¿Hacia un fútbol "ultramoderno"? 2 de 2.
“Una cosa es describir un fenómeno y otra darle una explicación”. (Thom).
Visto lo visto, comparando las recientes gestas deportivas, ¿admitiremos un fútbol evolucionado, “ultramoderno”, que incorpore nuevos aditamentos comerciales a modo del “fútbol americano”? Curioso “ultramodernismo” en el fútbol es el caso de Heynckes en el Bayern de Munich. Un entrenador que ha conseguido de su equipo un funcionamiento como una máquina casi perfecta, con 72 años, uno de los más veteranos de las grandes Ligas, ya retirado cuando se volvió a incorporar a esta cuarta etapa. Justo cuando el Bayern marchaba segundo a cinco puntos del Dortmund tras siete jornadas de Liga y cayó en Champions ante el PSG que acabó con el desempeño de Ancelotti. Sin embargo, la llegada de Heynckes dio resultados inmediatos, tan solo perdió una vez de 21 partidos. “Los fans pueden soñar, pero el triplete no se puede planificar. El objetivo es la Liga y luego miramos a la Copa. En la “Champions” no formamos parte de los favoritos, sino de un grupo amplio de candidatos”. También me gusta citar el caso de Conte, especialmente, actual entrenador del Chelsea al que también lo considero un buen ejemplo de superación como manifestó al Daily Mail: “Soy un entrenador de los que si tiene un jugador que es un 6 lo convierto en un 8. Si es un 8 lo paso a un 10, soy ese tipo de entrenador… Mi labor es tratar de mejorar a todos los jugadores en todos los aspectos: en la mentalidad, en el coraje y en los aspectos tácticos. Soy muy bueno en eso”. Pero también reconoce sus defectos: “Soy un desastre para convencer al club en la compra de jugadores. En eso tengo que mejorar mucho y aprender de otros mánager. Tengo que hablar más con los que son muy buenos persuadiendo a los clubes de gastar dinero y comprar mejores jugadores”.
Del mismo modo, me sorprendió el “ultramodernismo” del Atlético de Madrid, con una afición que siempre apoya a su equipo pase lo que pase, que se mantiene a 7 puntos del Barcelona a fin de jornada del 11. febrero.2017, y que en su bagaje aparecen 8 victorias por 1-0, fuera y dentro de casa, 3 empates a 1 gol y 1 empate a cero goles; y, sin embargo, nadie esgrime ningún reproche por su fórmula un tanto especulativa pero con un aprovechamiento espectacular de los medios disponibles. Y esta fórmula no hay por qué rechazarla del catálogo de fútbol que rinde frutos en una determinada competición, no veo por qué no va a formar parte del “fútbol ultramoderno” cuando, a falta de grandes presupuestos para fichajes sonados, se estructura un bloque de equipo con otras cualidades competitivas donde prevalece la lucha, el esfuerzo, y la táctica “ultramedida” para ganar por la mínima un elevado tanto por ciento de los partidos jugados.
