"La Quinta Disciplina" en el fútbol.

08.01.2017 18:05 de  MAROGAR .   ver lecturas

“Todos ganan si se hace correctamente, obteniendo una comprensión que no se podría obtener individualmente”. (Peter Senge).

            Hace tiempo que se empezó a hablar del “fútbol sistémico”. ¿Y “cómo se come eso…”? En mi etapa profesional, fuera del fútbol, utilicé muchos principios de “La Quinta Disciplina” (Peter Senge), toda una “Teoría de Sistemas” de difícil aplicación en el juego del fútbol. A nivel empresa, Senge concretó “cinco disciplinas”, tanto individuales como colectivas: 1. Pensamiento sistémico; 2. Dominio personal; 3. Modelos mentales; 4. Visión compartida y 5. Aprendizaje en equipo. Ya en la década de los 90 se propugnaba que “la capacidad de aprender con mayor rapidez que los competidores quizá sea la única ventaja competitiva sostenible”. Al fin y al cabo, dichas disciplinas son como “Un cuerpo coherente de sistemas, altamente conceptual, que intenta producir una “Metanoia” (Cambio de enfoque)”.

            En el Barcelona de hace años, el presidente Núñez destituyó a Johan Cruyff, simplemente porque éste “mandaba demasiado”, por lo que destruyó el sistema y a su creador por un ataque de celos. El “dominio personal” de Johan Cruyff era indiscutible, pero en la lucha de poderes entre ambos el sistema se decantó por el “mandamás” y no por el de mayor conocimiento. Ya en ese momento el Barcelona disponía de un “enemigo externo” (Léase Real Madrid) y, además, se agenció un “enemigo interno”, por lo que ambos fueron utilizados para justificar todo lo malo que surgía en el club. En situaciones similares, los directivos entran en pánico aparentando “la ilusión de hacerse cargo” de la situación. El Barcelona confirmó por entonces que no era una “organización inteligente” por más dinero que pusieran a contribución en fichajes notorios, una vez más se demostró que los clubes de fútbol son más expertos en defender sus puntos de vista que en resolver problemas complejos, curiosamente generados por ellos mismos…

            Analizando las “Leyes de la Quinta Disciplina”, vemos que todas ellas se conectan y descubren que las malas soluciones de ayer provocan los problemas de hoy. Con la expulsión de los entrenadores se emprenden “caminos fáciles” aunque no se resuelvan las situaciones más profundas y complejas; el sistema presiona cada vez más, la prensa, los aficionados, el entorno, todos ellos insistirán hasta para hacer las alineaciones. Por supuesto, con las soluciones rápidas, “El remedio es peor que la enfermedad” y se olvidan, una vez más, del refrán castellano “Vísteme despacio que tengo prisa”. Con tan poco análisis de la situación real, se llega a conclusiones erróneas porque se piensa que la “causa y el efecto” están próximos en el espacio y el tiempo… El Valencia ha recurrido, una vez más, al entrenador Voro (El tercero en esta temporada), y bajo su dirección el Celta les marcó cuatro goles a uno en Mestalla. ¿Por qué se confiaba en la magia infalible de Voro si sólo había entrenado una vez al equipo? La “organización que aprende” es el camino para progresar, los cambios de enfoque son complejos de implantar pero se sigue recurriendo al “milagro” de este tipo de implementaciones improvisadas. Cualquier nuevo “modelo mental” chocará con lo ya establecido y solo con Voro no resolverán los males de fondo.

En la “Organización Inteligente”, el “nuevo dogma” consiste en “Visión, Valores y Modelos Mentales”. ¿La gente del Valencia estaría dispuesta a ceder en sus posiciones, reflexionar, juntarse, e intentar reflotar su barco a medio hundir? ¿El fútbol sistémico ayudaría al Valencia para salir de esa posición tan negativa? Si no empiezan a ganar, en el fútbol es muy complejo establecer variaciones… “La gente no sobresale ni aprende porque se lo ordenen sino porque lo desea”, quizás falte integración de los que deben “ejecutar” las directrices, o sea, los futbolistas. ¿Cómo “compartir la Visión”? La solución estará en el compromiso de mucha más gente acompañado de un liderazgo muy fuerte para el “Aprendizaje en equipo”, lo cual es absolutamente fundamental. Buscar culpables o no reconocer los obstáculos es un vicio a superar. Parar ese proceso de “autodestrucción” en el que se encuentra el club, la afición, los jugadores, la sociedad misma, deben olvidarse de los “chivos expiatorios”…

Senge habla de “alineamiento” cuando el colectivo trata de “ponerse de acuerdo” para encontrar soluciones. Y citaba a los Celtics de Boston cuando Bill Russel reconocía: “A veces, un partido de los Celtics se calentaba tanto que era algo más que un juego físico o incluso mental. Era magia. Esa sensación es difícil de describir y, por cierto, yo nunca la mencionaba al jugar. Cuando ocurría, sentía que mis dotes de jugador se agudizaban… Esa sensación envolvía no sólo a mí y a los demás Celtics, sino a los jugadores del equipo contrario, e incluso a los árbitros… En ese nivel especial, ocurrían muchas cosas raras. El partido estaba en plena ebullición competitiva, pero yo no me sentía competitivo, lo cual era un milagro en sí mismo… El partido marchaba tan deprisa que cada gambeta y cada pase era sorprendente, pero nada podía sorprenderme. Era casi como jugar en cámara lenta. Durante esos momentos, casi podía prever la jugada siguiente y adonde iría la pelota… Para mí, la clave era que ambos equipos tenían que estar jugando con todo su fervor, y tenían que ser competitivos”. En el Valencia se siguen tomando decisiones con alfileres, el secretario técnico también ha dimitido en el momento que debía decidir los cambios y mejoras en la plantilla, ahora mismo queda todo a la improvisación de gente inexperta en estas lides. ¿Encontrarán la inteligencia de la “Quinta Disciplina?

Salamanca, 8.enero 2017.