Modernidades del fútbol. 1 de 2.

16.01.2015 20:34 de MAROGAR .   ver lecturas

“Se “deconstruye” pero para entender cómo se ha construido, para ver sus estructuras… Construir a partir de ahí, sencillamente se facilita la comprensión de la naturaleza artificial de lo que se construye”. (Jacques Derrida).

Este jueves pasado, en el Santiago Bernabeu, se jugaba el segundo partido de la eliminatoria de Copa del Rey entre Real Madrid y Atlético de Madrid. Especulaciones diversas hubo al respecto de cómo el Real podría superar al Atlético y su intensidad defensiva; a su vez, cómo podían los colchoneros contrarrestar defensivamente el juego madridista y su eficacia goleadora. Dimes y diretes, ríos de tinta, academicismos varios, qué jugador sería la llave para resolver la contienda, dónde estarían las claves para ganar, etcétera. Pues bien, en menos de un minuto de empezado el partido el Atlético encontró la ocasión y marcó. Partido cerrado, se podría decir, con el 3-0. Sin embargo, me sorprendió la tranquilidad con la que el Real se enfrentó al partido a partir de ahí, jugando bien tácticamente, dominando el juego, llegando a la portería contraria con ocasiones que no se concretaron y haciendo ancho el campo, tocando con precisión, triangulando, combinando y sin querer llegar a base de pelotazos al área. Y, lo más sorprendente para mí, lo mal que defendió el Atlético en equipo sobre todo en la primera parte. Porque, aunque empató a un tanto el Real Madrid a la salida de un córner bien rematado por Ramos, éstos habían tenido ocasiones más claras y los atléticos defendían de uno en uno, individualmente, compitiendo con fuerza pero despejando sin más, aglomerando jugadores, no queriendo el balón, incluso “asustados” en los repliegues intensivos…

Al inicio de la segunda parte, jugada calcada a la primera y segundo gol del Atlético sin haber transcurrido 1 minuto de reanudado el juego. Pérdida de balón por un pase cruzado de Ramos eligiendo mal las zonas, tanto de salida del balón como de llegada. Corte de trayectoria del balón por los atléticos, contraataque y Torres, por segunda vez, actúa de palomero y golea. Luego el Real Madrid empató a dos goles, jugada hasta el fondo de Bale, centro cruzado para la anticipación de Ronaldo de cabeza. Pero perdió capacidad física y el Atlético se hizo con el balón, controló el juego, ronditos, apoyos, toque combinado buscando la desesperación de los futbolistas del Real Madrid… Total, 4-2 en el cómputo final y justo ganador el Atlético. Pero que me perdonen los atléticos, hoy tuvieron “mucha nata” como dicen los niños en el colegio,  las circunstancias y el momento de consecución de los dos goles conseguidos hoy… Frente a estas circunstancias tan especiales del juego no hay táctica moderna que pueda contrarrestar, máxime con un 2-0 del partido de ida…

Pero la capacidad de sorpresa en el mundo del fútbol es superado por otras decisiones mundanas. No se restrieguen los ojos, lo que les digo a continuación es la última modernidad de un político, en este caso el primer ministro británico quien se está planteando la prohibición de los servicios de mensajería instantánea como medida de seguridad tras los atentados de París… O sea, imagínense que el político de turno impone a la “Premier” que, a partir de ahora mismo, quedan prohibidos los “pases largos” en el fútbol inglés porque el fútbol así es demasiado rápido, demasiado combativo, demasiado peligro, y obliga a esfuerzos sobrehumanos a los jugadores persiguiendo balones, lo que sería muy dañino para los corazones de los aficionados y, sobre todo, de los futbolistas… Como tantas otras veces, es aquello de confundir “el culo con las témporas”; “la velocidad con el tocino”; y la “modernidad” con la “antigüedad” más tozuda… Se podrían proponer otras propuestas en la línea del absurdo: “Relacionar las bragas con la alcabala de las habas”; también establecer vínculos entre “las lechugas y las falsas riendas”; o aquella más burda, más pueblerina, aunque más contundente: “¿Qué tienen que ver los coj-nes para comer trigo?”.

En Cadena Ser, Internet, Soledad Domínguez firma esta información modernista en extremo y que despistará a la gente que no tenga un mínimo de sensibilidad: “A priori podría parecer que danza y futbol son antagónicos. Una hipótesis que el coreógrafo Cesc Gelabert, socio del Barça desde que era un niño, trata de desmontar con el espectáculo Foot-ball. Gelabert se ha inspirado en las mejores jugadas del Barça de los últimos años para crear unas coreografías que subrayan las coincidencias entre los movimientos de los jugadores y los bailarines. "La técnica, insiste, no es tan distinta". El propio Gelabert protagoniza con 7 bailarines más esta puesta en escena que juega con las imágenes originales de esas jugadas míticas y con los códigos televisivos del fútbol: las jugadas se ven una y otra vez y se analizan a cámara lenta. "Hay tanta cultura futbolística, hay tantas imágenes, se ve al jugador a cámara lenta y el público está muy entrenado para descifrar su movimiento. Con un bailarín no hay esta tradición". Por eso, insiste Gelabert, me interesa utilizar la familiaridad del futbol "para ver si nos podemos acercar con una lupa a la calidad del movimiento"… Las expectativas creadas alrededor del espectáculo son muy altas: se habla ya de una posible gira mundial o de la posibilidad de hacer una versión audiovisual”. ¿Una modernidad culta y atractiva? Habrá gente que lo catalogue como extravagancia…

Y esa es la cuestión que debatimos con frecuencia acerca del fútbol, esa constante relación “causa-efecto” que con frecuencia arrimamos al ascua de nuestra sardina… En el blog de Martín Perarnau, firmado por José Luis Lorenzo, leemos acerca de la planificación táctica bautizada como “La salida lavolpiana”. Asegura el autor que es un concepto relativamente nuevo, que se retroalimenta como una leyenda urbana y reconoce que no encuentra demasiada literatura escrita para clarificar estas modernidades. La Volpe, entrenador argentino, maneja la salida a tres en el inicio de la fase ofensiva de un equipo. Sitúa en una primera línea de jugadores a los defensas centrales en amplitud y cercanos a las bandas, con un mediocentro en los alrededores del semicírculo del área de penalti, siendo los laterales los que se encuentran en una segunda línea en zonas más cercanas al mediocampo. Sin seguir relatando con precisión, es justo la salida más generalizada del Barcelona de Pep Guardiola… ¿O no?. Pues esta “salida lavolpiana” se ha visto bien realizada en distintos estilos, combinativos, de contraataque, por equipos más humildes, en resumen un fútbol jugado desde atrás y asociativo. Por supuesto, los riesgos se asumen a favor de un estilo de juego. La Volpe entrenó mucho en Méjico y no ha sido entrenador de grandes titulares, ni de enciclopedias. Lo sorprendente es que esta manera de salir jugando se la atribuimos a Guardiola cuando ya el entrenador argentino la practicaba en los años 90, la misma Selección mejicana, justo cuando Guardiola jugó en el Dorados de Sinaloa siendo entrenador Juanma Lillo….

Por cierto, seguimos siendo poco modernos en los equipos de fútbol por cuanto sustituimos al entrenador cuando los resultados no van… Esta semana le tocó a Caparrós… Y bien que lo siento pues es un entrenador poco dado a expulsarlo, la última vez fue en Mallorca y no sirvió para que el equipo permaneciera en la categoría…

Salamanca, 16 de enero de 2015.