Las Tribus del fútbol. 2 de 2.
“Y, como sucede con todos los hechiceros de la tribu, cuando sus poderes sobrenaturales son cuestionados, es cuestión de días. Los tigres no los aleja el mago de la tribu; hay que ir a cazarlos con arcos y flechas. Entonces, ¿para qué mantener al brujo?”. (John W. Cooke.)
Remontándonos a los orígenes de la “Tribu del fútbol”, será en cualquier caso una cacería del balón en el Estadio, búsqueda y captura, derroche físico, el carácter imprevisible del juego origina un tipo de imaginación capaz de traducirse en movimientos físicos sobre el campo, ganará el que despliegue una fuerza superior que lleva a cabo movimientos útiles del fútbol con eficacia, mucha sangre fría, incluso en momentos de gran tensión. Los futbolistas deben estar dotados con unas habilidades mínimas necesarias para realizar su trabajo con precisión y, según muchos aficionados y periodistas, deben actuar con “infalibilidad” en la resolución de cualquier jugada pues de lo contrario se producirá una fuerte “intolerancia por el fallo”, ese estado de situación cada vez es más acusado. Por descontado, en el fútbol es fundamental la motivación superior con la que superar a los jugadores contrarios que ostentarán parecidos niveles motivacionales. En suma, los futbolistas podrían ser considerados como “pseudoguerreros” incruentos.
El fútbol está cayendo en excesos teatrales, se le han añadido atributos de la farándula, si el jugador es de mi equipo nos enorgullecemos de ello y por el contrario siempre buscamos los puntos negativos del adversario, en una disputa infantil por hacer prevalecer lo propio en contra de lo ajeno. A mi personalmente, siempre me molestarán las segundas intenciones en las opiniones, me limité en todo momento a disfrutar de lo mejor dentro del terreno de juego… Curiosamente, en Estados Unidos proponen siempre la diversión de los espectadores por encima de todo, antes y durante el partido. La televisión, incluso, marca los tiempos y todo el mundo está de acuerdo, tanto los que asisten al espectáculo en persona como los que lo disfrutan en sus casas frente al televisor. Se asegura que el fútbol allí es como una comedia musical amenizada con un poco de deporte en los entreactos. En contraposición con el fútbol “inglés”, donde lo importante es el partido, sin más; porque miles de espectadores asistirán a los partidos, mes a mes, y las quejas no se producen con facilidad, en cualquier caso les gusta los ambientes espartanos. Son visiones contradictorias.
Por tanto, sin darnos cuenta, las distintas “Tribus del fútbol” se comportan de maneras diversas según los países y las culturas deportivas. Y esa uniformización se produce en pocas ocasiones, aunque la victoria sea el objetivo final. Yo me quedo con las distintas “Tribus” asociadas a los países, a las selecciones, a los equipos más representativos, a los medios de comunicación, a los periodistas que informan, incluso forman, de manera firme y transparente, a los representantes de los futbolistas, a las distintas aficiones, aunque rechace a las insociables que utilizan el fútbol para guerrear sin importarles para nada el fútbol. En realidad, esas “Tribus” negativas hay que “extinguirlas” del fútbol, son un mal germen, un veneno devastador para el futuro del fútbol… En los próximos días, pretendo “henchirme” de filosofía futbolística con el libro de Simon Critchley “En que pensamos cuando pensamos en fútbol”; y lean este anticipo: “El fútbol hunde (o hundía) sus raíces en el sentimiento de pertenencia a un lugar y a una comunidad, y en su momento encarnó cierta idea de utopismo comunitarista y fue parte importante de la cultura obrera: era un deporte de equipo, de asociación, un deporte “socialista”, donde el conjunto está siempre por encima de las individualidades, por importantes que éstas puedan ser. Los jugadores vienen y van, mientras que los aficionados son el archivo, la memoria del equipo, quienes lo anclan en la historia. Son parte activa del fútbol en tanto experiencia, en tanto colección de momentos”.
Hace unos días le hicieron a Zinedine Zidane una pregunta “inocente” sobre si le harían al Barcelona el consabido “pasillo” que otras veces homenajea al campeón. Zidane, sin más preámbulo, aseguró que “no harían pasillo”. Posterior a la rueda de prensa se ilustró la noticia incluso con frases que nunca pronunció el entrenador realista. De nuevo la lucha tribal. El capitán Sergio Ramos declaró: “Tiene que existir respeto y no magnificar lo de los pasillos. No creo que al Barcelona le importe. Estáis muy pesaditos con el pasillo… Que no se haga pasillo no quiere decir que no se les respete”. Y colorín, colorado, este asunto no tiene más contenido salvo que se quiera seguir echando leña al fuego. A los pocos días, ZZ se mostraba indignado por la palabra “robo” utilizada en la disputa del último partido de la eliminatoria contra la Juventus. La tertulia de la cadena Ser, noche del domingo 15. Abril. 2018, criticaba al unísono porque Zidane había levantado la voz al respecto, asociándolo a otro comentario de Lucas Vázquez asegurando que hay “campaña” contra el Real Madrid. O sea, los agraviados (entrenador y jugadores) eran criticados porque, al parecer, no pueden ofenderse contra los “agraviadores” que lanzan vituperios sin ninguna responsabilidad práctica. ¿Estos comportamientos son “tribales” o no…?
