Las Tribus del fútbol. 1 de 2.
“El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo”. (F. Nietzsche).
Es una verdad inquebrantable, en esta época solo se les reconoce valor a los que ganan. Los que empatan, o pierden, no son tenidos en consideración y se sigue confirmando que el subcampeón es el primero de los perdedores. Sin duda, es de general aceptación que si ganas es que estás haciendo mejor las cosas que los demás y puedes constituirte en un modelo a seguir, al menos por las próximas 24 horas. Incluso, si propones una determinada ética en el juego, además de ciertas actuaciones ejemplares, acabas catalogado como un utópico. ¡Y ganar, y ganar, y ganar, y ganar…!, repetía aquella cantinela de Luis Aragonés, pero ni él mismo, en toda su carrera deportiva de altibajos, supo a ciencia cierta ¿cómo ganar?, ¿cómo ganar?, ¿cómo ganar?…
En @nthropologies podemos leer que en Nueva Guinea (Oceanía) había una tribu que no entendía el valor desmesurado que le dan los occidentales a la victoria. Inglaterra llevó su protectorado en 1883 e implantó su concepto de civilización, el sistema educativo, las leyes, la administración y, fundamentalmente, el fútbol. Sin embargo, la tribu de los “tangu” se negaron a jugar al balompié si no se cambiaban las reglas del juego: “A los “tangu” no les gusta que haya ganadores y perdedores, por lo que hubo que cambiar la finalidad del partido. Lo importante era empatar y jugaban hasta que lo conseguían, incluso jugando durante varios días”. La aversión al triunfo no es tan excepcional por cuanto hay 14 grupos sociales de Tanzania, Indonesia o Amazonía, que no eran capaces de jugar con malicia al “Juego del Ultimatum”, el cual giraba en torno a la codicia y la picardía de los contrincantes. Se cita a su vez a la antropóloga Margaret Mead, quien descubrió a principios del Siglo XX que la competencia era prácticamente desconocida entre los “zuni” y los “iroquíes” de Norteamércia y los “bathonga” de Sudáfrica. Estas sociedades tradicionales desaparecieron o fueron absorbidas por el mundo moderno, con sus valores preponderantes. El sociólogo Joseph Heinrich concluyó que “la generosidad con el rival era la norma y no la excepción, como sucede en el mundo occidental”. Desde luego, en el fútbol estamos tan habituados a observar la dicha de los triunfadores y la desolación de los derrotados que resultaría una incongruencia si alguien no desea ganar. El espíritu del “empate”, en competiciones entre individuos o grupos. sería una ruina comercial para estos tiempos que corren del Siglo XXI, cuya prevalencia es ganar a toda costa, por cualquier método, caiga quien caiga…
Hace más de 35 años que “El Deporte Rey” de Desmond Morris, uno de los mejores libros de mi biblioteca, me ilustró al respecto de las “Tribus del fútbol”. Allí se contemplan los análisis sobre las raíces tribales, los rituales tribales, los héroes tribales, los adornos tribales, los jefes de la tribu, los seguidores tribales y la lengua tribal, todo ello relacionado con el juego del fútbol. Los más aventurados tienden aún a simplificaciones, creyendo que el fútbol es “cataplum” patada para adelante. Según Desmond Morris, el fútbol podría considerarse una cacería, una droga colectiva, una representación teatral. ¿Qué revela un partido de futbol, un rito sagrado y/o una diversión social? ¿Estas dos interpretaciones, comúnmente reconocidas, son complementarias o son contradictorias?Con la seriedad de un antropólogo, Desmond Morris analizó las distintas pasiones, estudió los diversos comportamientos de toda la gente del fútbol.Por supuesto, sigue siendo difícil el entendimiento del enorme interés universal que suscita esta actividad rudimentaria que se resume en dar punterazos a un balón. Pero siendo el fútbol muy sencillo, fácil de entender con 17 Reglas, pero demasiadas interpretaciones, es una contradicción secular que no haya ninguna norma del Reglamento que enseñe a jugar al fútbol. Superficialmente, los jugadores parecen librar una batalla; pero, en realidad, no pretenden destruirse entre sí sino doblegar mediante goles la resistencia del contrario y sin infringirles daño físico, eso sí, intentando que el árbitro sea un colaborador necesario…
Concretamente en la “Tribu del Atlético de Madrid”, muy característica, tanto los escasos directivos como los jugadores identificados con su estilo natural, además de una afición tan leal y entregada que también gana partidos siendo muy tolerantes con la derrota, destaca el entrenador Simeone y su cohorte de colaboradores. En el caso de figuras tan notables como la del “Niño Torres”, el día 9 de abril anunció que al final de temporada abandonará el club. La leyenda rojiblanca se despide después de diez años en el club: “Estoy disfrutando del Atleti que siempre soñé. Esta va a ser mi última temporada en el club. No ha sido una decisión sencilla, pero me sentía con la obligación de decírselo a la afición”. Profundizando: “Ya veis el protagonismo que estoy teniendo y es muy poco. No es un día de reproches. Trato de explicar a la afición lo que siento”. Y amplía: “Quiero seguir jugando dos, tres o cinco años… Mi relación con Simeone es normal. La he llevado con profesionalidad. Siempre he dicho que no voy a participar en una fisura Torres-Simeone”. Simeone ha declarado posteriormente que Torres está en el Atlético porque él lo pidió para el equipo.
