"Inventos" ya inventados en el fútbol. 3 de 3.

14.01.2015 10:55 de  MAROGAR .   ver lecturas

“La primera responsabilidad de un líder es definir la realidad”. (Max Depree, delegado Herman Miller).

En esas estábamos cuando apareció Enric González, con su artículo “Un invento de 1925” (diciembre 2014) : “La palabra inglesa “hacker” se refiere hoy a la informática. A mediados del siglo XIX, un “hacker” era un futbolista que practicaba con destreza el “hawking”, una de las suertes más celebradas en el deporte de la época. Entonces se podía transportar el balón con la mano y era muy difícil frenar a un tipo que corría abrazado al cuero; para lograrlo, se permitía que los defensores hicieran “holding”, lo que hoy conocemos como placaje en el rugby, o “hawking”, cosa que hoy, a falta de una palabra concreta, llamamos patada en la espinilla. Pero estaba prohibido placar y dar patadas a la vez. En 1863, unos cuantos caballeros ingleses decidieron que en adelante el fútbol debía jugarse según las normas de Cambridge con algunas correcciones: solo el portero podría jugar con las manos y quedaban prohibidos tanto el “holding” como el “hawking”…

Hace no tanto que inventamos la inteligente “falta táctica”, esa con la que un jugador sin balón comete sobre el hombre-balón, al objeto de impedir su avance y el de su equipo… Normalmente, dicha “falta táctica” viene acompañada de una tarjeta amarilla, es su tributo inmediato, que condiciona el devenir del partido para el jugador infractor; eso sí, tal acción ya tiene el adjetivo de los narradores de los medios: “Fue una falta inteligente…” ¿Inteligente una falta…? Yo creo que ni siquiera oportuna, no lo acabo de ver sin haber intentado otras buenas artes para retener las acciones sin cometer faltas inadecuadas… “En su primera fase de desarrollo, el fútbol era bastante tumultuario y se basaba en un ataque más o menos desordenado. Había tanta actividad en las áreas, y tan poca en el centro del campo, que los legisladores (los caballeros ingleses de siempre) decidieron empujar a los futbolistas un poco más lejos de las porterías con una regla del fuera de juego que exigía que entre el atacante y la línea de meta hubiera tres jugadores contrarios. De ahí que la línea defensiva original se compusiera de un portero y solo dos jugadores de campo: Zamora, Ciriaco y Quincoces, por poner un ejemplo célebre”… (Enric González).

(…) “Con los años se comprobó que era demasiado fácil dejar a los delanteros en fuera de juego. Otros caballeros ingleses volvieron a reunirse y decidieron aligerar la norma. Desde 1925 en Inglaterra y desde muy poco después en el resto del universo ya no hicieron falta tres contrarios delante, sino dos, para que el delantero estuviera en posición correcta. Ese cambio tuvo una enorme trascendencia. Los arietes, bregados con la vieja norma, empezaron a plantarse con gran facilidad ante la portería contraria. Para remediarlo, Herbert Chapman, nuevo entrenador del Arsenal, ideó un cambio de enorme profundidad estratégica: retrasó al último centrocampista, el medio centro, al centro de la defensa, y desplazó a los dos antiguos “stoppers” (los Ciriaco y Quincoces, para entendernos) hacia las bandas para que marcaran a los extremos rivales. Desde ese mismo día, las batallas entre delantero centro y defensa central se convirtieron en una de las subtramas más jugosas y espectaculares en el relato futbolístico”.

Antes del artículo de Enric González comentábamos el posicionamiento especial que los húngaros buscaron con un 9 falso… Y buscando soluciones en su contexto, el fútbol fue progresando con tácticas y contratácticas, fueron cambiando con ingenio las artes estratégicas futbolísticas… Es curioso, en mi primer libro “La Ignorática y el fútbol” comparé ya el fútbol de Chapman con el de Cruyff y veíamos como el dibujo numérico era clavado, pero después de 60 años los axiomas habían cambiado a una mayor flexibilidad por el fútbol ideado por el holandés. Teóricamente un dibujo en 1.3.2.2.3 era lo que comprobábamos en el papel, pero había más técnica, más toque, pase, regate, combinación, actitud de ganar los partidos… Pero los “inventos” del fútbol habían ido descubriendo nuevos “por qué” aunque la organización de un determinado modelo parecieran lo mismo… En todo caso, sin aceptar que “En el fútbol está ya todo inventado…”. ¡Pues no…!

(…) “Al defensa central solía exigírsele hueso, músculo y coraje. Si además sabía darle una patada al balón, estupendo. Si no, daba igual. En la defensa se quedaban los de menos talento. La mala reputación futbolística de la línea trasera quedó confirmada hacia 1950, cuando el austríaco Karl Rappan inventó el cerrojo del que surgió como derivación natural el líbero: el jugador sin marcaje asignado que cubría las espaldas de los otros tres defensores y, además, sabía mover el balón hacia el centro del campo y el ataque. Es decir, se puso a un buen futbolista junto a los tres defensas. Solo dos defensas han ganado el Balón de Oro; los dos, Beckenbauer y Sammer, jugaban como líberos. Andoni Zubizarreta, muy criticado como director deportivo del Barcelona pero bastante sabio en materia de fútbol, sostiene que todos los centrales de hoy están anticuados y que los centrales que hacen falta en el fútbol moderno, tipos con las piernas de un lateral, el físico de un central, los pies de un líbero y el cerebro de un mediocentro, aún están en las categorías infantiles. En general, puede que tenga razón. Pero ya existen algunos centrales del futuro. El mejor, para mí, se llama Sergio Ramos.  A veces se despista, cierto. No es Einstein, cierto. Me temo, sin embargo, que es el mejor central que he visto en cincuenta años. Para mí, el mejor del mundo y de la historia, al menos desde 1964. Sin matices ni condiciones”.

Como vemos, las teorías son susceptibles de confirmarse… Y a los pocos días de este artículo, vemos como el presidente Bartomeu despide a Zubizarreta… Sobre todo porque se equivocó en la elección de dos centrales… En el partido de Liga reciente el Barcelona acabó practicando su modelo de juego tradicional en un dibujo 1.4.3.3. que superó con relativa facilidad al rocoso sistema táctico del Atlético de Madrid con 1.4.4.2. Pero, como siempre digo, los dibujos no son la esencia de la manera de jugar… El Barcelona jugó atacando al contrario con balón, bastante más vertical que de costumbre, movilizando la pelota de lado a lado y con mucha velocidad, Xavi Hernández no estuvo en el campo con lo que su pausa excesiva y habitual no se tuvo en consideración para esta ocasión, lo que acusó el Atlético de Madrid con su “cacareada” presión pues no llegó nunca a tiempo precisamente por la movilidad del balón… Y, es de agradecer, que el Barcelona haya mostrado el camino a todo un Real Madrid para su eliminatoria de Copa del Rey por cuanto, mantengo, un juego de choque, de presión constante, no se supera con más presión e intensidad… Más bien, frente a la intensidad hay que contraponer idéntica inteligencia… Y ese fue el mérito del Barcelona, jugó al fútbol, superó al contrario y metió tres goles con otras ocasiones baldías, al margen de los dimes y diretes arbitrales.

Salamanca, 14 de enero de 2015.