¿"Deconstruir" el futbol para mejorarlo...? 4 de 4.

20.08.2014 21:18 de  MAROGAR .   ver lecturas

“No basta con decir que la “deconstrucción” no puede reducirse a una mera instrumentalidad metodológica, a un conjunto de reglas y de procedimientos transportables”. (Jacques Derrida.)

La fuerza negativa de “los carroñeros” es espectacular y de nada sirven las circunstancias, las trayectorias, lo bien que lo hicieran en un tiempo pasado, ante la derrota la práctica habitual es “pasar factura” y los argumentos de los perdedores pierden toda su consistencia… La Selección española ha sido un ejemplo de coherencia en los seis últimos años, protagonista de un buen fútbol con buenos futbolistas y, consecuentemente, de buenos resultados. Pero ahora han perdido y han desencadenado un dominó de incomprensiones. El periodismo evolucionó hacia la típica “caza de brujas” apareciendo filias y fobias según qué futbolistas y sus equipos de origen: Barcelona, Real Madrid o Atlético de Madrid… O sea, el espíritu contrario a lo que debe ser el espíritu del “Equipo España”. Percibo que solamente un buen liderazgo puede superar los actuales ambientes negativos que fagocitan a los débiles… Por tanto, espero que mi amigo Vicente del Bosque oriente sus nuevas directrices futbolísticas para el próximo período competitivo superando la crítica fácil que también surge contra él mismo. Porque creo en el axioma muy real que cita John Maxwell, experto en liderazgo: “Todo sube o todo cae por el liderazgo”. Aunque no quiero confundirme, el “carroñerismo” visceral existe incluso en las familias, en las empresas, en los colegios profesionales, en los partidos políticos y en cualquier comunidad de intereses que no sea muy sana… Por lo tanto, los malos liderazgos y el carroñero negativo necesitará también su “deconstrucción”… Me gustó sobremanera, y no es santo de mi devoción, que el presidente Villar dijera que “No hay motivos para reafirmar a Vicente del Bosque”. Incluso aplica una lógica aplastante: “Joaquín Löw perdió dos veces con España y nadie lo echó por ello…” Insisto que en la discrepancia sana está el equilibrio y comprendo que haya gente del fútbol que no comparta la gestión del Seleccionador… Pero aportando elementos racionales y no volviendo a la furia frente a los malos resultados.

¡Pero ahora mismo toca superar ese ambiente negativo! Si pienso en la Selección española, su estilo, su cultura, sus éxitos y también sus mínimos fracasos, todo tiene mucho que ver con los buenos futbolistas que fueron protagonistas y excelentes “ejecutores de tendencia”, sobre todo los provenientes del Barcelona que jugaron un fútbol supremo durante tiempo y trasladó parte de sus virtudes a la Selección. La “deconstrucción” no es una filosofía propiamente dicha sino una estrategia, una nueva práctica, un archipiélago de nuevas actitudes y posibilidades… “El lenguaje no es más que nuestra forma de disipar con explicaciones la maravilla y la gloria del mundo. De deconstruirlo. De desdeñarlo.” Jacques Derrida. Es inteligente actuar de dicha forma, hacer una Selección juntando a once jugadores de once equipos distintos es muy poco práctico. Un equipo, una Selección, no funciona alineando a los once mejores jugadores sino a los mejores once que sepan hacer equipo…

Los futbolistas españoles, esos “locos bajitos”, tienen también sus carencias que igualmente coincidirán casi con idénticas limitaciones del Barcelona, por lo que la actual Selección requiere una “deconstrucción futbolística” para modificar, o potenciar, los actuales abusos del toque de pelota… Todo ello sin envolturas falsas, sin marketing, sin celofán, sin retórica, sin literatura grandilocuente rayana en la propaganda, sin rigideces por un modelo único… El toque, la combinación, el pase, la superioridad táctica y numérica, los desmarques, el juego de posición, la defensa alta nada más perder el balón, la posesión defensiva y ofensiva, el ritmo de balón, el pase rápido con interior del pie para evitar la presión contraria, la movilidad permanente para la búsqueda del desmarque, etcétera. Todos esos elementos, fundamentales para el “cocinero futbolístico y sus comensales”, son absolutamente válidos para un fútbol moderno pero con la posibilidad de darles otro giro distinto… Precisamente coincidiendo ahora mismo con el desgaste de algunos futbolistas que llegaron ya al límite de su rendimiento… En ese “fútbol deconstruido” que propugno deben incorporarse nuevos elementos conceptuales, hemos podido observar los aspectos más positivos de Alemania, tampoco podemos aspirar a ser ellos porque ellos han aspirado a ser nosotros pero con sus propios jugadores. Y para no confundirnos, para no entorpecer las evoluciones necesarias, debemos huir del debate de las individualidades y de qué equipo procederán…

