Cumbre en la Liga 2014/2015 de fútbol. 2 de 2.

23.03.2015 09:32 de MAROGAR .   ver lecturas

“Las cosas eran subjetivas porque somos sujetos, y para que fueran objetivas deberíamos ser objetos”. (José Bergamín, filósofo.)

En “Twitter” se repite mucho esta frase de autor desconocido: “Nuestro peor problema de comunicación es que no escuchamos para entender, sino que escuchamos para contestar”. La objetividad es un invento subjetivo. El empirismo, la experiencia, guía a los futbolistas y a los entrenadores. Y de tanta crítica acentuada se han hecho muy pragmáticos: “No te confíes tanto de los halagos. Recuerda que el hombre acaricia al caballo sólo para montarlos”. Y ellos ya no se dejan montar… Están todos a la defensiva, desconfiados, la mayoría no respetan porque no son respetados; incluso, cuando ganan y los suben a los cielos, los futbolistas se convierten en auténticos galápagos… “Para hacer cumplir las mentiras del presente, es necesario borrar las verdades del pasado”. (G. Orwell).

En el partido de ida, a finales de octubre de 2014, jugado en el Santiago Bernabeu, la victoria de 3-1 fue para Real Madrid. Por entonces, llegaba Ronaldo con 15 goles en 7 partidos, los mismos goles que Neymar (8) y Messi (7), ambos juntos. Recuerdo haber reflexionado sobre un Real Madrid “rock and roll” y un Barcelona “jazz”. Gran pujanza, por entonces, de Kroos con 59 pases de los que 57 fueron buenos y 45 de Modric, todos precisos. Xavi apuntó, para mí erróneamente, que el Real Madrid había jugado “a la contra”, lo cual sonó a disculpa innecesaria.  Después de aquel partido yo me pregunté: “¿Marcará tendencia para la Liga este partido…? Una Liga es muy larga y está sujeta a múltiples circunstancias. Pero el Real Madrid mostró unas maneras muy por encima de la media y sobre todo a mayor nivel que Barcelona…” Esta visión retrospectiva sitúa la escena actual, sin duda. Ampliando la perspectiva, repaso lo que escribí en mi libro “¡Fútbol bueno ≠ Jogo bonito…!, cuando me refería al partido del 16 de abril de la “Copa del Rey” entre Barcelona y Real Madrid: “Grandes expectativas entre los dos clubes más grandes de España. Enfrentamiento, en general, de la velocidad técnica contra la velocidad física; control del balón pausando los ataques hasta el encuentro de la ocasión propicia, contra la urgencia en la transferencia y conducción de balón a la portería contraria; posesión contra no posesión… Aparentemente, los dos equipos alineados en 1.4.3.3., si bien ambos situaban a un solo delantero fijo y los otros dos puntas ayudaban al “centrocampismo” para equilibrar sistemas, sobre todo en la fase de no tenencia de balón. Y, antes del partido, la televisión proponiendo votaciones para el “mejor jugador de la final”… De nuevo, un canto a la individualidad…” ¿A qué les suena lo escrito?

La web de la Cadena Ser decía: < Jesús Gallego: "Si Ancelotti no gana, quedará marcado para siempre". ¿Lo mismo le pasó a L. Enrique en 1ª vuelta? Apocalipsis no, ¡Por favor!>. El Real Madrid fue el equipo más efectivo fuera de casa, habiendo marcado 39 tantos en 14 partidos. Un punto fuerte que tendrá que hacer valer frente al equipo menos goleado de la Liga. Los blancos promedian 2,8 goles por partido. Los tres puntas goleadores le han dado al R. Madrid un total de 34 puntos, mientras que el triplete barcelonista sumó 33 para el Barça. En 3 de los 27 partidos ligueros, el ataque madridista se quedó sin golear; los del Barcelona no marcaron en 7 partidos del total de 27. Son pequeñas referencias, ilustrativas, no definitivas por cuanto todos los partidos no son iguales. Según la información de Lucía Junco (Expansion.com) “Por ingresos de los clubes que pisarán el césped: más de 1.000 millones de euros en 2014 entre ambos (549,5 millones del Real Madrid y 484,6 millones del FC Barcelona), cifra que supera incluso al derbi de Mánchester entre el City y United, que representan una facturación conjunta de 932 millones (518 millones del United frente a 414 del City), según el estudio Deloitte Football Money League. En la Bundesliga, el partido entre los clubes más ricos es el que disputan el Bayern de Múnich y el Borussia de Dortmund (749 millones de euros), mientras que el duelo más poderoso en términos económicos de la Serie A italiana enfrenta a la Juventus y el AC Milan (529 millones). Según Forbes, el club que preside Florentino Pérez tendría un valor de 3.440 millones de dólares (unos 3.260 millones de euros al cambio actual), seguido del FC Barcelona, cuyo valor, alcanzaría los 3.200 millones de dólares. En suma, dos escudos que valen 6.640 millones de dólares. El tercer equipo más valioso es el Manchester United (2.810 millones), seguido del Bayern de Múnich (1.850 millones) y el Arsenal (1.330 millones).

