¿Pedir perdón por perder...?

14.08.2015 13:16 de  MAROGAR .   ver lecturas

Suele ocurrir en todos los fines de temporada cuando los equipos perdieron la categoría y todos los afectados bajan la cabeza por el fracaso acaecido. El entrenador agrupa a sus jugadores, unos gimiendo, otros llorando, otros avergonzados, todos afligidos y se reúnen en el centro del campo al parecer para pedir perdón a la grada, a los aficionados. ¿Pedir perdón por perder…? Una flagelación pública sin sentido, no me gusta esa especie de “postureo” baldío. En el último partido de la “Super-Copa Europa” reciente jugado entre Barcelona y Sevilla, después del 5-4, la mayoría ponderó el partido como excelente entre ambos equipos, por otra parte muy estético por el resultado final. Por el contrario,  pensé personalmente que el fútbol desplegado en gran parte del partido fue deficiente, mejorable. El Sevilla debe pensar fríamente cómo llegó a perder 4-1 en el marcador; y el Barcelona tendrá que analizar el por qué le llegaron a empatar a cuatro goles. Hubo repliegues excesivos del Sevilla sin presionar al hombre-balón, defendió por amontonamiento, y los ataques posteriores fueron a la desesperada cuando perdía por goleada, sin un plan claramente predeterminado. Al propio tiempo el Barcelona se acomodó y bajó el ritmo, renunció al 65% de posesión de la primera parte y perdió el control del partido. Eso sí, también hubo acciones magistrales de carácter individual en los lanzamientos de libres… ¿El Sevilla tendría que pedir perdón por perder…? Que reflexionen, que analicen y que mejoren en actitud si quieren ser un equipo grande.

Si un equipo hizo todo lo posible por ganar y el contrario les superó, no sé muy bien por qué hay que pedir perdón, el deporte presenta esta dualidad que debemos entender y aceptar (vencedores y vencidos). Otra cuestión es que hubiera mala intención y ánimo de perder. En todo caso, las disculpas solo sirven para aliviar conciencias, la frustración del perdedor no se resuelve con actitudes infantiles, por otra parte cuando alguien “se perdona demasiado” la gente se acostumbrará a no asumir otras responsabilidades más profundas…

Desde luego, nunca es tarde para pedir perdón. Nunca es tarde para comenzar otra vez. Nunca es tarde para decir me equivoqué. Pero sigo pensando que las disculpas sobran cuando el daño esta hecho, no es bueno ir por la vida lastimando gente y luego arrepentirse. En el deporte hay que educarse tanto para ganar como para perder, aunque nunca la solución es plantarse allí a perder la dignidad delante de gente que te chilla y te insulta. Una lapidación mental injustificable… Hay quien seguirá pensando que pedir perdón no es humillarse pero a mí me lo parece y, lo peor, que lo considero gratuito… Para mí no procede, once futbolistas delante de una afición irrefrenable esperando que les pongan “penitencia”… Ahora rezáis “un Padrenuestro y un Ave María”; o al día siguiente el “Rosario de la Aurora”… Pero, insisto, no es la mejor manera de emprender la superación de una derrota que requiere una mentalidad fuerte de “caerse”y “levantarse” deportivamente. No hace tanto leí algo que decía un entrenador muy conceptuado, Juanma Lillo: “En el fútbol no hay nada de lo que excusarse. Unas veces ganas y otras pierdes. Desde que se inventaron las excusas se acabaron los errores”. Con esta clarividencia yo también me alivio…

Salamanca, 14 agosto de 2015.