Los equipos del futuro tienen que evolucionar sin prescindir de hábitos adquiridos, de cualidades innatas, de mejorar aspectos muy finos tanto físicos, tácticos como mentales… En la portería se precisa de un juego aéreo más potente y  favorecedor de las disputas por los balones colgados; el portero debe desempeñar como hombre libre por detrás de la defensa no solo para destruir sino para crear juego desde la zona de gestación. Esta aportación ya la tenía la Holanda del 74, una idea de fútbol que aún sigue vigente en sus esencias. La línea defensiva deberá adquirir más potencia física en los costados pues los laterales deben acoger una mayor actitud defensiva que atacante, no es obligatorio que los laterales sean antiguos extremos, hábiles y “pequeñitos”; y de los dos defensas del centro alternarán funciones de “stopper”, uno de ellos ejercerá más de “marcador” y el otro actuará simultáneamente de “corrector”, pero nunca los dos actuando de “hombres libres”, sin dejarlo todo a la indefinición improvisada o al capricho de los protagonistas.

Yo comparto con Del Bosque y con Guardiola que el centro del campo de un equipo es el centro de operaciones: “Si tiene que haber un hombre de más en alguna zona del campo, que sea en medio campo”. Sin embargo, allí deben añadirse más obligaciones ofensivas y también goleadoras…  Más conducciones intensas y desbordes atacantes de área a área, con búsquedas constantes de goles mediante el tiro de distancia casi olvidado en el fútbol español. Sin duda, desaprendiendo las rutinas viciadas del pase corto sin objetivos e impulsando un mayor juego atlético en las disputas permanentes de esa zona clave del campo. El hecho de “deconstruir” el juego, precisará de una ruptura en las misiones de “mediocampistas” o de “mediopuntas”, orientando aspectos que mejoren el fútbol hacia un juego más sólido como equipo. Introduciendo el espíritu “tococampista” en lugar de limitarse a las acciones de “pivotes” estáticos y limitados, en todo caso estableciendo niveles organizativos en la ocupación de los espacios.

Y los delanteros, que sean delanteros, tanto en el centro del ataque como en las bandas. En la actualidad, la actuación en la punta con futbolistas habituados al medio campo, o a la media punta, da un componente de juego más especulativo y reiterado en la posesión que si se utilizasen delanteros puros… El pensamiento de atacar es innegociable, los delanteros suelen ser más irracionales, son futbolistas inquietos ante el gol y más verticales, aunque deben aprender a defender ya en el mismo momento que pierdan el balón. Y, en general, entrenarse a tope en los entrenamientos para retomar el tiro de distancia en España, la conducción más intensiva, el “dos a uno”, el “toco y me voy”, el “después de una diagonal una recta” y “dos cortas y una larga” - como postulaba Menotti- , la ruptura del juego de posición, la búsqueda del remate de cabeza llegando al espacio vacío o en estático en jugadas de estrategia…

Todo ello sazonado con buenas ayudas biológicas, una fuerza mental superior apoyada en las neurociencias, y una constancia necesarias para enfrentarse a esta “deconstrucción” futura… Las Reglas del juego deberían entrar en esta “deconstrucción” propuesta, la posesión de balón de los equipos precisan de estudios para mejorar. Los árbitros debieran ser más fieles con el espíritu de las normas, tendrían que ser menos corporativos fuera del terreno de juego y aportasen soluciones en la línea de que el juego fluya sin interrupciones, sin falsos lesionados, sin falsear el tiempo de los partidos… Sobre todo en España, deberán habilitarse unos acuerdos éticos entre jugadores para suprimir tanta simulación que busca el engaño permanente pero viciado del juego y no protege el fútbol en su conjunto… Una vez tenidas las ideas, aceptadas, habría que designar a continuación los futbolistas que se encargarían de su implantación. Y se cumpliría la fórmula: “Teoría + Práctica + Futbolistas adecuados = Éxito del fútbol “deconstruido”…

Del “jogo bonito” al “bonito fútbol”, pasando por el “fútbol deconstruido”, es posible que sea la nueva tendencia en los próximos años…  Mientras tanto, Alemania está marcando las pautas…

Salamanca, 20.agosto.2014.