Fútbol proactivo. 1 de 2.

31.10.2014 14:39 de MAROGAR .   ver lecturas

“Proactividad no significa sólo tomar la iniciativa. Significa que, como seres humanos, somos responsables de nuestras propias vidas. Nuestra conducta es una función de nuestras decisiones, no de nuestras condiciones. Podemos subordinar los sentimientos a los valores. Tenemos la iniciativa y la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan”. (Stephen Covey)

La temporada pasada ponderé la excelente campaña del Mallorca, casi hasta diciembre, dirigido por Joaquín Caparrós hasta entonces. Después todo se fue torciendo y en febrero de 2013 era destituido de su cargo. Este ejercicio, de nuevo, Caparrós inició con buenos resultados su dirección en Granada.  ¿Sufrirá las mismas consecuencias que en Mallorca? Soy de la misma opinión que Juan Carlos Maestro cuando plasma en su libro “Regálate liderazgo”: “El líder es grande cuando con los mínimos recursos y ante circunstancias adversas consigue crear un equipo humano que genere buenos resultados”.

Al fin y al cabo este es el mayor mérito de todos esos entrenadores que pagan con su salud el mantenimiento de sus equipos en las categorías privilegiadas. La historia futbolística de Joaquín Caparrós es extensa, un entrenador siempre muy entregado, socio de los clubes que dirige, muy fiable en sus planteamientos… Encima, con un afán desmedido de hacer surgir en sus equipos a figuras de la cantera como una tarea añadida a su contrato formal, más bien creo que para él es un contrato moral…”Ser líder es la capacidad de influir y de provocar cambios positivos en las personas”, lección muy aprendida por el entrenador y él lo tiene a gala… Además, cumple con otra máxima de los líderes proactivos: “Genera armonía en su entorno dentro de la organización”. Por lo que todas las temporadas encuentra equipo para entrenar… Un modelo a imitar sobre todo porque nos da ejemplo de anticipación en la gestión de sus equipos.

Por otra parte, se sigue asegurando que el 80% de las capacidades del líder son de naturaleza emocional. Y tan solo el 20% restante corresponde a talentos técnicos. Afortunadamente, están apareciendo muchos entrenadores jóvenes en Primera División, es una tendencia interesante aunque gente como Víctor Fernández estuvo demasiado tiempo sin entrenar y llegó al Coruña a sustituir a un Fernando Vázquez que subió al equipo después de un largo período en paro… En este mundillo de la dirección técnica, si un entrenador se muestra firme, agresivo, contundente, lo llamarán “Sargento de Hierro”, unas veces para bien y otras no tanto… En concreto a Luis Enrique le han querido asignar esa imagen de “duro”, quizás como contrapunto con la denostada figura de Gerardo Martino, un ejemplo de lapidación pública a un hombre de fútbol con buenas ideas y mejor comportamiento. De hecho, ahora mismo, es el Seleccionador argentino subcampeón del Mundo, para más señas. A Simeone lo han asociado con “Míster Intensivo” como si sus ideas no pasasen de ese nivel atlético (por lo de cualidades físicas)…

Cuando los entrenadores practican un estilo amable, dialogante, mantiene buenas relaciones con sus jugadores, lo llamarán “arribista”, “equilibrista” o “componendas”, como ocurrió en este tiempo de atrás con Carlo Ancelotti al que le ha salvado su excelente gestión de la plantilla y, por supuesto, los resultados… Afortunadamente, se ha ganado el apelativo de “Conciliador” y ahora mismo se utiliza de manera positiva, antes lo fue como un mote negativo. Cuestión asumible también por Valverde quien en el Athletic de Bilbao está pasando por momentos difíciles en cuanto a resultados, manteniendo la calma como contrapunto a la agresividad constante del anterior entrenador de los bilbaínos, es decir, Marcelo Bielsa. Sinceramente, creo que nos apoyamos en exceso por los signos externos y pocas veces se descubren las auténticas razones por las que un entrenador gestiona de una u otra forma. Valverde a mí me parece un integrador, un hombre sereno que, sin embargo, está pasando malos momentos porque los resultados no son acordes con las expectativas.

En su artículo “Claridad frente a confusión”, Martín Perarnau ha señalado cosas interesantes… Aunque no coincida personalmente en todos sus apuntes y reproches sobre todo al entrenador. “Luis Enrique, en su mala tarde, ha facilitado un tercer gol madridista, inaudito por la concatenación de errores barcelonistas, a cual más catastrófico: la sustitución de Xavi durante un saque de esquina, el lanzamiento horrendo de Rakitic, la poca cobertura exterior, el malentendido entre Mascherano e Iniesta, el pase mortal de este a Isco, las medias carreras hacia atrás de los barcelonistas… Una melodramática acumulación de pifias, a cual más esperpéntica, desembocada en el gol de Benzema, que no tuvo continuidad en los minutos siguientes porque Mascherano evitó un sinfín de situaciones similares, todas ellas en el borde del abismo, ya con el Barça en caída libre”. Dudo mucho que en un “fútbol proactivo” el entrenador pueda prever esos fallos en cadena en jugadores de este nivel, aunque en la relación causa-efecto vemos, después del partido, que el cambio de Xavi fue inoportuno en el tiempo y no todas las decisiones de esa naturaleza acaban en gol en propia portería… Lo que en el futuro también dará lugar a un “fútbol reactivo”…

Del mismo modo, me gustó la apreciación de Sergio Asenjo, portero del Villarreal, cuando asegura que “intentará llevar la iniciativa del derbi ante el Valencia, próximo rival en Liga este fin de semana en El Madrigal. “El Valencia sale muy rápido a la contra. Las vigilancias defensivas tendrán que ser perfectas si queremos ganar. Tienen tres delanteros internacionales que tienen mucha movilidad y son muy peligrosos”. Es un ejemplo de la proactividad del fútbol que, después, debe confirmar la realidad…

Salamanca, 31 de octubre de 2014.