Compendios breves de fútbol. 2 de 2.

29.06.2015 21:50 de MAROGAR .   ver lecturas

Esta segunda entrega completa, por ahora, estas pequeñas dosis escritas de fútbol, transcritas de mis libros que tanto empeño puse en ellos…

 

1.- “La Ignorática y el fútbol”. (Editado 2009)

“¿Ya está todo inventado en el fútbol?... Debemos insistir para que todos los que tienen un rol ejecutivo en este mundo del fútbol aporten conceptos nuevos, filosofías distintas. “Para quedarte donde estás, tienes que correr lo más rápido que puedas. Y si quieres ir a otro sitio deberás correr, por lo menos, dos veces más rápido, como Lewis Carrol pensaba en “A través del espejo” en los caminos para competir”.

2.- “Apología del fútbol”. (2010)

“¿Por qué a un toque…?  Un niño que aprende a jugar al fútbol debe estar en contacto con el balón, cuanto más mejor, incluso debiera ser un “chupón” de balón… Hasta los 14 años, más o menos, los jugadores deben aprender a “jugar al balón”, dominarlo, regatear, fintar, amagar, saber manejarlo con el máximo de superficies de contacto. Ya aprenderán el juego de conjunto y las tácticas más adelante. Porque, además, las limitaciones técnicas, de medios, de lugar, debe superarlas con paciencia, poco a poco. Campos de tierra en malas condiciones, balones defectuosos, botas inapropiadas, etc. Todo ello predispone a que el fútbol al primer toque sea una contradicción… El juego al primer toque puede dar lugar a imperfecciones en el pase, a precipitaciones, a fallos inmediatos por querer hacer aquello para lo que todavía no se está preparado…”

3.- “Futbolandia. Ensoñaciones, realidades y virguerías del fútbol. (2011)

¡Hoy va de ranas…! Muchas de las personas que van a visitar la fachada de la Universidad de Salamanca se ocupan, en exclusividad, de localizar la rana. Y una vez que la ven, en pocos segundos, se van sin más de aquel lugar encantador… No investigan sobre su simbolismo o sus leyendas. Pero lo más irritante es que no disfruten durante un tiempo largo de aquella maravilla plateresca. La orfebrería realizada en piedra de Villamayor, el misterio, el colorido, el sentido de los objetos y animales quiméricos, el medallón de los Reyes Católicos, la crestería decorada en la cumbre de la fachada, los escudos con el águila bicéfala imperial, etcétera. Aquel escenario bien merece otra actitud y sensibilidad para descubrir con un espíritu de trascendencia. Imaginen un partido de fútbol de alto nivel, con muchas cosas que ver y analizar, y el gran público así como muchos medios se quedan en la espuma del partido: Aquel fuera de juego pitado a destiempo, un cambio discutido de algún jugador, un bote falso del balón, una tarjeta más de la cuenta del árbitro, y cosas aún más intrascendentes. Para mí, ese es el detalle de la rana, irrelevante en el conjunto pero se le da más importancia que al todo. Es lo que propugna el pensamiento sistémico, la percepción del mundo real en términos de totalidad…”

4.- “Evidencias y paradojas del fútbol”. (2012)

“El fútbol mantiene evidencias que, a veces, no lo fueron siempre. Hace ya muchos años, yo personalmente utilicé los extremos a pierna cambiada. En los años setenta, algunos lo consideraban como una solución extravagante y, sin embargo, les abría ángulos nuevos de penetración y de tiro a puerta, en vez de limitarse a centrar desde la línea de fondo a un delantero centro que, en nuestro caso, era inexistente. Al no tener un jugador específico con características de rematador, ¿para qué iba a hacer jugadas hasta el fondo del campo y centrar al aire…? Aquella solución de hace cuarenta años se ha hecho habitual, igual que se ha encontrado la solución alternativa de poner un lateral derecho en la izquierda para marcar a un zurdo en el extremo derecha. O viceversa en la banda contraria. Algo que no hace tanto sonaba a aberración…”

5.- Esplendor en la hierba. ¡Por un fútbol emocional, sin zancadillas…!

“Graduación del progreso de cantera: Habré escrito decenas de capítulos sobre la cantera, políticas, sistemas de decisión, motivaciones profesionales, etc., en todos los libros publicados hasta ahora. Y siempre el gran drama es que los entrenadores del primer equipo nunca están involucrados por los clubes en promover futbolistas de cantera por cuanto el objetivo fundamental es ganar partidos, puntos y competiciones. Quedando toda la labor de cantera al albedrío, o a la iniciativa de los técnicos de categorías inferiores que, a la hora de la verdad, no tienen ningún poder de decisión. Mientras, los presidentes de los clubes se inhiben y no estructuran estas responsabilidades. Pero en esa tentación de ganar también entran los técnicos de cantera, buscan triunfos personales, se olvidan de la ética fundamental de su oficio, la labor de desarrollo y la acción formativa van quedando en un segundo plano. Entrando en el típico círculo vicioso del que no se sabe salir…”

6.- “De fútbol y de hombres”. (2013)

“Prefacio: Estamos en un momento difícil para expresar ideas altruistas de fútbol. Tampoco es tiempo de idealizar situaciones que se considerarán posturas cursis en un negocio o industria que mueve cifras tan significativas, al fin y al cabo es lo que menos me importa del fútbol por cuanto lo económico es lo que menos me gratificó, de siempre. Por eso, intento que no me arrastre el sensacionalismo, desprecio los adjetivos superlativos sobre “el mejor jugador”, “el mejor gol”, “la mejor estadística”, “el mejor récord”, etcétera. Hemos entrado en el “fútbol propaganda” que intenta llenar espacios porque los medios viven y conviven con el espectáculo paralelo que sostiene su propio negocio. Incluso, lo que más me repele es cuando hablamos de los futbolistas como “dioses”; “extraterrestres”; “galácticos”; “sobrenaturales”; o personajes de la Capilla Sixtina… Mi absoluta independencia me permite abominar de tanta fantasía creada ficticiamente”.

7. ¡Fútbol bueno ≠ Jogo bonito…!

“Epílogo: Queramos, o no, el fútbol debe seguir evolucionando. El buen fútbol tiene potencial porque no ha llegado a la excelencia; igual que el fútbol bonito que se derivará de aquel. Ninguno de los dos conceptos tienen que condicionarse entre sí pero ambos pueden coincidir en un mismo acto, o complementarse, sin que tampoco tengan que ir en paralelo…Nuestras organizaciones actuales se caracterizan por su jerarquización, incluso hay una regresión acusada, según mi opinión, acerca de los liderazgos y las colaboraciones de los equipos. La formación de estructuras de red horizontales nos situarían muy próximos a la ciencia de la colaboración que suelen conseguir “las manadas inteligentes”… ¿Nos podríamos imaginar el funcionamiento de nuestros equipos de fútbol como un banco de peces, miles de peces en el mar Caribe que saben coordinar su conducta de forma tan precisa, que son capaces de cambiar de dirección en un abrir y cerrar de ojos, como si se tratara de una sola criatura plateada?”.

 

            Salamanca, 29.junio.2015.