El día 10 de abril. 2018, martes, ocurrió una sonada noticia en esa pugna de “Champions League” con permanentes sorpresas. Digno de análisis y estudio que el Barcelona llegase al segundo partido en campo ajeno contra la Roma con un sobrado resultado de 4-1. Los romanos con un fútbol rudimentario de lucha, ataque constante y presión muy adelantada definió con gol, por tres veces, la portería del Barcelona. Justo el gol de la Roma conseguido en el Nou Camp supuso la eliminación final barcelonista. La “Tribu” del Barcelona quedó sorprendida ante tamaño varapalo y, en esta ocasión, ni siquiera les salvó el “milagro” habitual de Messi. La “Tribu” madridista se alegró hasta niveles insospechados, además por la coincidencia de que el Manchester City de Guardiola también quedó apeado por el mejor juego y eficacia goleadora del Liverpool. El Real Madrid, después del 0-3 conseguido en casa de la Juventus, jugó su segundo partido el 11. abril.2018. Minutos antes del inicio del partido lancé este “twitter”: “Al Real Madrid recordarle: Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”. El Real Madrid recibió el primer gol en el minuto 2 del partido y al 90 le habían igualado la eliminatoria. De nuevo ocurría lo inexplicable en el fútbol, aunque el Real siguió buscando el gol hasta el final para no llegar a la prórroga. En una de las últimas jugadas, centro de Kroos al sector derecho dentro del área de penalti, Cristiano superó a un defensor por arriba y centró de cabeza en diagonal hacia la carrera de Lucas Vázquez por el centro dentro del área de meta. Cuando iba a rematar, solo delante del portero, le entraron por detrás y lo tiraron. Penalti. Protestas. Bufón recibe tarjeta roja. Cristiano no perdió la concentración en todo el revuelo contra el árbitro, tiró por alto a la izquierda del portero reserva. Y gol. 1-3 en este partido que resolvió la eliminatoria. Hubo opiniones que dudaron del penalti, el exárbitro Iturralde se atrevió a opinar en la Ser y As: “El derribo de Benatia no es suficiente. No debería haber señalado penalti”. Sorprendente, un señor desde Bilbao valora que el “empujón no fue suficiente”. ¿?. Más bien pareciera una opinión política alejada de lo técnico. Con lo fácil que sería razonar: ¿Lucas Vázquez hubiera rematado a gol si no le hubieran entrado por detrás? ¿Qué necesidad tenía de tirarse si se enfrentaba solo al portero? Curiosamente, nadie protestó por el gol de Isco en el minuto 13 que fue anulado indebidamente, tampoco interesó comentarlo en medio de la polémica del penalti a Lucas Vázquez. La “Tribu” de los exárbitros también sería digna de estudio sociológico… En Alemania, el Bayern de Münich solo empató a cero contra Sevilla, pero ganó la eliminatoria por su victoria en el Sánchez Pizjuán la semana anterior. Así que, finalmente, estos son los equipos clasificados para semifinales de “Champions League”: Roma, Liverpool, Bayern y Real Madrid. Un equipo italiano, inglés, alemán y español; y ninguno de ellos ganador de sus Ligas respectivas salvo el Bayern de Münich. Éste, precisamente, es el contrario asignado al Real Madrid en el Sorteo de Semifinales Champions, jugando el segundo partido en Madrid. En la otra, resultó Liverpool – Roma. Y en la “Europa League”, el Atlético de Madrid tendrá que eliminar al Arsenal si quiere jugar la Final.
Salamanca, 13. Abril. 2018.