Y llegó el partido. Vaya por delante la “elucubración” final: Barcelona 2 – Real Madrid 1. Ahora podemos diseccionar algunas cosas pero no servirán para mucho más…  El Real Madrid mostró un gran nivel de juego aunque en la última media hora del partido no tuvo las mismas ocasiones de gol que al principio. El Barcelona marcó pronto, de libre indirecto, remate de cabeza en la frontal por parte de Mathieu y envio de Messi, y defecto de marcaje de Ramos. Pero fue un partido intenso, ida y vuelta sobre todo, probablemente con un poquito más de cabeza el Real Madrid hubiera llegado al empate. Y, es curioso, el segundo gol del Barcelona marcado por Suárez es una muestra evidente de que el fútbol no solo es dibujo, táctica, sistema, cultura, Masía, ni otras zarandajas con las que ilustramos el juego o los goles de los grandes equipos. Dos centrales abiertos, ninguno marcando, Suárez que encuentra un hueco por el medio de ambos y un pase preciso. GOL. Ni Alves, ni Suárez, son dos muestras de La Masía, ni proceden de cantera, ni jugaron con el estilo Barça en dicha jugada, ni maduraron la jugada previamente… ¿Entonces, el gol fue una improvisación? Pues lo que fuera, pero sirvió para ganar un partido fundamental para poner cuatro puntos de diferencia en la Liga y, probablemente, el título aunque Luis Enrique diga que no es definitivo, quizás lo manifieste por cortesía…

Había empatado Cristiano Ronaldo, de puntera, otro detalle heterodoxo del fútbol, a pase de tacón de Benzema que situó “de memoria” la posición de su compañero y equivocó a su marcador. Gol del empate. Equilibraba el partido y entonces el resultado era ecuánime con el juego de ambos equipos. Ya había golpeado al larguero otro tiro de Cristiano en el minuto 12; recuperaciones rápidas, Messi partía de la derecha y no se le vio en toda la primera parte mientras que Marcelo era el futbolista más activo y llegaba con facilidad a la portería del Barcelona.  Es curioso, desde el minuto 18 el Barça ganaba y fue en el 30 cuando, de rebote, le llega un balón a Neymar que solo acierta a dársela a Casillas a las manos. Y en seguida, el gol de Cristiano. De perder por 2-0 al empate entre los minutos 30 y 31.  El árbitro mantenía excesivos diálogos con unos y con otros, confundía a la grada con sus decisiones, sacaba tarjetas amarillas a mansalva y se le veía que solo con esa estrategia quería mantener un orden en el juego. Mal arbitraje. Aunque es posible que acertara con la anulación del gol de Bale en el minuto 39, por fuera de juego previo de Cristiano que había pasado de cabeza. Durante el juego a mi no me lo pareció. Y acabó la primera parte con algunas conclusiones: Muy buen nivel físico de los equipos sobre todo el Real Madrid, al que se le venía crucificando por este motivo; Modric ayudaba mucho al equipo y su organización pero Marcelo era una clave que el Barcelona no contrarrestaba; Messi dejaba hacer y no hacía, sin complementarse defensivamente con Rakitic; los datos estadísticos favorecían al Real Madrid en remates, córners, etc. Aunque la posesión abundaba más en Barcelona (55%) frente a (45%) del R. Madrid.

Hubo una fase de muchas interrupciones, incidencias a las que el árbitro colaboraba con su exceso de relaciones públicas y tarjetas amarillas, aparece la primera penetración importante de Messi en el minuto 28 de la segunda parte, velocidad, toques múltiples en conducción, aproximación de derecha hacia el centro, tiro de rosca y casi gol. Cambios oxigenantes y tácticos, Xavi, Busquets, Rafinha que fueron desalojando a Iniesta, Rakitic y Neymar.  El Real había incorporado a Jesé x Isco; Varane x Pepe; Silva x Modric… Otros escarceos, incluso un tirazo de Benzema que Pinto despeja y un recorte de Suárez que paseó el balón por delante de la línea de puerta, etcétera.

Pero, al margen de particularidades, Ancelotti reconoció que al equipo le faltó orden en la última media hora, cabeza fría, si Bale bajaba al medio campo era para contrarrestar las salidas de Jordi Alba, refrendó que no había problemas físicos en el equipo como se vio por las expresiones de todos los futbolistas, y el juego se complicó más de la cuenta… Y mantengo, personalmente, que el partido fue de empate, con un cumplimiento de expectativas del Real Madrid superior a sus expresiones de los tres últimos meses, y un refrendo de un Barcelona muy vertical que no tiene nada que ver con el de Guardiola pero que es aceptado porque, entre otras cosas, gana. Sin tanta propaganda del “modelo”, “estilo”, “cultura”, etc., y palabras gordas como para reforzar que solo saben jugar ellos al fútbol.

Sinceramente, creo que el Barcelona ha ganado la Liga ya…

Salamanca, 23 de marzo de 2015.