Mientras tanto, en España, las semifinales de la “Copa del Rey” se desarrollaron sin gran boato, el Sevilla eliminó al Leganés sin discusión; y el Barcelona ganó al Valencia, después de un juego colectivo que mostró amplia superioridad técnico-táctica. Total: Final Barcelona-Sevilla. ¿Algún gesto de fútbol “ultramoderno”? En lo estrictamente técnico ocurrió lo previsto. Quizás el mensaje “ultramoderno” de Garitano, entrenador del Leganés, debe ser muy tenido en cuenta: “En la bajada es cuando mueren los montañeros”. Quizás para la “Final del Torneo” haya algún movimiento de marketing con espectáculos añadidos y “spots” publicitarios, quizás se multipliquen los puestos callejeros con gorros, bufandas, camisetas, banderas, globos y CD´s con los himnos de los equipos, es posible que pudieran aparecer equipos de “majorettes” en el terreno de juego; o que bailen por doquier las “cheerleaders” más dinámicas del lugar. Eso sí, sería imperdonable que, deportivamente, no viéramos un excelente partido con un Barcelona muy centrado, equilibrado en su juego de posición y con excelentes individualidades. Del mismo modo, el Sevilla que se clasificó a pesar de haber ganado tan solo cuatro puntos de los últimos quince jugados en Liga, confirmó una cierta mejora por el hecho de clasificarse para esta final. Para mí, sería toda una sorpresa que superara a los barcelonistas por cuanto, en realidad, sus cualidades globales son significativamente inferiores. Es lo que se vislumbra a tres meses vista de dicha final, aunque en el fútbol (Antiguo, contemporáneo, moderno, ultramoderno…) nunca se puede descartar que, a un solo partido, cualquiera de los contendientes pueda ganar…
Pero, quizás, la fórmula más evolucionada de un “fútbol ultramoderno” en el futuro la debiéramos transportar del baloncesto, el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, que fue Campeón de NBA la temporada pasada, marcó una pauta a futuro en su partido contra los Suns. En pleno partido, el entrenador dejó la pizarra a sus jugadores para que éstos se “autodirigieran” acabando el partido en 129-83. Justificó su decisión después del partido: “Se lo dije tras el último partido. Les dije que íbamos a hacerlo, que este es su equipo. Creo que es una de las primeras cosas que tienes que tener en cuenta como entrenador. No es tu equipo ni el del GM… Es el equipo de los jugadores. Es suyo y tienen que adueñarse de él. Nosotros como entrenadores podemos guiarles, pero no controlarles. Ellos determinan su propio camino. Creo que no hemos enfocado bien las cosas en el último mes y creo que es lo que habrá que hacer. Se comunicaron bastante bien y dibujaron algunas jugadas muy buenas. Fue una gran noche para ellos”. ¡Indescifrable para los entrenadores que todo lo quieren controlar!
Un entrenador que está distinguiéndose en el aspecto deportivo, también ha realizado un acto humano poco común en este mundo de figuras de cartón piedra, es Mauricio Pochettino. En su día entrenó a Ryan Mason que ha tenido que dejar el fútbol a los 26 años por un golpe en la cabeza que le originó una fractura de cráneo y no pudo superar los efectos consiguientes. Cuando Mauricio llegó a Londres, hizo debutar a Mason en White Hart Lane, venía de jugar de cesión en cesión siendo propiedad de los Spurs. Gracias a la aportación de Pochettino, debutó con Inglaterra frente a Italia y explotó como futbolista. A partir de ahí, el jugador estuvo siempre comprometido con su entrenador. Públicamente, el otro día, Pochettino declaró: “La puerta está abierta para ayudarlo de mi parte y todo el staff técnico. Porque lo amamos a él, amamos a Rachel (su prometida), a George (su hijo) y a toda su familia. No te preocupes, Ryan, serás una persona exitosa fuera del campo. No tengo duda”. Seguramente que, estos gestos de gratitud, deben formar parte de un futuro fútbol “ultramoderno” que respete a sus protagonistas.
En “Champions League”, la última semana se jugó el Chelsea-Barcelona, empatando a un gol. El partido prometía por el estilo de cada uno de los equipos. El Barcelona tuvo una posesión importante, dominó el partido, el balón y el juego. Frente a un Chelsea muy replegado, una defensa “posicional” de cinco defensas que otras veces le dio frutos en la etapa de Mourinho. Sin embargo, para qué extendernos más en querer adivinar “ultramodernidades”, los dos equipos tiraron dos veces a puerta y, ambos, marcaron un gol. Ambos contentos con el resultado. Demasiado poco bagaje para tanta expectación. Algo parecido al Sevilla-Manchester United que empataron a cero goles, quizás baste decir que el portero español del United, David de Gea, fue el mejor futbolista del partido. Presupongo que, ninguno de estos partidos, aporten demasiado a la historia futbolística…
Salamanca, 23. Febrero. 2018.