Cumbre en la Liga 2014/2015 de fútbol. 1 de 2.

19.03.2015 08:27 de MAROGAR .   ver lecturas

“La música empieza donde se acaba el lenguaje”. (Hoffman).

El fútbol está ahí, vivo, coleando, expectante, a ver quién es el mejor participante y quién lo juega mejor… Este domingo las expectativas aumentan con el partido Barça-Real Madrid y provoca amplias inquietudes, mariposas en el estómago, aunque el resultado determinará como siempre quien fue el mejor... Estos días de atrás Jorge Valdano ponía dudas al Real Madrid por su rendimiento físico aunque, en lo técnico, lo consideraba muy equiparado al Barcelona. Contrasta su visión con el comentario que hacía en el “Canal Plus” el entrenador del Levante, Lucas Alcaraz, en el último partido jugado en el Santiago Bernabeu, pues aseguraba que el Real Madrid tenía un potencial físico inalcanzable para la mayoría de equipos de la Liga. Como vemos, dos visiones distintas, cada cual con una percepción. quizás condicionada según circunstancias temporales. Si analizamos la puesta a punto de Cristiano Ronaldo no es difícil descubrir que su nivel actual es inferior al mostrado hasta diciembre de 2014. Lo mismo que Bale ha estado muy distraído en sus prestaciones en los últimos meses, aunque contra el Levante se le vio cierta pujanza, sobre todo mental, al participar más activamente que lo venía haciendo. Son pequeños matices, anecdóticos quizás, para distinguir algunos posicionamientos actuales…

El R. Madrid llega al clásico con rémoras como las de Modric por cuanto lleva tan solo quince días jugando después de su lesión y tan solo una semana el central Sergio Ramos. Pero ambos añadirán un plus con su alineación inicial… Por otra parte, el Barcelona parece que no contará con Busquets, la plantilla en general parece contar con un buen estado de forma. Por mi cuenta y riesgo aseguro que, ahora mismo, el Barcelona parece estar en mejor forma y, sobre todo, porque el Real Madrid no suele mantenerse al máximo nivel en el Nou Camp.

Vaya por delante que la presencia de un excelente árbitro como Mateo de la Hoz es una garantía de buen fútbol, al menos en lo que dependa de él, de su espíritu del juego, de su actitud hacia la búsqueda de un partido sin interrupciones baldías. Ya me gustaría que las crónicas no establecieran la eterna dualidad “Messi-Cristiano” como si fuera un enfrentamiento de boxeo con manifestaciones individualistas. Dani Carvajal, nada más acabar el partido contra el Levante, declaró: “Es un Clásico y no hay favorito… Nosotros vamos a ir a ganar…”. Butragueño también idealizó: “Si ganamos en el Camp Nou será un impulso tremendo”. En Barcelona se enfrentan a una semana decisiva. Sus enfrentamientos al Manchester City y al Real Madrid en menos de siete días así lo determinan. En “Champions” ya han superado su eliminatoria ganando 3-1 en el global, pudiendo haber goleado en el último partido y con unas expresiones de Messi al máximo nivel de velocidad y precisión aunque en esta ocasión no marcase él personalmente. El entorno futbolístico piensan que el Barcelona está en disposición de “meter un diente más” en su marcha… La presión en el Real Madrid pasa por distintos estadios, ahora es Cristiano Ronaldo el que está siendo observado por una gran lupa de aumento. Sin duda, la capacidad de resolución del portugués es un factor fundamental para el Real lo cual no se cumple en las últimas fechas. Observemos estos datos: Cristiano pasó de 1,19 goles a 0,64 en el 2015. En siete partidos no han aparecido los goles de Ronaldo, 31 goles fueron los conseguidos en 26 partidos oficiales; mientras que en los últimos 14 duelos solo metió 9. Y la colaboración del resto de goleadores también está disminuida… Es cierto, además, que aventajó a Messi en 11 goles ya en la jornada 17 y el barcelonista ahora va por delante con 32 goles, mientras que Cristiano llegó a 30. Por tanto, ese es el estado de situación de las dos grandes individualidades del partido. Suelen ser decisivos en estas contiendas…

Luis Suárez ha asegurado que “el R. Madrid tiene carencias en defensa, hay que aprovecharlo”. Tampoco oculta que "Esa clase de partidos significa mucho moralmente, anímicamente da mucha confianza y bueno, esperemos que sea un bonito espectáculo para toda la gente ya que esa clase de partidos no son fáciles de vivirlos… Es una final porque los 'clásicos' siempre se juegan así, con mucha intensidad, con mucha fuerza, son partidos muy intensos pero también somos conscientes que en la Liga hoy en día puede pasar cualquier cosa…” (Se lo habrán contado porque su experiencia no es demasiada en estas lides) (…)  "Lo que tienes que hacer es disfrutar y aprovechar de tener la oportunidad de jugar con esta clase de jugadores”.  Señaló también Andrés Iniesta: “En estos momentos el partido ante el City es más importante que el Clásico". Admitió que "la sensación general que transmite el equipo es buena… Todos los sentidos tienen que estar puestos… Estamos en la línea de cumplir los objetivos”.

