. Y solo un portento puede firmar la victoria glosada en este vídeo”.

        Claro que comprobamos el vídeo. Y era ajedrez. Del bueno. Del bello. Pero ajedrez… El experto Leontxo García nos ilustraba sobre Serguéi Kariakin (Simferopol, Ucrania, 1990, nacionalizado ruso en 2009). Pero podría haber estado narrando las virtudes de un Messi, de un Ronaldo, de un Ronaldinho, o cualquiera de esos futbolistas superiores que enmarcamos en ese teórico “Rincón de los inmortales”. Y a pesar de las dificultades para la percepción de “la belleza” en un deporte, el ajedrez también dispone de pasajes para ese disfrute, si bien no llega a esa dinámica espectacular del fútbol, a esas expresiones tan variadas de 22 futbolistas o más en un mismo partido, a esas interrelaciones grupales que tanto llegamos a admirar.

        Pasó la fiebre Mbappé sobre todo en los seguidores del Real Madrid y, después de algún tiempo, se convencen que “donde no hay publicidad, aparece la verdad”. El equipo ha seguido funcionando, ha seguido goleando, ha seguido ganando y jugando a un nivel máximo, técnico y táctico. Otro ejemplo, de pronto el Manchester United se encapricha con el medio centro Casemiro y acaba traspasado por el Real Madrid. Hubiera sido un drama que el equipo no ganase porque se hubiera vuelto a utilizar la relación “causa-efecto” y, sin embargo, el francés Tschouameni tuvo que adaptarse a mayor velocidad de la prevista y los resultados actuales están siendo solventes para el Real Madrid. ¿A Rey muerto, Rey puesto? Tampoco deberíamos caer en esas trampas. Soy muy amigo de respetar, y admirar, las buenas trayectorias.

        También apareció otra muestra para la reflexión. El Manchester City golea en los últimos tiempos con la excelente colaboración de Haalland, al fin y al cabo, un delantero centro práctico que el City no había tenido en muchos tiempos. La crítica fue exacerbada hacia Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, por cuanto solo apostó por el fichaje fallido de Mbappé y mientras tanto se quedaron sin la contribución del noruego. Se asegura que es mala estrategia “poner todos los huevos en la misma cesta”. Pero Ancelotti, viejo sabio del lugar, aún teniendo la opción de la recuperación de Hazard, aseguró que Rodrygo podría ejercer de delantero centro y, miel sobre hojuelas, fue el mejor sustituto de Benzema durante un mes que duró su lesión de rodilla. Y acertó. Y el equipo ganó. Y sin los imprescindibles Haalland y Mbappé. 

        Entonces, ¿Dónde encontraremos la inmortalidad de los buenos futbolistas? Me viene a la mente la frase histórica de Johan Huizinga, “Cuando el juego origina belleza, queda implícito su valor para la cultura”. 

       Salamanca, 20. Octubre. 2022.