¡Cantidad y calidad...!

07.03.2016 22:05 de  MAROGAR .   ver lecturas

De pronto, se dejó de escuchar el mensaje utilizado en la Liga española durante bastantes temporadas, un mantra exclusivo: “El que más posesión tenga, juega mejor, y gana el partido”. Pero es que el Barcelona, líder de la posesión en las últimas temporadas, llegó con Luis Enrique a otras soluciones tácticas como corresponde al fútbol moderno rompiendo el modelo único de general aceptación. Incluso, ahora mismo, el contraataque forma parte del bagaje barcelonista como manifestó recientemente Messi. Y todo se admite porque el Barcelona destaca y gana con variadas formas tácticas… Se confirma de nuevo que los referentes se defienden mucho mejor si los equipos ganan.

Esas idas y venidas en las opiniones da lugar a modas, más o menos duraderas. Pero han surgido otras informaciones, para mí frustrantes, por las cuales se asegura que un equipo (A) corrió 10 kilómetros más que otra escuadra (B), como si este elemento cuantitativo fuera el no va más del fútbol moderno. Y son ya demasiadas veces las que se insiste con esta cantinela, curiosamente suele ocurrir cuando el Real Madrid pierde y el equipo contrario siempre es el que más corre.  En realidad es un dato que se “malutiliza” para hacer daño. Digo que es frustrante porque caemos en un nuevo error conceptual, pareciera ahora que la “cantidad” es mejor que la “calidad” y se nos olvida lo que afirmaba Guardiola cuando su equipo no jugaba bien: “Mi equipo corrió demasiado“, apuntándolo como error táctico. Recientemente, el Real Madrid perdió contra el Atlético de Madrid lo cual, aunque el Real tuvo una posesión del 69% pero perdió, originó el comentario capcioso de que el Atlético corrió más aunque llegase solo al 31% de tenencia de balón. La lógica futbolística impone que a menos posesión de pelota se corre más, persiguiendo, cerrando zonas, luchando, entrnado, quitando, saliendo al contraataque… Es una reacción de cantidad a un déficit de calidad.

Sin embargo, la calidad del Atlético apareció cuando marcó un excelente gol con una jugada combinada y colectiva; mientras que el Real se quedó a cero porque no precisó con calidad su exceso de posesión. Por tanto, “correr más” no es un dato intrínsecamente positivo… La fórmula se refrendaría (Cantidad+Calidad=Excelencia). Aquí podría entrar en juego el talento de los jugadores, sus fuentes de reclutamiento, su formación, la educación recibida, sin duda podríamos aplicar lo que Javier Villaba señaló en su blog “Caminante”: a). Poca calidad directiva. Como está ocurriendo, lamentablemente, en el mundo laboral la gente no huye de sus empresas sino que huye de sus jefes. Léase entrenadores. Los hay buenos en el plano técnico pero en el aspecto humano hay muchas deficiencias. Todavía me acuerdo, cuando el periodismo veía los entrenamientos de los equipos, se presumía de las palizas que se les daba a los jugadores y el entrenador era mejor si hacía tres sesiones al día… Un nuevo error en la distinción de la cantidad y la calidad. b). Estatus profesional. Se siguen valorando mejor a los jugadores fichados de otros equipos que de los procedentes de la cantera o que llevan varias temporadas en plantilla. De hecho, se acusa en exceso las diferencias a la hora de establecer salarios, fichas e incentivos. Se suele aludir a que “los de casa” son los que corren y los que se fichan son los que ponen la calidad.

Estamos en el último trimestre de las competiciones ligueras, los equipos van consolidando sus posiciones, arriba o abajo. Los equipos que pueden descender comienzan su tragedia doméstica y los árbitros son mirados con lupa como ocurrió en el Rayo Vallecano-Barcelona; y en el Sporting de Gijión frente al Granada. Algo parecido relataba el escritor Sacheri sobre Independiente de Argentina: “¿Cómo llevas la tragedia del descenso?”: “Aprendiendo. Comentabas esto antes de aprender a perder, y en esas estamos. Creo que esta nueva situación te enseña muchas cosas y te permite formularte muy buenas preguntas, porque cuando ganas, por lo general, no te sueles hacer ninguna… Me ha permitido ver cuánta gente no sabe ganar. El descenso de Independiente ha despertado la bestia de los hinchas de otros clubes que demuestran lo peor que tenían dentro”. Recuerden el “choteo” que los aficionados del Calderón le dedicaron al Real Madrid tanto a jugadores como al presidente Florentino. Ellos ahora se consideran “ganadores” y quieren hacer leña del árbol caído. Pero aún queda la “Champions” y desde el Bernabeu les recuerdan la última gesta de Lisboa. Lo mismo sucederá en Sevilla si el Betis se hunde; o en Vigo con el Coruña; o en el campo del Levante si el Valencia no resurge, etcétera.