Un reciente artículo (M. A. Bastenier, ElPais,13.marzo.2015) nos debe hacer reflexionar en profundidad a todos los futboleros: “Hace un par de semanas se volvió viral, como se dice ahora y no recomiendo que se haga porque en castellano viral es tan solo adjetivo de virus, una especie de acertijo sobre el color real que tenía un vestido. Algunos lo veían como azul y negro y otros, blanco y dorado. Yo, personalmente, lo veía azul y negro, pero no dejaba de percatarme de que en el azul, yo diría que predominante, había reflejos blanquecinos y en el negro, indiscutibles tonos dorados. No faltó quien en las redes sociales despreció la polémica argumentando que no era más que una fútil pérdida de tiempo. Con toda seguridad que hay distracciones, y no digamos obligaciones, de mayor enjundia, pero es mi opinión que las polémicas no son tanto fútiles o sabrosas en atención a su denominación de origen, sino, más bien, por lo que uno haga con ellas; ocurre como con las entrevistas, que no hay respuestas tontas sino preguntas insuficientes. Y la controversia del color del vestido invoca un debate que me parece interesante para exponer y dilucidar extremos importantes de nuestro quehacer profesional. La famosa polémica es una demostración ad hoc de que la subjetividad es la reina de la creación periodística, lo que no significa necesariamente que deba ser tramposa o interesada, pero sí, cuando menos, falible. La objetividad es un invento subjetivo. Creemos en ella porque es un pasamanos al que agarrarse, una temblorosa certeza que nos tranquiliza en el ejercicio de nuestra labor”. ¿ De qué color estamos viendo el partido Barcelona-Real Madrid en los días previos…? ¿Cómo lo veremos al finalizar el partido…?

El martes jugó el Atlético de Madrid contra el Bayern Leverkusen en “Champions League”. Mal partido. Fútbol a la carrera pero sin ligar el balón. Un ejemplo excelente de comprensión de los medios de comunicación con el Atlético de Madrid, sencillamente por la sencilla razón de que “corrieron y se esforzaron…” Pero eso mismo hicieron los alemanes y fueron desastrosos en la eficiencia al tirar penaltis. Desastre, ya digo. Ambos equipos, incluida la prórroga, tuvieron un 50% de posesión de balón… O sea, ninguno predominó en el manejo y, aunque no había notario, hago constar que el balón se consideró huérfano porque veía que “ningún equipo lo quería…” Cómo recuerdo aquel pensamiento lejano: “¿Qué es la utopía? La utopía es algo que si avanzas un paso hacia ella, se aleja un paso. Y si avanzas diez pasos, se vuelve a alejar otros diez pasos. Entonces, ¿Para qué sirven las utopías? Precisamente para eso; para nunca dejar de avanzar”. Espero que este partido de Barcelona y Real Madrid aporten más valencias futbolísticas y no nos engañemos con el asunto del “fútbol esforzado”, al parecer es el único patrimonio que se le reconoce y soporta del Atlético de Madrid…

Bastenier seguía firmando: “No hay un color real, único e indiscutible de ese vestido, que el ojo humano capte de manera equívoca; al igual que tampoco ese color real sería percibido de forma distinta, según la luz del día, el contexto lumínico que se diera, hora, lugar, circunstancias. El único color que hay, contrariamente, es el que se percibe, que cada quien lo hace con matices distintos, exactamente de la misma forma en que percibimos la realidad con la que trabajamos como periodistas. A todo lo anterior, sé de sobra que se puede replicar con diversos argumentos, como que la realidad inmutable sí que existe, como por ejemplo cuando decimos 3 x 3 son 9… A otros, el empate a tres de su equipo de fútbol preferido contra el eterno rival y así ad infinitum. Las diferencias pueden ser insignificantes, pero sobran y bastan para que nos permitan hablar de percepciones diferentes del sujeto y, por consiguiente, de distintas representaciones profesionales… “ Sin duda, nuestros mejores ojos los ponemos a disposición de nuestro equipo favorito. Ahora a esperar la contienda y sacar las conclusiones definitivas… después del partido.

Salamanca, 19 de marzo de 2015.