Las estrategias de Sun Tzu para un fútbol del Siglo XXI. 2 de 2.

21.10.2014 10:08 de  MAROGAR .   ver lecturas

“Cuando combatas en una montaña, ataca desde arriba hacia abajo y no al revés”.

Para competir con equipos inferiores, las visiones de Sun Tzu son indispensables para seguir luchando, temporada a temporada. Aunque alguna vez sufran las zancadillas del descenso o la pelea permanente para que ello no ocurra como es el caso permanente en entrenadores como Caparrós (Granada); Paco Jémez (Rayo Vallecano); Francisco Rodríguez (Almería); Fran Escribá (Elche); etc. Porque esta misma semana ya les entró la neura a varios presidentes, en concreto el presidente del Córdoba dijo públicamente en televisión que Ferrer seguiría toda la temporada con ellos. El lunes, a las 5 de la tarde, lo destituyeron. ¡Viva la coherencia…! Y a las muy pocas horas, José Luis Mendilíbar (Levante) también lo echaron del Levante… Y es verdad que los equipos inferiores podrían sorprender a los superiores sobre todo porque son menos observados, menos televisados, pueden practicar tácticas y estrategias más ensayadas durante el entrenamiento semanal, de ellos se dispone de mucha menos información que de los equipos grandes. Por tanto, las virtudes y los defectos pueden estar más ocultos y la sorpresa es un factor a su favor…

Por otra parte, si un equipo grande juega defensivo lo acusarán de que juega como “un equipo inferior…”; mientras que un equipo menor podrá ganar más partidos, o al menos empatarlos, precisamente por practicar un juego defensivo en muchas fases de sus partidos, necesario, y que a los grandes les puede dar vergüenza practicar: “No han de conocer dónde piensas librar la batalla, porque cuando no se conoce, el enemigo destaca muchos puestos de vigilancia, y en el momento en el que se establecen numerosos puestos, sólo tienes que combatir contra pequeñas unidades”. Es el motivo por el que “David” gana a “Goliat” alguna vez, aunque ya sea menos habitual. En todo caso, “A lo que todo el mundo conoce, no se le llama sabiduría; la gran sabiduría no es algo obvio, el gran mérito no se anuncia. Cuando eres capaz de ver lo  sutil es fácil ganar”. Y ese matiz es fundamental cuando se compite en las “Subligas” que se forman en la propia Liga, yo diría que tres o cuatro grupos al menos compiten por objetivos variados y cambiantes en una misma semana. A las pruebas me remito con el Córdoba y Levante en esta ocasión…

Apunta Sun Tzu que “Las reglas militares son cinco: medición, valoración, cálculo, comparación y victoria”. ¿Cómo incidimos en esas reglas en los partidos de fútbol? No es fácil “medir” las condiciones y los rendimientos, tanto de los jugadores como de los equipos, porque los datos estadísticos son pobres aún y no hay demasiadas tecnologías para establecer los rendimientos cualitativos no solo individuales sino grupales. Y con datos pobres, la información también es pobre y, difícilmente, se convertirá en conocimiento. Por tanto, las “valoraciones” futbolísticas siguen haciéndose a ojo de buen observador, de zorro viejo, aunque haya algunos programas que miden la actividad de los jugadores localizando las áreas donde se prodigan; también los goles conseguidos y recibidos, los pases que dan y los que aciertan o fallan, las faltas que cometen o reciben, etcétera. Por tanto los “cálculos” son poco fidedignos y muchas veces los equipos se comportan de manera distinta a lo planificado, no digamos si los equipos contrarios contrarrestan con métodos no previstos. La “comparación” entre dos bandos es inevitable, bien es cierto que la expresión que más me abruma es aquella de “Uno de sus jugadores cuesta más que todo mi equipo”. ¡Y todos descargan así su conciencia…! “Las situaciones militares se basan en la velocidad: llega como el viento, muévete como el relámpago, y los adversarios no podrán vencerte”. Otra cuestión es lo que cada cual entiende, porque precisamente éste no es el fundamento de Guardiola con sus equipos y, sin embargo, también gana…

“La victoria en la guerra no es repetitiva, sino que adapta su forma continuamente”. O sea, hasta los que ganan habitualmente siempre tienen que empezar de nuevo, por más que se sientan superiores al contrario. Las victorias pasadas no garantizan las victorias futuras. Esa fue la actitud que yo percibí en “Champions League” por parte del Real Madrid cuando se enfrentó en Bulgaria a su oponente el Ludogorets. Al final el Real Madrid ganó por 2-1, después de haber fallado un penalti y metido otro… Cuántas veces los equipos que se creen superiores no se esfuerzan al 100% y van dejando pasar el tiempo a la espera de que el gol llegue de manera natural. Pero esa norma no es fija como se demostró en Eslovaquia el otro día que ganaron dos a uno a España…“Triunfan aquellos que: Saben cuando luchar y cuando no”. Incluso “Saben discernir cuándo utilizar muchas o pocas tropas”.  Quizás Carlo Ancelotti, con sus rotaciones y cambios consiguientes al final del partido, ha ido preparando el terreno a futuro incluso su experiencia le permite seguir esta otra máxima de Sun Tzu: “El mejor estratega es el que encuentra las mejores respuestas a las preguntas apropiadas”. A lo que Del Bosque se adhiere porque sufrieron situaciones similares con sus equipos.

Pero, por encima de los juegos de palabras, de las casualidades, el fútbol tiene que valerse de muchas disciplinas y consejos, sobre todo de aquellos pensamientos que refuerzan la mente y no admiten, burocráticamente, que “El fútbol es así…”, solemne disculpa que suena a tontería instaurada a fuego…

Salamanca, 21 de octubre. de 2014.