Maestros "deconstructores" de fútbol. 4 de 4.
“La excelencia es un objetivo dinámico, y los equipos deben ajustar constantemente su enfoque para permanecer en cabeza. La capacidad de cambiar y mejorar es el aspecto más importante para construir mejores equipos”. (“De Ferrari a los Rolling Stones”. Kroi Tue).
Y el fútbol de nuevo se “deconstruye” al paso del tiempo. El periodista citado, inteligentemente, preguntó a Sacchi: “¿Cuál ha sido la última gran revolución en el fútbol?”. Y confirmó algo que yo había mantenido en mi primer libro “La Ignorática y el fútbol”, donde coincidía con Menotti y otros:”Hubo un proceso que empezó el Ajax con Michels y Kovacs y que afectaba a la dinámica del juego. Todo era rápido. Yo tenía la sensación de que la tele era demasiado pequeña para mostrar todo. Era un fútbol de movimiento, de sincronía, armonioso, veloz. Los defensas estaban al ataque y los delanteros casi de defensas. Un fútbol total. Se pasó de lo individual a lo colectivo. El juego era como la trama de una película, y esa trama sólo te la puede dar el entrenador. Después fue nuestro Milán, del que World Soccer dijo que fue el que mejor jugó de la historia. Y Guardiola siguió esta evolución. Ahora veremos que pasa con el Madrid”. O sea, que mantiene altas expectativas con el actual líder de la Liga española.
Y de nuevo, busco definiciones que ayuden a situarme en un posible nuevo punto de partida: “La deconstrucción hay que inventarla siempre, a cada paso, sin cesar, de ahí su enorme potencialidad creativa”, según las teorías de Manuel Asensi. Y nos hace reflexionar con una máxima de Aristóteles: “Una ciudad está compuesta por diferentes clases de hombres; personas similares no pueden crear una ciudad”. Trasladado al fútbol, esto significa que un equipo es un conjunto de complementariedades, igual que un Campeonato de fútbol no puede jugarlo tan solo los líderes que todo lo ganan, el último de la clasificación debe contar también porque aporta su estilo, su manera específica de entender la competición, porque todos juntos progresan en sana en sana disputa, aunque los “ideadores” de la Liga tienen que mejorar el nivel de todos los participantes al objeto de añadir equilibrios competitivos. A este respecto, la NBA es un ejemplo, porque no ganan siempre los mismos, ni son siempre los mismos los que pierden… Las aficiones no deben clasificarse en “ricas” o “pobres” por los presupuestos…
Todo este planteamiento intelectual ocurre cuando Guardiola dirige al Bayern de Münich; Wenger al Arsenal; Pellegrini al Manchester City; Van Gaal al Manchester United; Mourinho al Chelsea que lo lleva primero en la "Premier"; Löw a la Selección alemana, Campeona del Mundo; Vicente del Bosque, Selección española ex Campeona del Mundo 2010; Simeone al Atlético de Madrid; y Marcelo Bielsa dirige al Olympique de Marsella, etcétera. Y la pregunta tiene su miga: “¿Cree que el Madrid de Ancelotti puede ser la última revolución en el fútbol?”. “…yo digo que los entrenadores más famosos del mundo fueron siempre muy importantes al construir la plantilla. Carlo es el único que acepta lo que le dan. Fue así en el Milán, en el Chelsea, en el PSG… Él siempre está satisfecho con lo que le dan. En el Milán una vez pidió un defensa y le trajeron a Rivaldo. Me llamó: “Arrigo, ¿Qué debo hacer?”. Yo le dije: “Pon a Rivaldo en la defensa”. (…) “Los grandes, Guardiola o Mourinho, tienen un perfil distinto. Él es el mejor en sacar el máximo de cualquier situación. Y ahora está contento con todos… ¡Con todos!”. Una postura que sirve para criticarlo, encima…
Arrigo siguió concretando a preguntas del excelente entrevistador: “Tras el Ajax, ¿Cuál fue la aportación de Sacchi? – Pensé que había que aprovechar a los once jugadores. ¡A los once! Que se movieran juntos. Creamos la sinergia. Esa es la diferencia entre un deporte individual y uno de equipo. Los éxitos parten de estar juntos, de achicar los espacios. Y de ser veloz. ¡En mi Milán sólo había dos o tres jugadores capaces de regatear! Pero nos movíamos juntos, había menos cansancio… Estábamos cerca y la técnica era más sencilla. Es más fácil pasar a diez metros que a cincuenta. Siempre había once jugadores cerca, en posición activa. Pensábamos que había un hilo que nos juntaba a todos. Era el fútbol del futuro”. El mismo fútbol del futuro que ahora mismo se desarrolla, fundamentalmente ejerciendo un fútbol de “bloque”…
