"Las reglas del emperador". (6) Helenio Herrera.

06.07.2017 10:37 de  MAROGAR .   ver lecturas

“Pelé es un violín; Di Stéfano, la orquesta entera”. (Helenio Herrera).

            En “La suela de mis zapatos”, el director de cine Gonzalo Suárez detallaba aspectos desconocidos del entrenador H.H. (Helenio Herrera), por cuanto éste se casó con su madre. Con el pseudónimo “Martin Girard” había practicado periodismo y acabó espiando a los equipos de fútbol que debían enfrentarse al Inter de Milán, de “El Mago” Herrera. Un entrenador admirado y odiado a partes iguales que llegó a escribir “Los secretos del fútbol” que no profundizaba en su pensamiento futbolístico controvertido. El mismo “Martin Girard” aclaró: “Los informes tenían un objetivo principal: cómo provocar espacios en los que se generaran jugadas en condiciones ventajosas, alterando el esquema del contrario. En el país del “catenaccio”, crear espacios era esencial”. Confirmando a su vez que H.H. no fue su inventor como se ha dicho en ocasiones, este sistema defensivo ya existía cuando “El Mago” llegó a Italia: “Cada gol es un accidente irrepetible. Bastan unos centímetros para que se marque o se falle, y ese avatar condiciona el juicio global sobre el partido”, insistía Don Helenio.

Una vez separado de la madre de Gonzalo Suárez, el entrenador se casó con la periodista italiana Fiora Gandolfi quien escribió un libro curioso: “Tacalabala, ejercicio de magia de H.H.”: “Piensa veloz, juega veloz”, repetía en el vestuario. Y ponía numerosos carteles: “¿Por qué no puedes ser el mejor?”; “Quien no da todo, no da nada”; “No creo en el fracaso”; “Jugar con simplicidad, es jugar con velocidad”; “La clase y el prestigio hay que confirmarlos en cada partido”; “No te resignes nunca”; “Las cosas difíciles exigen un tiempo; las imposibles, más tiempo”; “El fútbol moderno es velocidad”; “Jugar individualmente es jugar para el contrario”; “Contra el regate, ocúpate solo del balón”; “El deseo de vencer se transmite…”

H.H., utilizó un esperanto muy personal, un lenguaje universal mezcla de francés, español, italiano, inglés, árabe, un enfoque imaginativo para expresarse con pocas palabras. Y una sorpresa: Helenio Herrera era un amante del silencio… Aunque se bromeaba con sus iniciales: “Habla, habla…” Nacido en Buenos Aires en 1916, comenzó como entrenador en equipos franceses después de una carrera como futbolista, se trasladó a España y dirigió al Valladolid en 1948, más adelante Atlético de Madrid, La Coruña, Sevilla y Barcelona (Del 58 al 60). Los fans se dieron cuenta de que no era un entrenador común, practicaba ejercicios de meditación regular y de autocontrol, dicen que tenía un modelo espiritual, Ignacio de Loyola. "La mayoría de los obstáculos son mentales", repetía. Y llegó a expresar: "Si tienes miedo de hacer algo, creo que, definitivamente, un idiota lo hará por usted." Tenía absoluta confianza en el poder de la mente.

Su grito de guerra en Italia fue precisamente "taca la bala", traducido por "atacar la pelota.", una frase con similitudes de “abracadabra…” Pero lo más sonado de Helenio Herrera fue aquella fantasmada de que “Ganaremos sin bajarnos del autobús”; como aquella otra que restregó a la prensa y le acompañó toda la vida: “Con 10 se juega mejor que con 11”, le habían expulsado a un futbolista y su equipo se había quedado en inferioridad…Es evidente que tenía una total confianza en su filosofía futbolística: “Lo peor es fracasar con las ideas de otro…”.

Helenio Herrera, siendo yo pequeño, me transmitía una cierta magia distinta, un hálito que no vislumbraba en otros personajes del fútbol. Ni siquiera sus “fantasmadas” me provocaban rechazo, ya en la manera de hacer declaraciones en la prensa observabas que alguna sorpresa nos deparaba. “Mis jugadores son instruidos al detalle. No pueden equivocarse. ¿Mi secreto? Profesionalismo, gran profesionalismo y perfeccionismo. Yo no sé si soy el mejor del mundo, pero sé que hago todo para serlo”. Son reflexiones que tienen gran profundidad. “Pocos pases a gran velocidad, llegar al arco contrario en el menor tiempo posible. El dribling prácticamente entró en desuso. Es un recurso pero no un sistema. La pelota siempre viaja más rápido sin un jugador atrás”. (…) “En el fútbol no hay magia, sí pasión y lucha”. (…) “El fútbol moderno es velocidad. Desplácese con velocidad, pase la pelota con velocidad, marque y desmárquese con velocidad, piense con velocidad”. (…) “El fútbol de hoy (1959) no es la gambeta o el jugador personal. La consigna de hoy es ganar”. (…) “El 4.2.4., como todos los métodos, si se aplica de modo riguroso, es una estupidez. ¿Por qué se quiere a toda costa sistematizar el fútbol? La manera de jugar de un equipo debe concebirla el técnico considerando la personalidad de sus jugadores” (1962). “El Catenaccio no tiene ninguna posibilidad de subsistir. Después de la lección que el fútbol italiano recibió en la final del mundial de México, tengo el absoluto convencimiento que los sistemas eminentemente defensivos han concluido su ciclo”. (1970).

Nunca mejor dicho que Herrera fue un entrenador campeón, un antecedente de Mourinho con la prensa y sus provocaciones previas al partido que formaban parte de su táctica. Seguramente compartía las enseñanzas contenidas en “Las reglas del emperador”, cuando Wei Zheng aseguraba a Taizong: “El lenguaje provocador se parece levemente a la difamación, pero un gobernante sabio puede encontrar algo de provecho incluso en los comentarios de un loco…”

Salamanca, 6.julio de 2017.