EDITORIAL: "FUTBOLISTAS PROBETA"

Aparecen noticias, cada vez más, en las que niños futbolistas con excelentes cualidades para practicar este deporte han sido fichados para jugar en otros países alejados de sus domicilios paternos. Juego peligroso en el que están entrando casi todos los grandes clubes, ingleses, italianos, españoles… En estos últimos días, la organización Save the Children ha hecho público un informe titulado “Los niños en competición” en el que se hace una acusación grave: “Tráfico de niños”… Es fundamental cuestionarse si este mercadeo es apropiado, sano, ético, razonable, explotador o simplemente inmoral. Una cuestión es desarrollar los talentos de las personas y otra generar un mercadeo con personas, niños en este caso. ¿Dónde están los límites?

El citado informe señala que hay lugares, academias y clubes bajo sospecha, siendo África la principal zona de explotación de la infancia. Incluso se apunta que Bélgica es la liga más descontrolada para esos jóvenes africanos, como país puente para luego traspasarlos a las grandes ligas. De igual manera se cita a Francia y últimamente Portugal. Ningún menor de 18 años puede fichar por un club de Europa pero sin embargo hay varios nigerianos fichados por el Midtjylland de Dinamarca. Pero nadie se libra, ni siquiera el Barça cuando se ofreció “desinteresadamente” a pagar todo el tratamiento de Messi, con 11 años, de la hormona de crecimiento que necesitaba. Es posible que los padres de dichos niños acaben en esa “rueda maldita” porque piensen que es una oportunidad única para sus hijos pero sobre todo para ellos.

Academias financiadas en África, asociadas con el dinero de los clubes como el Manchester; en Ghana actúa el Ajax de Ámsterdam; en Mali funciona la academia Aspire de Qatar; hay otra vía cual es la de las academias financiadas con el dinero de algunos futbolistas africanos, sólo en Accra (Ghana) hay 500 academias de fútbol ilegales. Ya en el año 2000, una investigación desvelaba que en Italia 5.282 jugadores con licencia, menores de 16 años, provenían de países no comunitarios (África, principalmente) y que apenas 23 de ello contaban con un contrato registrado. Los llamados “futbolistas probeta” cada vez son más jóvenes y la voracidad de los clubes es mayor según pasa el tiempo. Puestas así las cosas, es fundamental que todos pensemos en la necesidad de regular algunos límites que protejan a estos fenómenos, muchos de ellos candidatos a ser “juguetes rotos” como la historia nos demuestra.

Aunque suena a ciencia ficción, la vorágine de los grandes clubes, la avaricia de los agentes, y otras prácticas mafiosas pudieran dar lugar a situaciones límite, extremas, como serían la creación de los auténticos niños probeta generados “in vitro” o mediante “madres de alquiler”. Donantes como Cruyff, Maradona, Pelé, Zidane, Ronaldinho y otros muchos futbolistas podrían vender, o donar, genes futbolísticos que pudieran constituir una industria singular. Los clubes se pegarían por los bancos de semen de futbolistas famosos y de contrastada eficacia. Habría numerosos mercados negros de cualidades futbolísticas donde se ofrecerían con toda naturalidad: “Tenemos genes de delantero goleador; también de centrocampista organizador; poseemos clones de porteros voladores; también de líberos correctores estilo Beckenbauer…” Y todo así, anunciado por altavoz como los vendedores ambulantes.

Para hacer un individuo necesitamos dos personas. Los organismos vivos somos máquinas con un tiempo de vida limitado y la capacidad de regeneración se agota porque hay células que no tienen recambio. A partir de aquí, la “inmortalidad” del fútbol y sus mejores futbolistas estarían asegurados. Se podrían “fabricar” nuevos individuos que sustituirían a los que van desapareciendo de los campos de juego. Y las inversiones de las sociedades de fútbol serían multimillonarias. Las estrellas de mar se pueden fragmentar y cada trozo se puede convertir en una nueva estrella de mar. Eso aún no es así con las estrellas del fútbol actual. ¿Generar individuos genéticamente idénticos garantiza que tendremos futbolistas clónicos para el futuro? ¿Veríamos con buenos ojos la mercantilización de este tipo de “futbolistas probeta”? Es para quedarse pasmado. Algo parecido a lo que puede estar pasando con la actual explotación de niños futbolistas. Y aunque hayamos puesto ejemplos provocadores, afortunadamente aún son irrealidades, eso no es nada comparado con la realidad de lo que podría llegar a ocurrir de seguir por este camino.

Debiéramos reaccionar ya frente a la realidad actual. No digamos ante la realidad futura… ¿Qué se nos avecina?

MAROGAR