"Modernidad líquida" en el fútbol actual

21.03.2016 09:17 de  MAROGAR .   ver lecturas

“La metáfora de la liquidez intenta dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad individualista y privatizada, marcada por el carácter transitorio y volátil de sus relaciones”. (Zygmunt Bauman).

La “modernidad líquida” fue un concepto acuñado por un pensador singular, Zygmunt Bauman. Con esta idea, Adolfo Vasquez Rocca, Universidad Complutense de Madrid, nos hizo pensar: “El amor se hace flotante, sin responsabilidad hacia el otro, se reduce el vínculo sin rostro que ofrece la web. Surfeamos en las olas de una sociedad líquida siempre cambiante – incierta – y cada vez más imprevisible… La modernidad líquida es un tiempo sin certezas, donde los hombres que lucharon durante la ilustración por poder obtener libertades civiles y deshacerse de la tradición, se encuentra ahora con la obligación de ser libres asumiendo los miedos y angustias existenciales que tal libertad comporta; la cultura laboral de la flexibilidad arruina la previsión de futuro”. Salvando las distancias, nada tan líquido como el fútbol en la sociedad actual. En cada minuto, noticias por doquier, opiniones, globos sondas, propaganda, lo que leemos y escuchamos ahora mismo puede cambiar en segundos…

Empezó a entrenar Zidane al Real Madrid y todo eran parabienes acompañados de críticas mordaces al anterior entrenador Rafael Benítez. Los jugadores querían mucho a Zidane y vituperaban a Benítez, los jugadores Isco y James empezaron a jugar asíduamente y, en menos de un mes, dejaron de jugar de titulares hasta que surgía la noticia (¿globo sonda?) de que dichos jugadores serían traspasados a final de Campeonato. La prensa deportiva actual no me acaba de convencer en su manera de hacer. Ahora bien, nuestras opiniones en las redes sociales son como mensajes en una botella lanzada al océano inmenso. Por tanto, el compromiso riguroso de lanzar “verdades” a ver quién las coge queda al albedrío de los medios o los particulares que quieren opinar… “El papa Francisco, que es un gran hombre, al ser elegido dio su primera entrevista a Eugenio Scalfari, un periodista italiano que es un autoproclamado ateísta. Fue una señal: el diálogo real no es hablar con gente que piensa lo mismo que tú. Las redes sociales no enseñan a dialogar porque es tan fácil evitar la controversia… Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara. Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa”. En el fútbol se opina mucho pero cada vez se habla menos del juego, lo anecdótico, lo colateral, las pamplinas, parecen que son lo fundamental cuando es mera “opinática”...

Basta discrepar de una opinión sobre un equipo, un jugador, un árbitro, un entrenador o una jugada en concreto, para que seas tildado con adjetivos graves. La falta de compromiso en dar opiniones que debieran ser más versadas permite opiniones ultra en la mayoría de las ocasiones… Al menos en los medios de comunicación “alguien” se responsabiliza de lo manifestado… Ricardo de Querol (ElPaís, 9.enero.2016) escribió un artículo sobre Zygmunt Bauman: “Las redes sociales son una trampa”: “La cuestión de la identidad ha sido transformada de algo que viene dado a una tarea: tú tienes que crear tu propia comunidad. Pero no se crea una comunidad, la tienes o no; lo que las redes sociales pueden crear es un sustituto. La diferencia entre la comunidad y la red es que tú perteneces a la comunidad pero la red te pertenece a ti. Puedes añadir amigos y puedes borrarlos, controlas a la gente con la que te relacionas. La gente se siente un poco mejor porque la soledad es la gran amenaza en estos tiempos de individualización. Pero en las redes es tan fácil añadir amigos o borrarlos que no necesitas habilidades sociales”. Desde luego, el fútbol es incomparable con cualquier otro ámbito en asunto de gustos y criterios…

En una empresa de fútbol el capitalista de la sociedad debe estar preparado para que todo el mundo le de lecciones en su negocio, le cuestione, le plantee inversiones a cambio de nada o como mucho para mantener la paz social… Y es que los aficionados actúan muchas veces como sindicatos de clase, exigen lo inexplicable, participan en la opinión pública, o más bien creándola, sobre nuevas inversiones. Las opiniones son juicios formados hasta que constituyen la “opinión pública” que, en el fútbol, llega a pesar más que los criterios de los propios técnicos y analistas… Toda afirmación lanzada al viento son certezas que flotan y flotan pero nunca se está seguro de que la realidad coincida… Rafa Cabeleira, (ElPais, 17.marzo.2016) escribía sobre “El fútbol sin razón”, y se hacía esta pregunta: “Quien nos convenció de que la magia se puede explicar?”. Extraigo estos argumentos: “Ahora, sin embargo, el fútbol se ha llenado de conceptos casi científicos, de frases sofisticadas, de poesía vulgar. Ya nadie dice que tal defensa no da una patada a un baúl, o que tal delantero debería ir al herrero, o que la derrota se debe a que la noche anterior se fueron todos de putas, no. Ahora todo tiene una explicación razonada y la gente alega causas como la deficiencia en las transiciones ataque-defensa, el poco rigor en la presión alta o los inconvenientes de las giras de verano sobre la preparación física adecuada para justificar lo que nunca hizo falta comprender”.

Los periódicos deportivos, los periodistas especializados, debieran aportar mucho más rigor y más objetividad práctica. Pero algo no están haciendo bien si la lectura de la prensa escrita es cada vez menor… De pronto el Barcelona golea intensamente y sus tres delanteros (Messi, Suárez, Neymar) son los mejores; pero a los pocos días, el Real Madrid golea aún más y sus tres puntas son mejores que aquellos (Bale, Benzema, Cristiano). Y estas opiniones están acompañadas de estadísticas lo que le da un hálito de realidad; a los pocos días, la opinión puede haber cambiado si el signo numérico de los goleadores se modifica en pocos partidos. Por tanto, las opiniones sujetas al dato específico también se condicionan a una posible obsolescencia. Estamos hartos de aquella prensa que se limita a propagar noticias desmedidas de fútbol, sin contrastar, muchas veces propagandísticas, también rutinarias y radicales, poco rigurosas y lamentablemente poco formativas… Lo que ha conseguido una profusión excesiva de noticias firmadas en “Twitter”, la mayoría con aspectos de formalidad… En su consecuencia, “La Opinática” de la información futbolística entra en juego con pocos datos y rigor, originando unas redes sociales incontrolables y poco comprometidas con la verdad. Lo he comprobado varias veces, Dios nos libre de un señor que se limita a discrepar sin aportar argumentos positivos y cuestionando todo sin ningún deseo de ser convencido.

Mientras tanto en la Liga española pierde el Atlético de Madrid en Gijón de manera sorprendente; empata el Barcelona contra Villarreal después de ir ganando por 2-0; y el Real Madrid que según Zidane hace una semana “jugando así no vamos a ninguna parte” se convirtió en menos de siete días en “jugando así vamos a cualquier parte”… La “Champions League”, llegó a cuartos de final con 3 equipos españoles (Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid); 2 equipos alemanes (Bayern Münich y Wolfsburgo); 1 equipo francés (P.S.G); 1 portugués (Benfica); 1 inglés (Manchester City). Sin duda,  estamos siguiendo los principios de la “modernidad líquida”, el fútbol se hace “flotante”, “cambiante”, “incierto”, “imprevisible”, “debe romper con la tradición”, “asumiendo miedos”, “buscando la libertad” y también “la flexibilidad”, que nos lleve a lo “imprevisible” de un espectáculo sin par…

Salamanca, 21 de marzo de 2016.