Fútbol proactivo. 2 de 2.

03.11.2014 11:37 de  MAROGAR .   ver lecturas

“Así como nunca salen dos paellas iguales, aunque empleemos los mismos ingredientes, nunca se liderará exactamente igual, pues las personas, las organizaciones, la cultura, etc., son ingredientes que influyen en el resultado final”. (Juan Carlos Maestro, “Regálate liderazgo”.)

En su “Manual Básico de Trabajo en Equipo”, su autor Simón Hergueta concreta pautas que no todos entienden: “El trabajo en equipo conlleva un cierto grado de conflictividad y eso es absolutamente normal…” Pero el periodismo no lo entiende y, sin embargo, les viene muy bien para su negocio informativo. Tenemos tendencia a pensar que los jugadores de un equipo deben actuar mediante consenso, deben ser íntimos amigos, y en el juego deben practicar algo parecido a “juegos florales”… Y lo que no se admite para un equipo de fútbol se es condescendiente con el lugar de trabajo, la oficina, la fábrica, el almacén…

El otro día veíamos un cambio de impresiones en el campo de juego entre Cristiano y Ramos, enseguida se comenzaron a airear comentarios como si de una rencilla particular entre ambos se tratase, y no se valoraba que allí había dos profesionales intercambiando ideas en el sitio de trabajo para la búsqueda de un mejor rendimiento del equipo. Y ya lo señala Hergueta: “El trabajo en equipo no tiene por qué anular la personalidad y la creatividad del individuo, más bien lo contrario…” Cuántas veces vemos partidos de fútbol y juzgamos a ciertos jugadores como egoístas: “Fulano es muy bueno… Si no regatease tanto…” O sea, disfrutamos también aireando siempre los puntos débiles de cualquier sujeto, olvidándonos de sus muchas y auténticas virtudes…

Los entrenadores deberían aceptar igualmente la opinión de Gabriel Ginebra en su publicación singular “Gestión de incompetentes”: “Querer  lo que se tiene por delante del tener lo que se quiere”. Esta es una trampa permanente de los entrenadores, en vez de ejercer su profesión y conciliar las cualidades de sus hombres se ponen la venda antes de la herida y comienzan a manejar disculpas infantiles alegando que les gustaría disponer de otro jugador, siempre uno o varios que no está en plantilla… Gabriel Marcel aconseja “Ver a las personas como un misterio por descubrir, en lugar de cómo un problema por resolver”, sin duda todo un reto permanente para que los entrenadores sean proactivos y gestionen por las virtudes de su gente y no por sus defectos…

Observemos cómo todos los domingos las crónicas de los partidos no se limitan a relatarnos hechos y críticas, sino a dejar constancia de “juicios de valor” sobre personas (jugadores, entrenadores, árbitros) que a nadie les correspondería ejercer… Es fundamental tener opinión y criterio para juzgar acciones concretas, lo que ya no está bien es criticar con saña a las personas. Porque no deberíamos ponernos la toga para corregir a los demás, en este caso a los futbolistas o entrenadores; no digamos ya a los árbitros: “El entrenador Menganito debió sacar a Regatito por Pasadorito es mucho mejor futbolista…” O esta otra: “Chutadorito lucha más que “Marcadorito”, es más honrado en el esfuerzo…” “Este árbitro es un vendido… Pita este penalti y antes en el área contraria ni se inmuta…” Y es que no lo podemos remediar, nos gusta intervenir si la responsabilidad es de los otros, como hacer alineaciones, cambios, manejar los equipos a nuestro antojo sin conocer los más mínimos detalles… Vemos un partido cada quince días y con eso ya nos creemos con derecho no solo a opinar sino a actuar como directores ejecutivos de los equipos… Y así con 25.000; 35.000; 50.000 ó más socios en el campo y con más de 2 millones de espectadores de televisión, por ejemplo.

Es muy interesante que la Liga vaya incorporando nuevos equipos a la disputa de los primeros lugares. Es muy pronto todavía, tanto para vislumbrar los equipos cabeceros como los que tienen que combatir por los puestos de abajo. En “El manual del estratega”, de Rafael Martínez Alonso, aparece este apunte que hacía Picasso que señala una visión excepcional: “El éxito es peligroso. Uno empieza a copiarse a sí mismo; y copiarse a sí mismo es más peligroso que copiar a los otros. Conduce a la esterilidad”. Y, aparte los resultados, ya hemos comentado que debemos ir vislumbrando las distintas tendencias de los equipos, tanto los ganadores como los perdedores, para ver si el dicho de Picasso se cumple en su literalidad… Sin duda, son muestras para configurar un “fútbol proactivo”, ese que anticipa decisiones porque analiza y diagnostica lo que nos está ocurriendo y no se pone la venda de la complacencia. Este pecado está muy arraigado y provoca un inmovilismo indeseable…

El Barcelona perdió este sábado pasado contra el Celta de Vigo en el Camp Nou con lo que acumula dos partidos perdidos, después de haberlo hecho también contra el Real Madrid. Sin embargo, en esta ocasión, el Barça tuvo numerosas ocasiones de gol que no materializó. Luis Enrique señala que su equipo “no tuvo el control del partido” como aspira siempre que salta al campo… También señala que “la crítica es muy fácil ahora”… Pero buscará soluciones: “Es muy fácil mutilarnos ahora y pensar que todo está mal hecho… si no controlamos el juego sufrimos por el perfil de jugador que tenemos… Nosotros somos fuertes con la posesión. Trabajamos desde que soy entrenador con un concepto claro, de tener el peso del partido, tener la posesión del balón… Si estamos más cómodos sin el balón es que nos estamos equivocando". Por tanto, es una manifestación pública de Luis Enrique por un “fútbol proactivo”, ante las dudas de un periodista que señalaba una actitud de los barcelonistas a desprenderse de la iniciativa con el balón.

Salamanca, 3 de noviembre de 2014.