Como era lógico, a Arrigo le preguntaron sobre Guardiola: “¿Qué aportó Guardiola? – España siempre tuvo bien la pelota. La vida cambió para vosotros cuando empezasteis a jugar como un equipo, no individualmente. Cuando empezasteis a presionar. Nunca se había hecho y Guardiola lo hizo. Cuando mi Milán jugó ante el Madrid y le ganó 5-0 éramos un bloque contra algunos jugadores sueltos. ¡Les dejamos 16 veces en fuera de juego!. Y si el Madrid ahora hace eso, si se junta, será la siguiente revolución en el fútbol tras los más grandes”. Y Ancelotti aportará: “Va a mejorar la evolución. Antes se hacía todo en cinco segundos; ahora hay que hacerlo en dos. Piense en la Fórmula 1, piense en meter un coche de hace cincuenta años en una carrera de hoy. El fútbol es igual. Del Madrid de Ancelotti me gusta todo. Ataca de varios modos distintos. Sólo veo un problema, que a veces no están muy juntos. Es básico. Le pongo un ejemplo: hace 2000 años con pocos soldados los romanos derrotaron a los galos en la Galia, que eran muchos, con la táctica del sistema de testudo o tortuga (se apiñaban avanzando protegidos por los escudos), y fue porque estaban muy juntos. Eso es todo también en el fútbol, es básico…”
A mí, particularmente, los recuerdos de Sacchi me ilustran porque me situan en su tiempo y reflexiono sobre el fútbol actual, dándome muchos argumentos para la comparación de formas, modos, maneras y tiempos… Por eso mantengo una gran flexibilidad en el entendimiento de las tácticas y de los modelos de los equipos. Confirmándose situaciones cuando leemos a Marcelo, jugador del R. Madrid: “Ancelotti nos deja improvisar… Es una persona muy tranquila, que habla todo a la cara y eso es clave. Es una persona ganadora y nos transmite esa humildad… Sabíamos que tenemos que estar muy unidos para ganar algo". Lo peor es que, a veces, queremos interpretar lo que no se dice… Por ejemplo, en estos días se ha comenzado a presionar a Simeone con jugadores que no alinean a diario. Y él responde: “Yo no sé entrenar individualmente, lo hago colectivamente”. Refrendando un estilo consolidado: “Quizá no tenemos tanta velocidad sobre el juego en largo, aunque no comparto que Mandzukic sea lento en pases de 40 metros porque tiene un primer paso importante”. Al mismo tiempo que surge algo de lo que se ha dado poca extensión y Simeone confirma: “El equipo viene jugando de otra manera y va creciendo”. (…) “… enseguida se ve cuando el equipo está fuerte, cuando presiona en campo rival, cuando circula la pelota o cuándo abre las bandas y corren todos…”
En estas fechas, “El Gráfico” de Argentina entrevistó a César Menotti: “Me cuesta mucho ver al Atlético de Madrid de Simeone. Ojo eh, valoro mucho lo que hace, aunque no comparto nada con él. Simeone tiene un estilo muy diferente al mío, pero es un pibe laburador, que respeta su profesión”. Y Menotti “deconstruyó” sus opiniones de fútbol: “Guardiola tendría que haber sido el entrenador de la Selección argentina cuando se fue Sabella. Y yo le hubiera puesto tres entrenadores jóvenes de acá detrás de él pensando en el futuro, aprendiendo, y que mientras tanto viajaran a ver entrenamientos de la Selección de Alemania, de Estados Unidos, de muchos países… No sé si el Barcelona de Guardiola fue el mejor equipo de la historia, porque hay que compararlo con el Ajax de los 7º, pero si fue el mejor de los últimos 30 años. Y Guardiola es el mejor entrenador de los últimos 30 años… En la última charla que tuve con Guardiola le dije: ¿Sabes que vos sos uno de los pocos entrenadores del mundo que abre la puerta del vestuario, dice buenas tardes, y todos saben cómo tienen que jugar? ¿Te das cuenta de eso? El me miraba y se reía, pero verdaderamente es increíble lo que generó”.
Salamanca, 9 de diciembre de 2014.