Otro ejemplo tribal estaría relacionado con Usain Bolt, el mejor especialista en velocidad que acaba de retirarse del atletismo. El atleta se está entrenando en el fútbol para ver si puede dar unas prestaciones adecuadas para actuar como profesional. Sebastián Coe, presidente de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, señaló recientemente: “El atletismo no podrá reemplazar a Usain Bolt. Igual que el boxeo no encontró una figura como Muhammad Ali”. La Tribu del fútbol se muestra escéptica ante las futuras prestaciones de Bolt en un partido de fútbol. Y Coe amplió: “El reto que tenemos ahora es que el público sabe que no podemos reemplazar a Bolt porque él te llenaba un estadio tan sólo con su presencia”. Cuestión que, seguramente, no se podrá extender al fútbol. Hay habilidades futbolísticas que debió entrenar cuando tenía 15 años y ciertos mecanismos serán difíciles de incorporar a su repertorio de futbolista… En todo caso, es una apuesta que le honra al personaje, incluso lo consideraría un homenaje al fútbol, porque un fuera de serie como él en otro deporte lo elige frente a otras modalidades…
Del mismo modo, observamos que los jefes de la “Tribu” también se hacen mayores y se van retirando con todo su bagaje de conocimiento que, para mí, debieran compartir con asiduidad. Capello declaró: “Hice todo lo que quería, estoy muy contento con eso, ahora estoy encantado de ser un comentarista, en ese puesto siempre ganas”, aseguró. Y no renunció a ejercer de abuelo rabietas: “Somos buenos entrenadores cuando tenemos jugadores de primer nivel, es difícil hacerlo bien con jugadores mediocres, y por el momento no hay grandes jugadores, no hay líderes, jugadores que marcan la diferencia”. (...) “En la Serie A italiana hay poca calidad. El fútbol italiano no tiene buenos maestros, buenos jugadores de donde copiar algo… Aunque hemos mejorado, debemos trabajar en otro aspecto: los niños deben aprender a jugar al fútbol, a controlar la pelota. En Italia ya hablan de tácticas a los 12 años y en España siempre dan solo al balón” (Quizás es una idealización de Capello en el caso español). El “anciano” de la “Tribu” culminó: “Debes tener personas que enseñen fútbol, que enseñen la técnica”.
A eso se dedican en “La Masía”, sin embargo, el Barcelona está asistiendo a una constante fuga de canteranos a otros lugares. El último futbolista “parido” en “La Masia” fue Sergi Roberto, debutante en 2010. El mismo Carles Aleá no ha jugado un solo minuto en esta Liga. Veamos también que el equipo filial, Barcelona B, ya está en puestos de descenso en Segunda B. ¿Estos jugadores de “La Masía” no acaban de ser suficientemente formados como para jugar en el primer equipo? El Barcelona ha gastado 334 millones de euros en fichajes, ni siquiera ese dinero justificaría la Liga ya ganada en 2017/18… En la jornada del 17 de abril, el Barcelona alineó un equipo sin ningún canterano después de 33 victorias seguidas en Liga, todo un récord. Pero hacía 16 años, el 6 de abril de 2002, que no sucedía en Liga este “desalojo” de canteranos. Y una triste conclusión: “Los jugadores que en teoría son el futuro no proceden de La Masía”. El ex canterano, Crosas, es muy crítico en redes sociales: “No debería haber peor crítica que esa a una directiva del Barça”. Así que la premisa de Capello se puede estar cumpliendo estrictamente en “La Masía” con esfuerzo de una serie de técnicos vocacionales, pero lo que no funciona es la política de la que tantas veces presumió Guardiola: “Cantera la tenemos todos, la diferencia es que nosotros los ponemos a jugar en el primer equipo”. Por tanto, la “Tribu” de la cantera generada en “La Masía” se disuelve, ni siquiera los propagandistas de la grada que sacan banderas para otros fines apoyan este fallo institucional.
Salamanca, 18 de abril de 2018.