La “Inteligencia Artificial” de Marcelo Bielsa.

19.02.2024 11:16 de  MAROGAR .   ver lecturas

“Tenemos que reconstruir una sensación, algo muy profundo; remitirnos a los 14 años, cuando en el barrio nos tocaba jugar contra los que les teníamos bronca y no nos importaba nada más: ni el lugar, ni la hora, nada. Porque lo único que nos interesaba era jugar”. (Marcelo Bielsa). 

            Hace un par de meses me detuve a escuchar un pódcast, solo porque había tropezado con un documental sobre Marcelo Bielsa, producido por la BBC Radio. El periodista español Guillem Balagué se adentró allí en el Leeds United - el equipo que el argentino dirige en Inglaterra -, con el fin de mostrar “cómo trabaja Bielsa”. (“laoveja100.wordpress.com”, “La inteligencia artificial de Marcelo Bielsa, 12. julio.2019).

            (…) “Para quienes el fútbol interesa por una cierta aventura del pensamiento humano, a un tiempo excéntrico y lógico, el entrenador argentino suele ser la constatación de lo corriente, aunque a menudo profundo; una intensa sorpresa, pero también un oasis de horror en un desierto de aburrimiento, para decirlo con Baudelaire. Es la impresión que queda luego de leer alguna biografía suya, una decena de sesudos reportajes y crónicas; de haber escuchado las entrevistas a directivos, futbolistas, colaboradores y otros protagonistas del “team” Bielsa en Leeds”.

          (…)”Queda entonces la imagen de un estadístico de los que surgieron en el Renacimiento italiano; uno que ha leído quizá a Marco Aurelio: un hombre transido por el propio juego y su racionalidad repetitiva, a la vez embarazado por un estoico imperativo moral”. Con otras palabras, yo personalmente admiro al personaje, me gusta más cuando habla reflexionando sobre fútbol que cuando entrena con un estilo “arriero” que no comparto. 

          Y, enseguida, cuando compartes alguna conversación al respecto, llegas a la conclusión de toda la vida: “O lo quieres; o lo odias”. No hay términos medios con Bielsa. Pero él, erre que erre, sigue aplicando sus métodos en los equipos que entrena. Y suele ser muy incómodo con sus “jefes” por lo que, quizás, no llegue a equipos de campanillas. Y de nuevo una reflexión fundamental que yo comparto y acredito: “Un hombre con ideas nuevas es un loco, hasta que sus ideas triunfan”.

           (…) “La representación del sabio vuelto sobre sí en su soledad, para ver vídeos y analizar partidos y proyectar planes de entrenamiento que pueden modificar las instalaciones y la vida de un club, no están en desacuerdo con las que proponían las Meditaciones, como imágenes del sabio tratando de ordenar el cosmos. Después de todo, hay algo de frío emperador y filósofo romanos en Bielsa. Su moralidad acostumbra ser, como en Séneca, una renuncia de la razón a causa de la sinrazón de la vida”.

            (…) “Tom Robinson es el “sports scientist” del Leeds. ¿En qué se basa la ciencia que Robinson, con ayuda de la empresa de recolección de datos “Catapult” (presente en el fútbol paraguayo), pone a disposición de Bielsa, en aras de la intensidad y la racionalidad repetitiva que exigen sus entrenamientos, en los que rara vez se juega al fútbol? El físico francés Hubert Krivine notó hace poco que la acumulación de datos ni su lectura presuponen ciencia. Fue más allá: “Creer que la naturaleza suficientemente digitalizada es la naturaleza nos parece ser una ilusión total, al margen del grado de digitalización. Este es, sin embargo, el credo de algunos ayatolás de los datos masivos”.

           (…) “El “sport science” aspira a la previsibilidad de los hechos. Al fin de toda narración inesperada. Al oasis de horror: la pura repetición. Mark Brodley, director de operaciones del Leeds, cuenta que los jugadores pasaron de estar unas pocas horas al día en el club a estar siempre en él. Con área de juegos y esparcimiento, es cierto, pero aislados y vigilados como lo son los obreros de Werner Ziegler, el ingeniero de la cuarta temporada de Better Call Saul. Bielsa no se relaciona personalmente con sus futbolistas, porque si lo hiciera echaría a andar su filtro moral y eso no tendría la equidistancia objetiva de la inteligencia artificial. Sin embargo, es capaz de renunciar a un gol concedido a su equipo, bajo una moralidad que la que no concuerda. Es el precio que su humanidad le paga a su inteligencia artificial”.

          Quizás sea oportuno, también, citar algunos pensamientos de Bielsa que ha ido repitiendo a lo largo de los tiempos y que son fruto de su mente “calenturienta” por pensar en un fútbol más elevado, más superior, más pensado. Y que yo “le compro” con mucha satisfacción:

++ “Yo quiero equipos ordenados, no mecanizados; donde se respeten algunas posiciones y donde podamos desmarcarnos y luego volver rápidamente a marcar”.

++ “La relación éxito y fracaso ha sido fundamental en mi vida, pero el éxito y la felicidad no funcionan como sinónimos”.

++ “Para lo genial hace falta que Dios los ilumine. Para el despliegue y la solidaridad grupal sólo es necesario quererlo”.

++ “¿Cuál es la función del entrenador? Respetar la virtud del jugador, pero propiciarle la situación que le permita el ejercicio de esa virtud”.

           La verdad es que estas reflexiones de Marcelo Bielsa me constan mucho antes de que hubieran aparecido las aplicaciones de la “Inteligencia Artificial”. Porque, al fin y al cabo, las personas nutren de conocimiento precisamente a las herramientas tecnológicas, ellas no son nada sin nosotros los humanos.

         19.febrero. 2024.