Tendencias futuras del juego, simple o complejo.

21.03.2019 18:57 de  MAROGAR .   ver lecturas

“Hemos preparado a los hombres para pensar en el futuro como una tierra prometida que alcanzan los héroes, no como lo que cualquiera alcanza a un ritmo de sesenta minutos por hora, haga lo que haga”. (C. S. Lewis).

            Siempre he repetido que los sistemas de juego en fútbol no se circunscriben al mero dibujo táctico, las formaciones deben acompañarse de un conjunto de acciones técnico-tácticas y otras cuestiones anímicas, muchas veces intangibles y de difícil concreción. En “efdeportes.com” (2015) pude leer: “Los sistemas de juego surgen como necesidad de organizar las fuerzas disponibles en el terreno, en las que ha imperado la tendencia a mantener el equilibrio entre ellas, pues las sobrecargas posicionales a la ofensiva condicionan la aparición de espacios a la defensiva y viceversa; o sea, si recargas mucho hacia atrás apenas podrás atacar”. Y una conclusión evidente para los tiempos que corren: “Según predicciones en un futuro inmediato el ámbito futbolístico se continuará complejizando, necesitándose de jugadores más capaces (polivalencia multifuncional) y mejor preparados, sobre todo desde el punto de vista inteligente (teórico táctico estratégico), para de esta forma optimizar el funcionamiento de los sistemas de juego complejos en el fútbol. Esta estructura deberá erguirse sobre aspectos de carácter individual que dinamicen dicha actividad, apoyándose en las renovaciones de los sistemas de juego, los cuales muestran rasgos evolutivos en los que paulatinamente progresan las complejidades”.

             The Sun aseguró en estos últimos días que el fútbol mejorará con la última propuesta de Guardiola: “Lo último que se le ha ocurrido al entrenador del Manchester City es utilizar drones para supervisar los entrenamientos del equipo”. O sea, la fórmula moderna parecida a Luis Enrique que se ha inventado un andamio para supervisar el juego a vista de pájaro. Por tanto, todos los colaboradores del staff técnico de Pep ya están recibiendo cursos de pilotaje de aviones no tripulados. ¿Esta nueva tecnología simplificará o complicará la manera de entender el fútbol? Si en el fútbol todo está conectado con todo, dicha complejidad puede simplificar la manera de percibir otros aspectos del juego. Y se hace necesario pensar de manera sistémica, de manera relacional, ya que se asegura que “la utilización de una metodología reduccionista, mecanicista o tradicional, que subdivide el problema para resolverlo no sirve para comprender realidades sistémicas como el fútbol”. Pero el asunto de los drones no deja de ser una herramienta operativa para obtener mejor información y transformarla en mayor conocimiento… Me temo que su precio se va a poner “por las nubes”…

              En un jugador de fútbol no se puede separar lo técnico-táctico, de lo condicional (aspecto físico) o de lo psicológico. En realidad, podemos llegar a ser víctimas del pensamiento analítico, aunque observemos cómo nada más acabar un partido de fútbol le ponemos un adjetivo global al equipo, pero, enseguida, llenamos de superlativos a uno o dos jugadores confirmando que “fueron los mejores del partido”. O sea, el equipo se comportó de una manera determinada y, de pronto, alguien se olvida de 9 jugadores, como diciéndoles: “Vds, vosotros, ganasteis, pero lo mejor lo hizo “Mengano de Tal” y los demás fuisteis comparsas de turno”. Más o menos eso ocurre en casi todos los partidos, incluso en benjamines. De nuevo la individualización del rendimiento. Por eso los entrenadores nunca quieren ese comportamiento de los medios. Y, parece mentira, por más que ha evolucionado el juego, la manera de concebirlo, de verlo, de propagarlo o de comunicarlo, la prensa no ha evolucionado en este aspecto. Siempre aparecerán dos cosas fundamentales en la expresión práctica del partido: “Siempre habrá uno que sea “el mejor”; y otro que se constituirá en “el peor”. Así se llenan páginas y páginas para aficionados mentecatos de tanta mala información, siendo esta tendencia de muy pobre evolución positiva. Pero esta misma técnica sirve para “tirarlos por el barranco” si no lo hacen bien…