Con razón decía Sacheri: ”Es que la derrota tiene una épica especial… me cuesta mucho escribir de mi pasión, de mi equipo. Me siento mucho más cómodo con el fútbol en general. De hecho, en la mayoría de mis cuentos o relatos, hablo de clubes ficticios porque no quiero cargar al lector. Me sentiría muy expuesto si hablase de mi club…” Es una evidencia que nos cuesta a todos. Pero más nos “rebotamos” si los aficionados del equipo de al lado van de presumidos... Sin embargo, “La Liga española me parece que se ha empobrecido totalmente. Eso para mí no está bien. ¿Cuántos años hace que esto es así? No sé, varios. Supongo que hace diez años no era así. El Deportivo ganó una Liga, el Valencia dos… todo era más normal… La prensa se empeña en hacer una disputa Madrid-Barcelona diaria porque han llegado a la conclusión que es lo que vende (y seguramente sea así). Bueno, ese rol negativo de la prensa también ocurre en Argentina y lo detesto… Han despojado al fútbol de un montón de matices. Antes importaban los cómos, ahora ya no importan. Importa si ganas o si pierdes, si tienes éxito o fracasas, no importa si juegas bien o juegas mal, y tampoco existe el medio plazo, el siembro ahora a ver qué recojo después. Al final, los medios, casi sin querer, han terminado imponiendo el ahora, la urgencia por encima de todo… No es que seamos una sociedad sana con un fútbol enfermo y violento. Tenemos un fútbol enfermo y violento. No es que yo me quede tranquilo con que eso sea así. No es que la sociedad deba cambiar para cambiar también el fútbol. No. Debe cambiar de todos modos…”

Sigo viendo una focalización excesiva en el “cuánto” mientras que los utópicos pensamos en el “cómo”… Es como esos partidos que discurren con un marcador de cero a cero, pareciera que solo los goles le dan el sello de identidad a “un buen partido”… Sin razonar que, muchas veces, los goles denotan la calidad de los futbolistas pero cuando se marca es porque alguien falla. Por tanto, en un cero a cero, suele haber equilibrio de aciertos de unos y otros, el fútbol puede ser emocionante, bello, disputado… La “cantidad” no es un criterio definitivo para ver un buen partido. Pero es difícil vislumbrar la “calidad” si no aparece la “cantidad”, el gol… El Atlético de Madrid, a su manera, está jugando muy bien al fútbol, al margen de otras cuestiones estéticas… Por tanto, su “cantidad” de goles a favor no es buena (Sí el esfuerzo, el trabajo y los kilómetros recorridos) pero su “calidad” en los goles a favor no admiten discusión… Pero, ¿y los goles en contra? Calidad total… El 5 de marzo jugaban Real Madrid y Celta en el Santiago Bernabeu. Un partido competido, bien jugado, el Celta se defendía manteniendo posiciones y la pelota. En la segunda parte, todo cambió casi inesperadamente. Los mismos aficionados del Real Madrid ya pitaban incluso a Cristiano Ronaldo. A los pocos segundos de esta injusta llamada de atención, desde unos 20 metros en la frontal del área de penalti, un tiro impresionante se colaba en la portería del Celta. Cristiano explosionó, quizás reventaba al menosprecio de la grada u quiso partir la pelota. Luego se sucedieron nuevos goles, el equipo funcionó y el Celta fue aceptando goles de manera impensada. Hasta siete goles recibieron con cuatro realizaciones de Ronaldo. Un ejemplo de “calidad” (Afición gritando en la grada porque no degustaba buen fútbol) y respuesta de “cantidad” (Siete goles) con acciones cualitativas de gran factura futbolística… Pero es que hubo goles espectaculares, de gran “calidad”, aunque fueran de tiro de distancia sobre todo y no regates hasta el fondo de las redes…

Salamanca, 7 de marzo de 2016.