             En abril 2018, Alex Ortiz escribía sobre el “Fútbol. Juego Complejo”, una obra muy documentada del portugués Jorge Castelo, destacando que “la teoría de la complejidad parte de la idea de que los componentes de un sistema actúan a partir de leyes relativamente simples que generan el comportamiento del sistema y su autoorganización”. Y pocas definiciones tan simples podemos obtener como ésta: “El objetivo del juego es fácil de entender: Introducir la pelota en la portería adversaria y evitar que ésta entre en su propia portería. Sin embargo, entre el balón y la portería se interpone continuamente un obstáculo: El equipo contrario”. En realidad, los aficionados nunca ven un equipo delante sino un defensa central, o un lateral, ellos son “los defensas”, y no valorar nunca el aspecto defensivo del colectivo. Realmente el juego del fútbol es muy sencillo de definir, pero más difícil de ejecutar. 

             Entonces, ¿en qué quedamos, el fútbol es simple o complejo? Sin duda, las dos cosas a la vez. El fútbol siempre fue complejo y la gran virtud, como dijera Cruyff, consiste en transformarlo en sencillo. Eso es lo más difícil de todo, pero es la vida misma. Por eso, cuando intento entender las explicaciones de Jorge Castelo en su libro “Fútbol. Juego Complejo”, observo las dificultades de entender el juego de una manera simple, o simplificada. Aunque me quedo con estas reflexiones de un determinado partido: “Un equipo de fútbol se desarrolla subordinado al concepto de sistema: definido por el conjunto de elementos y su interacción dinámica para alcanzar una determinada finalidad”. Asimismo, “se desprende así que el juego de fútbol no es suma de varios jugadores, sino su interacción comportamental que producen y crean constantemente algo nuevo”. Del mismo modo que “siendo el resultado de la acción colectiva mayor que la suma de sus partes, una perspectiva que se centra solo en una observación sobre la pelota y los jugadores que intervienen sobre ésta, nos permitirá apreciar “la dimensión interactiva del equipo”. Observemos el último partido jugado en Sevilla por el Barcelona contra el Betis, cuyo resultado finalizó en 1-4. Nadie aplaudió al Barça en el Benito Villamarín, aplaudieron a Messi y con eso cumplieron su satisfacción de lo que habían visto, al fin y al cabo de los tres goles que marcó el fenómeno argentino fueron de alta factura pero el mérito se le dio exclusivamente a él. ¿Simple o complejo?

              “La teoría de la complejidad parte de la idea de que los componentes de un sistema actúan a partir de las leyes relativamente simples que generan el comportamiento del sistema y su autoorganización”. Porque, en el juego, los futbolistas utilizan múltiples posibilidades de acción, el atacante con posesión de pelota podrá mantenerla, pasarla o rematarla a la portería contraria, no habrá más opciones. Sin tal posesión, apoya al compañero en posesión de la pelota, progresa a un espacio útil y equilibra el sistema táctico, Y así sucesivamente, condicionado a las circunstancias. El partido resulta una sucesión de orden y desorden en torno al balón, el juego se repite, pero nunca es igual, y los jugadores van adaptándose a las distintas contingencias que se generan bien por los movimientos de sus compañeros o de los contrarios. El mejor equipo siempre será el que mejor se adapte a la realidad del momento cumbre. Aparte las expresiones competitivas que observamos en la Liga española, el campeonato que mejor retrata este aspecto tan específico son los equipos de “Champions League”, de pronto vemos que equipos muy bien dotados y repletos de futbolistas top son eliminados por otros sin renombre, aunque con una idea de equipo muy consolidada, caso reciente del Real Madrid contra Ajax de Amsterdam; o Manchester United aparentemente en declive contra un deslumbrante PSG, en teoría. Bien es cierto que un “equipo-máquina” como el Atlético de Madrid no pudo soportar en equipo las realizaciones espectaculares de Cristiano Ronaldo con la Juventus de Turín.

             Y para colmo, podemos plasmar la opinión de una mujer futbolista como la española Vero Boquete, que escribió (ElPais,febrero 2019): “Más fútbol y menos polémicas. Sería fantástico que todos los que nos (des)informan nos contasen más de fútbol y menos de otros temas”. Sin duda, una tendencia muy simple y actualizada del fútbol actual.

            Salamanca, 21.marzo de 2019.